Dedicatoria escrita por Daisaku Ikeda para el monumento situado en la recepción de la Sede del Gran Juramento del Kosen-rufu.
El kosen-rufu mundial es la voluntad de Nichiren Daishonin, y la Soka Gakkai está cumpliendo la singular misión de hacer realidad ese noble anhelo, de acuerdo con el genuino propósito del Daishonin.
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Un 18 de noviembre de 1930 surgía en el mundo la Soka Gakkai, fruto del esfuerzo de un maestro y un discípulo unidos por profundos lazos kármicos. El presidente fundador Tsunesaburo Makiguchi difundió el budismo Nichiren y su filosofía de respeto a la dignidad de la vida en una sociedad bajo el signo de la guerra. En respuesta a su iniciativa, el gobierno militarista lo arrestó y encarceló en condiciones que le valieron la muerte como prisionero de conciencia. Su discípulo Josei Toda –quien lo sucedería como segundo presidente de la Soka Gakkai– también fue privado de la libertad, pero sobrevivió al presidio y juró dedicar el resto de su existencia a erradicar el sufrimiento de este mundo.
Yo mismo, discípulo del maestro Toda, asumí la tercera presidencia de la Soka Gakkai, decidido a propagar el budismo Nichiren con la misma abnegación que él. Mis compañeros y yo, unidos en la gesta del kosen-rufu, hemos escrito una brillante historia de esfuerzo valiente y enérgico, que nos ha permitido sembrar las semillas de felicidad de la Ley Mística en cada rincón del mundo. Esta labor ha dado origen a un magnífico florecimiento de la paz, la cultura y la educación en 192 países y territorios.
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Hoy, 18 de noviembre de 2013, aquí en Shinanomachi, Tokio, donde se ha erigido el bastión central de la Soka Gakkai y donde, fiel al noble legado de su maestro, Toda Sensei asumió el liderazgo del kosen-rufu, abre sus puertas la Sede del Gran Juramento del Kosen-rufu que en su momento propuse y cuyo nombre he escogido.
Aquí se halla entronizado el Gohonzon del Kosen-rufu de la Soka Gakkai, en el que se lee la inscripción «Para cumplir el gran juramento del kosen-rufu mediante la propagación benevolente de la gran Ley».
Este noble palacio, dedicado al juramento compartido por maestro y discípulo, es un espacio donde se ora profundamente para concretar un mundo de paz, transmitiendo los ideales y las enseñanzas humanísticas del budismo Nichiren. Es un lugar donde renovar la decisión de triunfar en nuestra revolución humana, sin arredrar ante ningún obstáculo o impedimento, mientras ayudamos a los demás a que también lo hagan.
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En su escrito Saldar las deudas de gratitud, el Daishonin escribe: «Si el amor compasivo de Nichiren es realmente grande y amplio, Nam-myoho-renge-kyo se propagará durante diez mil años y más aún, por toda la eternidad».
El kosen-rufu es el camino que conduce a la paz y la prosperidad universales. Es, desde el tiempo sin comienzo, nuestro gran juramento de trabajar por la iluminación de todos los semejantes. Hoy, ha surgido una sólida corriente de Bodisatvas de la Tierra, que alumbra cada rincón del mundo con el luminoso humanismo del Sutra del loto.
Mi deseo más ardiente es que todos nuestros preciados miembros, en relación directa con Nichiren Daishonin y siguiendo las directrices de los tres presidentes fundadores de la Soka Gakkai, se unan como «distintas personas con un mismo propósito», para expandir más y más esta gran marea del kosen-rufu y la paz mundial, de hoy al eterno futuro.
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Con profunda gratitud a mis maestros,
Tsunesaburo Makiguchi y Josei Toda
Daisaku Ikeda
Tercer presidente de la Soka Gakkai
