«En una comunicación abierta»


El 23 de abril es el Día Internacional del Libro, celebración que en España cobra un colorido especial gracias a la tradición de Sant Jordi. Para las personas que practican el budismo Nichiren en la Soka Gakkai, la llegada del mes de abril representa, asimismo, una oportunidad de tomar mayor conciencia de la importancia de la palabra oral y escrita en la práctica y la transmisión de la enseñanza (ver el recuadro 1). Con este trasfondo, entrevistamos a Francisco Díez de Velasco, profesor de Historia de las Religiones con cátedra en la Universidad de La Laguna, y autor de obras de referencia sobre el budismo y el estudio de las religiones en España.


Francisco Díez de Velasco Abellán | Foto: Cortesía de Fco. Díez de Velasco

Civilización Global (CG): Uno de los hallazgos de la extensa investigación que hizo posible la publicación de su libro de 2020 titulado El budismo en España: Historia y presente es la relevancia que la producción editorial budista tiene para la visibilización de esta enseñanza en nuestro país. Ha llegado a constatar que el budismo «es la religión mejor representada como producto editorial en España, por delante incluso de […] otras religiones con mayor visibilidad numérica, jurídica o patrimonial».[1] Al tratar las publicaciones de la órbita de la Soka Gakkai, ha puesto de relieve el que Los escritos de Nichiren Daishonin se publicaran en coedición, supervisada por Carlos Rubio, con una editorial como Herder, cuyos orígenes están relacionados con el cristianismo –y que, si bien hace décadas que ha trascendido ese marco inicial, no es en todo caso budista–. De hecho, en su prefacio a esta obra, Daisaku Ikeda subraya «la importancia del diálogo interreligioso, uno de los retos más acuciantes que nos presenta el siglo XXI».[2] En cuanto estudioso del budismo y de la religión, ¿cómo valora este enfoque?

Francisco Díez de Velasco (FDV): Se abren dos temas importantes con esta pregunta: por una parte, el de la labor editorial en España y, por otro, el de la labor de diálogo entre religiones. Ambos se combinan en este asunto, y resulta muy interesante la reflexión que propician.

Al analizar la producción editorial sobre budismo en España en el libro de 2020 citado en la pregunta, pero también en otro anterior casi homónimo, de 2013, en el contexto de la cuestión de la visibilización del budismo en nuestro país, me encontré lo que pudiera parecer una cierta paradoja, y es que un buen número de obras se publicaron en editoriales que podrían englobarse en la orientación cristiana católica. Le dedico a la cuestión solo un par de páginas, pero un estudio pormenorizado requeriría un largo artículo que revisase con detalle los títulos y las editoriales españolas, y se podrían extraer conclusiones muy interesantes en el campo que nos interesa: el de la escucha entre religiones por medio de abrir el espectro de lecturas y reflexiones más allá del campo de la propia religión.

Al analizar la producción editorial sobre budismo en España […] me encontré […] que un buen número de obras se publicaron en editoriales que podrían englobarse en la orientación cristiana.

Sin duda la obra de Henri de Lubac, ya a mediados del siglo pasado, ha sido clave a la hora de evidenciar la necesidad de transitar el camino del diálogo budismo-catolicismo (y cristianismo en general). Así, potenciado tras el Concilio Vaticano II, el conocimiento del budismo se entendió como una senda fructífera para intelectuales católicos españoles, como el padre López Gay, el padre Masià o, con sus peculiaridades fascinantes, Raimon Panikkar. Este último nos introduce en un camino que redimensiona el diálogo interreligioso, que a veces tiende a quedar en un ejercicio preciosista de buenas palabras con una relevancia poco destacada sobre las conductas religiosas, en especial en los contextos de violencia en los que la diferencia de creencias religiosas se convierte en una excusa para potenciar los enfrentamientos.

Es posible que el diálogo interreligioso pudiera tender a ahondar en una cierta sordera sofisticada, cada religión en el proceso de intercambio de palabras y oraciones ahondando en los argumentos para mejor justificar (y justificarse) que lo propio es lo superior. Panikkar era consciente de la necesidad de trascender lo interreligioso, de ir más allá de las certezas de las propias convicciones, en una comunicación abierta a la posibilidad de difuminar fronteras. Desde luego, se trata de un gran reto del siglo XXI: minimizar el papel de lo religioso en la potenciación de conflictos y profundizar el diálogo en la línea de lo antes planteado puede resultar un elemento imprescindible para construir una sociedad global más armónica.

Un camino que redimensiona el diálogo interreligioso […] puede resultar un elemento imprescindible para construir una sociedad global más armónica.

CG: Otro aspecto que ha señalado en su análisis, en este caso al referirse específicamente a la labor de Ediciones Civilización Global, es la continuidad de la publicación de la revista mensual Civilización Global, desde 2005 con este nombre.[3] A lo largo del último medio siglo, en el mundo de habla hispana han existido varias publicaciones periódicas centradas en el budismo, algunas de las cuales han tenido un carácter más bien académico y otras han estado más ligadas a su práctica. No obstante, por un motivo u otro, varias de ellas han dejado de publicarse. Nos encantaría conocer su apreciación del papel que, en este marco, puede ejercer la edición desde España de Civilización Global, que en los últimos años tiene presencia digital además de impresa.

FDV: Desde luego, conseguir –en los turbulentos momentos de transición entre lo que podríamos denominar la era Gutenberg y la era digital– que una revista budista en español se mantenga viva es un logro. Tantas otras, como Cuadernos de Budismo, como Dharma, por no nombrar más que a las que vieron la luz con cierta constancia en España, han terminado desapareciendo en el complejo paso del papel al medio digital.

El mundo de lo digital tiende a la inmediatez, que, a su vez, es obsolescencia de lo ya pasado; un buen ejemplo lo ofrecen los correos electrónicos. Estudiar el trabajo de los intelectuales del pasado podía enriquecerse enormemente al analizar su correspondencia. Los archivos incluyen cartas que ilustran contactos, relaciones, ideas compartidas. En mi caso, la revisión de la correspondencia entre uno de los grandes estudiosos de las religiones, Mircea Eliade, y uno de sus interlocutores españoles, el filósofo y polígrafo Eugenio D’Ors, me permitió conocer mejor ciertos aspectos de las obras de ambos que sin esta correspondencia no se detectarían de modo suficiente. En la actualidad, la volatilidad del correo electrónico y los demás medios de intercambio de ideas hace que un trabajo así resulte mucho más difícil, cuando en teoría debería ser al revés. Las cartas, al ser ejemplares únicos, debieran ser más frágiles en su conservación frente a archivos digitales que pueden multiplicar sus copias hasta el infinito. Pero ahí incide la irrelevancia de lo mucho, junto a la volatilidad de los formatos digitales.

Mantener una revista viva en papel y en digital es una excelente opción, pero sin duda requiere hacer una apuesta comprometida por la equilibrada combinación de memoria y olvido, de pasado y presente (con la perspectiva de ser capaces de navegar en la incertidumbre futura). Es decir, poder ir más allá de biografías personales que marquen el surgimiento, pero también la desaparición de las iniciativas unidas a la temporalidad y el carácter impermanente de la individualidad.

Desde luego, conseguir –en los turbulentos momentos de transición entre lo que podríamos denominar la era Gutenberg y la era digital– que una revista budista en español se mantenga viva es un logro. […] [E]n papel y en digital es una excelente opción.

CG: Al analizar los elementos de visibilización del budismo en España, ha recalcado algo que, desde nuestro punto de vista, tiene una particular relevancia. Nos referimos al hecho de que, si bien «se tiende a pensar que el budismo propone una mirada centrada en lo individual, en el trabajo interior por parte de los practicantes, […] una característica destacada de esta religión es justamente el compromiso social».[4] Se trata, evidentemente, de un tema con múltiples derivadas; pero, relacionándolo con la actividad editorial –y en particular con aquella que desde Ediciones Civilización Global conocemos mejor–, no podemos evitar pensar que esta constatación es el trasfondo de su afirmación de que «de [Daisaku] Ikeda resultan notables sus propuestas de paz».[5] Nos gustaría saber más sobre esta valoración.

Francisco Díez de Velasco intervino en el acto de conmemoración del 30.º aniversario de la Unión Budista de España, el 25 de septiembre pasado en Madrid | Foto: Teresa Arilla

FDV: Llevo muchos años leyendo las propuestas de paz, y la sensación, he de reconocer, es que tiende cada vez más a la perplejidad. Quedan bien claras las sendas, pero las realidades son tozudas. Me vienen a la memoria los acuerdos de Oslo de 1993 y la situación actual; lo mismo podríamos decir sobre los ruidos de sables a nuestro alrededor, cuando sabemos bien claramente lo que habría que hacer pero las palabras rebotan en la materialidad.

A veces, ese germen que hay en el budismo, que encara lúcidamente lo que denomina samsara (ver el recuadro 2) y trata de combinar impermanencia y perfectibilidad, conforma un horizonte de resiliencia.

A veces, ese germen que hay en el budismo, que […] trata de combinar impermanencia y perfectibilidad, conforma un horizonte de resiliencia.

CG: Para terminar, abordamos un tema al que usted mismo dedica el último apartado en algunas de sus publicaciones: los retos de futuro. Como ha escrito, «estamos ante un mundo híbrido en el que se da una cosa y la contraria».[6] Y la complejidad del presente, proyectada al futuro, genera ansiedad y desesperanza, especialmente entre las generaciones jóvenes, pero también entre quienes se preocupan por ellas y tratan de apoyarlas, un cometido que difícilmente pueden eludir las religiones. Nos gustaría preguntarle sobre su visión personal de este desafío.

FDV: Creo que lo dicho en la última frase de la anterior respuesta podría servir también de contestación aquí, si en vez de conjugarlo en presente lo planteamos como apuesta de futuro.

RECUADRO 1
Abril y la palabra en el budismo Nichiren

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Fue un 28 de abril cuando Nichiren Daishonin proclamó su enseñanza, en 1253. Ya en la época moderna, la primera edición del periódico de la Soka Gakkai, Seikyo Shimbun, vio la luz un 20 de abril, en 1951.
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Aniversario del Gosho
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Este 2023 se cumplen 15 años de la publicación en castellano de Los escritos de Nichiren Daishonin (en 2008).
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Volver a la mención en la entradilla del artículo. .

RECUADRO 2
Samsara, resiliencia y esperanza
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El término de origen sánscrito «samsara» denota el ciclo de nacimiento, vida, muerte y renacimiento. Y «duhkha», o «sufrimiento», alude a una tensión provocada por la distancia entre lo que deseamos y la realidad que percibimos a nuestro alrededor, derivada de la naturaleza transitoria de todos los fenómenos. El Sutra del loto esclarece que podemos convertir este mundo, con todos sus conflictos y aflicciones, en una tierra pura de alegría y de esperanza. En sintonía con ello, Daisaku Ikeda ha sugerido recientemente una apuesta o compromiso de futuro que atañe al uso de la palabra en el budismo: «Las voces con las que oramos y dialogamos con otras personas con coraje, sinceridad y perseverancia se convierten en semillas de esperanza […]. Hoy y, de nuevo, mañana, con la determinación de que “¡Así y todo, no me he desalentado!”, sembremos [dichas semillas] con orgullo».[7]
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Volver a la mención en el texto principal del artículo.


[1] ↑ DÍEZ DE VELASCO, Francisco: Budismo en España: Historia y presente, Madrid: Ediciones del Orto, 2020, pág. 113.

[2] ↑ NICHIREN: Los escritos de Nichiren Daishonin (END), Soka Gakkai: Tokio, 2008, pág. XIII. La frase se inserta en el siguiente pasaje: «[E]l ser humano es –y debería ser– el destinatario natural de todo sistema filosófico de inspiración religiosa. En un mundo como el actual, francamente orientado a la globalización, es menester que las religiones tomen conciencia de este fin esencial. Este humanismo universal es, a mi juicio, la condición imprescindible de toda religión dispuesta a atender las necesidades de nuestra civilización global. Basado en esta convicción inamovible, afirmo y subrayo la importancia del diálogo interreligioso, uno de los retos más acuciantes que nos presenta el siglo XXI».

[3] ↑ Como expone el propio entrevistado, en DÍEZ DE VELASCO, Francisco: El budismo en España: Historia, visibilización e implantación, Tres Cantos (Madrid): Ediciones Akal, 2013, pág. 100, la revista «antes, desde 1997, se titulaba Visión Global y previamente se llamaba De la victoria, y comenzó a publicarse en 1993».

[4] ↑ El budismo en España: Historia, visibilización e implantación, op. cit., pág. 115.

[5] ↑ Budismo en España: Historia y presente, op. cit., pág. 140.

[6] ↑ DÍEZ DE VELASCO, Francisco: Religiones en España: Historia y presente, Tres Cantos (Madrid): Ediciones Akal, 2012, pág. 314.

[7] ↑ Civilización Global, n.º 215, marzo 2023, sección «Especial», pág. 10.

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