Hacer de cada día un nuevo comienzo: esto nos propone, ya desde su título, uno de los artículos incluidos en esta edición de Civilización Global, en el espacio dirigido a los «Jóvenes fénix» en la sección «De pie y de paz».
La actualidad es tan densa y, en esa densidad, pesa tanto sobre nuestros hombros, sobre nuestras mentes, sobre nuestros corazones al final de cada jornada, que la propuesta de «empezar de nuevo» a la mañana siguiente nos parece rotundamente sanadora. Partir de los principios básicos; confirmar las metas, las aspiraciones esenciales; determinarse y «avanzar aunque sea un pequeño paso». Esto –seguimos citando el mismo artículo de Daisaku Ikeda– «es un gran ejemplo de revolución humana». «A pesar de que las cosas no salgan enseguida como esperaban, si perseveran en este camino verán cuánto han cambiado y con qué rapidez».
Partir de los principios básicos; confirmar las metas, las aspiraciones esenciales; determinarse y «avanzar aunque sea un pequeño paso». Esto –seguimos citando el mismo artículo de Daisaku Ikeda [incluido en esta edición]– «es un gran ejemplo de revolución humana».
Perseverar… En otra sección, la que abre este número –«Punto de partida»–, se citan unas palabras de T’ien-t’ai a las que Nichiren Daishonin alude en varios de sus escritos, y que tienen un significado especial para los jóvenes Soka: «del índigo se obtiene un azul mucho más intenso». En uno de esos escritos el Daishonin explica la imagen: «La tintura azul proviene del índigo, pero cuando aquella se utiliza para teñir algo en forma reiterada, se obtiene un tono mejor que el de la planta».[1] Se precisa, pues, reiteración, perseverancia.
(A propósito, quien en alguna ocasión haya tratado de teñir algo mediante un procedimiento similar, es posible que haya vivido en primera persona una experiencia de este orden: dependiendo del objeto, al teñirlo por primera vez parece adoptar el tono deseado de una tacada; sin embargo, al volver a examinarlo al día siguiente, ya seco, se observa cómo dicho tono se ha atenuado notablemente. De modo que resulta evidente la necesidad de repetir el proceso, probablemente no pocas veces, para alcanzar de manera sostenida el tono buscado. Todo un entrenamiento a la paciencia y la tenacidad en estos tiempos de inmediatez…).
Al mismo tiempo, arriba hemos citado las expresiones «con gran rapidez» y «mucho más intenso». ¡Y es que la perseverancia de la que hablamos aquí no es sinónimo de «dolorosa e interminable austeridad»![2] Lo es, más bien, de «constante primavera», por utilizar una expresión extraída del vibrante y conmovedor relato recogido en la sección «Mi historia»; de «acción» y «lucha conjunta» leoninas, según leemos en «Este mes», «Especial» y «Para dialogar»; de «canto triunfal», como el que se menciona en «El brillante camino del kosen-rufu mundial»; de, «incluso, derribar los muros de hierro más pesados de la adversidad» y «convertir el veneno en medicina», metas a que nos alientan «NRH y yo» y el material de «Estudio mensual». Para llegar a ser o, mejor dicho, decidir ser desde ya «Protagonistas de la alegría».
En la sección de «Actualidad» se informa de algunas realizaciones recientes acordes con todo ello.
Y, de todo ello, deseamos una buena lectura y buenos diálogos subsiguientes.
[1] ↑ La supremacía de la Ley, en END, pág. 645.
[2] ↑ El logro de la Budeidad en esta existencia, en END, pág. 3.