«Febrero es el mes en que nació Nichiren Daishonin. […] Desde la época de los dos primeros presidentes, Tsunesaburo Makiguchi y Josei Toda, nuestro movimiento ha avanzado por la correcta senda de basarnos siempre en los escritos del Daishonin».[1] Inspirados por estas recientes palabras de Daisaku Ikeda, en esta entrega sobre La nueva revolución humana nos acercamos a un fragmento del capítulo «Protección» que ilustra el avance de la Soka Gakkai a lo largo de «los dos caminos de la práctica y el estudio».[2]
«Protección», el segundo capítulo del volumen 24 de La nueva revolución humana, aborda diversos esfuerzos liderados por Shin’ichi Yamamoto al inicio de un año (1977) marcado en la Soka Gakkai por la progresión hacia la meta de «construir una organización juvenil que estuviera a la vanguardia en todo sentido».[3] En este segundo mes del «Año de los jóvenes y del triunfo», dirigimos nuestra atención hacia una parte del capítulo que subraya la importancia del estudio budista.
Tras señalar que la labor de aquellos primeros meses entroncaba con la realizada en el tramo final del año previo, cuando se habían llevado a cabo exámenes introductorios al budismo –como es también el caso de la SGEs–,[4] la obra apunta:
[Shin’ichi] creía que, para que la Soka Gakkai diera un gran salto hacia adelante al iniciar una nueva fase del esfuerzo por el kosen-rufu, todos los miembros tenían que grabar el Gosho en su vida más que nunca.
¿Qué significa ser una persona? ¿Qué es la vida? ¿Qué es el yo? ¿Cuál es el propósito de la existencia? ¿Qué es la felicidad verdadera? ¿Por qué nacemos? ¿Por qué morimos? El budismo es una filosofía de vida que brinda las respuestas fundamentales a todos estos interrogantes. Por lo tanto, estudiar y profundizar la enseñanza permite explorar el significado de nuestra propia vida y abrir el arca de abundantes tesoros espirituales. […]
El segundo presidente de la Soka Gakkai, Josei Toda, señaló: «La fe busca la comprensión y la comprensión profundiza la fe». También dijo: «El estudio fortalece y ahonda la fe, lo cual produce beneficios». […]
Además, el estudio es como un faro que ilumina nuestro curso hacia la concreción del kosen-rufu y la manifestación de la budeidad en esta existencia, impertérritos ante los tres obstáculos y los cuatro demonios que intentan obstruir la práctica budista.[5]
La fuerza impulsora de la gran campaña de estudio que se puso en marcha en ese momento fue la disertación de Shin’ichi Yamamoto sobre el escrito de Nichiren Daishonin El verdadero aspecto de todos los fenómenos.[6] A continuación, citamos un pasaje de este, seguido de un extracto del comentario que lo acompañó.
LA SENDA DE LA FELICIDAD
Si usted comparte el mismo corazón que Nichiren, tiene que ser un Bodhisattva de la Tierra. Y si es un Bodhisattva de la Tierra, no puede haber la menor duda de que ha sido discípulo del buda Shakyamuni desde el remoto pasado.[7]
«Shin’ichi ahondó sobre la verdadera naturaleza de los Bodisatvas de la Tierra: “La característica esencial de un bodisatva es su juramento. El compromiso de ellos es propagar el Sutra del loto. Por eso es importante entonar [daimoku] sin reservas para concretar nuestro juramento de llevar felicidad a todas las personas que se encuentran en nuestro alrededor. Estrictamente hablando, el daimoku que se entona sin este compromiso no es el daimoku de los Bodisatvas de la Tierra”.
El juramento del bodisatva rebosa de fuerza vital del Buda que nos permite triunfar sobre las funciones demoníacas.
El deseo de Shin’ichi era que cada miembro experimentara beneficios incalculables; que superara toda clase de sufrimientos, tales como la enfermedad y la pobreza, y que llegase a ser feliz. La clave para que se cumplan las oraciones es el compromiso por lograr el kosen-rufu.
Ciertamente, la entonación del daimoku resulta en beneficios. Pero si la oración […] está imbuida de un profundo sentido de misión, experimentamos un cambio fundamental en nuestra vida.
Todos tenemos diversos problemas y padecimientos. Para eliminarlos, se vuelve esencial nuestro ichinen o determinación de trabajar en bien del kosen-rufu. Por ejemplo, si alguien que padece una enfermedad jura luchar para tener la fuerza vital que le permita actuar libremente por el kosen-rufu y demostrar el poder de la práctica budista a los demás, ese compromiso hará surgir la energía para vencer la enfermedad.
Ciertamente, la entonación del daimoku resulta en beneficios. Pero si la oración para mejorar la salud está imbuida de un profundo sentido de misión, experimentamos un cambio fundamental en nuestra vida, y ese juramento desencadena un poderoso ímpetu para cambiar nuestro karma. Cuando hacemos daimoku seriamente basados en el compromiso de lograr el kosen-rufu, se manifiesta en nosotros el estado de vida de los Bodisatvas de la Tierra; el estado de vida de Nichiren Daishonin empieza a pulsar en nuestro interior y, de esta manera, podemos revelar nuestra budeidad innata. En esto consiste la revolución humana, y ella hace posible una transformación drástica del karma.
Además, cuando entonamos daimoku y nos esforzamos para promover el budismo y para triunfar en bien del kosen-rufu, ya estamos manifestando el estado de vida de los Bodisatvas de la Tierra. Al practicar de este modo, cada individuo logra superar sus problemas personales.
Cuando penetra en nuestro ser el brillante sol del estado de vida de los Bodisatvas de la Tierra, se disipa la oscuridad de los sufrimientos y podemos caminar seguros por la senda que conduce a la felicidad».[8]
[1] ↑ Véase este número, sección «Estudio».
[2] ↑ El verdadero aspecto de todos los fenómenos, en END, pág. 408.
[3] ↑ IKEDA, Daisaku: La nueva revolución humana, vols. 23 y 24, Rivas-Vaciamadrid: Ediciones Civilización Global, 2021, pág. 302.
[4] ↑ Como se informó en la sección de «Actualidad» de los números de diciembre y enero pasados de esta revista, los días 6 y 27 de noviembre de 2022, respectivamente, se realizaron en la SGEs exámenes de Grado II y de Introducción al Budismo (o Grado I).
[5] ↑ IKEDA, op. cit., págs. 305-306.
[6] ↑ En la SGEs, este mes comienza la serie de reuniones de estudio programada para 2023, con las disertaciones de la sección «Estudio» de esta revista como base.
[7] ↑ En END, pág. 406.
[8] ↑ IKEDA, op. cit., págs. 312 y 313.