En este número…


«Un vívido bullicio impregnaba el aire, como una ola nueva surgiendo de las profundidades del mar; estaban entusiasmados y rebosantes de vida».[1]

Nuestro hogar compartido, la Tierra, es también conocido como «el planeta azul», por la predominancia del agua en su superficie. Y si «el agua es vida», como reconoce la sabiduría popular, las olas representan una poderosa imagen de su transcurrir, de su renovación, a veces de su placidez, a veces de su fuerza indomable, siempre de su tenacidad…

Cuando, en enero de 2018, Daisaku Ikeda fue investido doctor honoris causa por la Universidad de Alcalá, desde esta institución educativa preguntaron a su hijo, Hiromasa Ikeda –quien acudió en representación suya a la ceremonia–, por una frase que hubiera inspirado particularmente a su padre desde la juventud hasta llegar a ser la persona cuyas contribuciones homenajeaban. Su respuesta fue que en esa etapa inicial de la vida, que en el caso del joven Daisaku Ikeda estuvo marcada por una mala salud que amenazaba, de hecho, su supervivencia más allá de los treinta años, una máxima que lo alentó fue: «Las olas acrecientan su fuerza y furor cuanto mayores son los obstáculos que enfrentan».[2]

En este período, cuyas circunstancias determinan que el término «ola» a menudo signifique una realidad poderosa pero indeseada, desde las páginas de esta revista, con el espíritu de seguir poniendo en práctica el principio budista de «transformar el veneno en medicina», reivindicamos la imagen vital de las olas.

Después de que el mes pasado nos comprometiéramos con el impulso de «olas de diálogo de esperanza» a lo largo de este año, la «nueva ola» que aparece en la cita al inicio de esta introducción –extraída de la sección «Este mes»– describe el encuentro que tuvo lugar el 16 de marzo de 1958 en torno al segundo presidente fundador de la Soka Gakkai, Josei Toda. La conmemoración de la fecha como Día del Kosen-rufu por quienes integran la organización, y en particular por los integrantes de sus departamentos de jóvenes, ha determinado que la sección juvenil «De pie y de paz» cobre en esta edición una extensión extraordinaria, para abrirse con un diálogo entre quienes forman su renovado equipo de responsables; y también ha determinado el enfoque de «NRH y yo».

Que este 16 de marzo marque, para España, el 30.º aniversario el inicio de una nueva etapa en el movimiento del kosen-rufu, ha motivado la presentación en «Mi historia» de la experiencia de una testimonio, a la par que protagonista, de estas tres décadas.

La existencia de la edición digital de esta revista permitió publicar en ella a inicios de febrero, a modo de adelanto tan pronto como estuvieron disponibles sus traducciones, dos textos que aluden a aniversarios celebrados durante dicho mes, y que forman la sección «Punto de partida» de este número de marzo, ya que los temas que abordan son muchos más y trascienden el momento de redacción.

Como ocurriera el mes pasado, «En sociedad» nos recuerda la deuda de gratitud que tenemos con quienes desempeñan labores esenciales, especialmente durante esta etapa de pandemia. Y «Para dialogar», «NRH 30» y «Estudio mensual» mantienen su compromiso de nutrir actividades de ritmo mensual en la SGEs, olas de lectura, estudio y diálogo…

Por último, en «Actualidad» encontramos, entre otras noticias relevantes, una muy especial: la de la publicación de la propuesta de paz de 2021.

De todo ello, deseamos una buena lectura, con espíritu siempre juvenil.


[1]IKEDA, Daisaku: «16 de marzo: La ceremonia de coronación de los jóvenes Soka», Seikyo Shimbun, 16/3/2000.

[2]Véase https://twitter.com/uahes/status/966961032437510145.

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