Fortalecer nuestra red ciudadana de Bodisatvas de la Tierra (3/3)


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Esos bodisatvas surgen de la tierra de la Ley prodigiosa, que es, por lo tanto, la gran tierra de los diez estados. Irrumpen y surgen de la Ley prodigiosa, y por ende todos los seres de los diez estados surgen de esa misma manera. Esos seres de los diez estados son bodisatvas de la Ley prodigiosa; así pues, son todos grandes seres dotados de profunda bondad y de amor compasivo, que benefician a todos los seres animados en gran abundancia. […] Esos bodisatvas encarnan la bondad y el amor compasivo que son parte intrínseca de todos los seres de los diez estados. Y ya que a esos bodisatvas se les transfiere la Ley original de Myoho-renge-kyo [Nam-myoho-renge-kyo], ellos surgen de la tierra de ese modo. Esos bodisatvas surgidos de la tierra son Nichiren y sus seguidores, que hoy entonan Nam-myoho-renge-kyo. No hay que buscarlos en ningún otro lado.[22]

TODOS LOS SERES DE LOS DIEZ ESTADOS SON MANIFESTACIONES DE LA LEY MÍSTICA

A continuación, estudiemos una sección del Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente que hace referencia al capítulo «Surgir de la tierra» (15.°) del Sutra del loto.

Aquí, el Daishonin diserta de manera libre y dinámica sobre la frase «surgir de la tierra» –que es, también, el nombre del capítulo– desde el punto de vista de los diez estados de la vida.

El texto señala: «Estos bodisatvas […] irrumpen y surgen de la Ley prodigiosa [Ley Mística], y por ende todos los seres de los diez estados surgen de esa misma manera».[23] La observación se basa en un pasaje del Sutra del loto donde se describe la aparición de esos bodisatvas, que surgen de las profundidades de la tierra. Esos que irrumpen, dice el Daishonin, no solo son seres del estado de bodisatva, sino también seres de la totalidad de los diez estados (desde el infierno hasta la budeidad); agrega, asimismo, que todos son intrínsecamente «bodisatvas de la Ley prodigiosa [Ley Mística]».[24]

También nosotros poseemos los diez estados. Aunque nos encontremos en un estado de sufrimiento infernal, mientras no nos dejemos vencer, sigamos entonando Nam-myoho-renge-kyo de todo corazón y luchemos con todas nuestras fuerzas, podremos cumplir nuestra misión como Bodisatvas de la Tierra. No necesitamos fingir; podemos esforzarnos tal cual somos. Cualesquiera sean nuestro estado de vida y nuestras circunstancias, podemos valernos de todo para llevar a cabo nuestra práctica del bodisatva.

En este mismo tenor, todos tenemos distintos trabajos, trayectorias vitales, talentos, personalidades. Cada cual, en su propio campo de acción y con sus propias capacidades, está activo en la sociedad, dando lo mejor de sí para ayudar a otras personas. Nuestra hermosa diversidad –como la floración de los «cerezos, ciruelos, melocotoneros y albaricoqueros»–[25] es una radiante prueba de la nobleza de nuestras vidas, que son manifestaciones de la Ley Mística dotada de los diez estados.

Regresando al pasaje que nos ocupa, todos los seres de los diez estados que surgen de la tierra son bodisatvas de la Ley Mística, cuya conducta y acciones expresan el impulso compasivo de beneficiar a la humanidad y a todos los seres vivientes.

LA BRISA PRIMAVERAL DEL AMOR COMPASIVO

En el Sutra del loto aparecen incontables bodisatvas. Algunos son anónimos y otros, como Maitreya[26] y Manjushri,[27] prominentes. Sin embargo, según refiere el Daishonin, los bodisatvas de la Ley Mística no pertenecen a esta clase de seres especiales o personificados. Nos dice que los seres de los diez estados poseen amor compasivo de manera inherente. Todas las personas «encarnan la bondad y el amor compasivo que son parte intrínseca de todos los seres de los diez estados».[28] En otras palabras, cada uno es, originariamente, un bodisatva. Todos podemos activar en nuestro interior el estado de vida de los bodisatvas y trabajar por la felicidad propia y de los demás. Los Bodisatvas de la Tierra dan prueba real de ello.

El Daishonin escribe: «Estos grandes bodisatvas [que irrumpieron de la Tierra] están especialmente dotados para brindar beneficios a todas las personas del Último Día de la Ley, así como los peces están a sus anchas en el agua o como las aves se mueven libremente en el cielo».[29] La suave brisa primaveral del amor compasivo envuelve sin falta la gran tierra del pueblo, donde los Bodisatvas de la Tierra actúan libre y enérgicamente.

En este pasaje del Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente, el Daishonin afirma que sus discípulos, que entonan Nam-myoho-renge-kyo, son «esos bodisatvas surgidos de la tierra».[30] Y, con solemnidad, los exhorta a mantener ese orgullo y esa conciencia. Hoy, los miembros de la Soka Gakkai que practican y propagan la Ley Mística son los Bodisatvas de la Tierra y los auténticos campeones del kosen-rufu.

TRANSFORMAR NUESTRO MUNDO SAHA EN UNA TIERRA DE BUDA

El escenario en el cual irrumpen estos Bodisatvas de la Tierra no es otro que nuestro mundo actual, el mundo saha.

En el capítulo «Surgir de la tierra», Shakyamuni identifica el lugar donde vive como «este, mi mundo saha».[31] Tales palabras transmiten el profundo amor de Shakyamuni al mundo en que vivimos. Es más, que Shakyamuni –quien había logrado la iluminación en el remoto pasado– hable de «este, mi mundo saha» constituye un rasgo definitorio del Sutra del loto. Los Bodisatvas de la Tierra acompañan a su maestro Shakyamuni al ponerse en acción para convertir en una espléndida tierra de buda ese mundo saha donde viven.

En tiempos de Shakyamuni había muchos reinos y dominios distintos tanto en la India como en el resto del mundo. Pero en el mundo saha, donde aparecen los innumerables Bodisatvas de la Tierra en el Sutra del loto, no existen fronteras o límites que dividan el territorio. Para los Bodisatvas de la Tierra, cada persona es parte de este preciado mundo saha que nos alberga, y todos estamos unidos por profundas relaciones kármicas.

TOMAR CONCIENCIA DE LAS RAÍCES DE «SURGIR DE LA TIERRA»

Para los Bodisatvas de la Tierra, todos los habitantes de este mundo saha son residentes del planeta Tierra, ciudadanos globales. Esto tiene mucho en común con la idea de la ciudadanía global[32] postulada por mi maestro Josei Toda.

Hace años, escribí sobre esta gran tierra de la que irrumpen los Bodisatvas de la Tierra, la raíz de la vida en todas sus formas, en un poema imbuido de una oración por el cese de la discriminación racial.[33]

He aquí el hogar, la morada
donde la humanidad
encuentra el origen de su existencia,
más allá de toda frontera,
más allá de toda diferencia de género y de etnia.
He aquí un mundo que ofrece prueba tangible
de nuestra humanidad.

Cuando retornamos a esas raíces fundamentales,
todos somos amigos y camaradas.
Comprenderlo es «surgir de la tierra».[34]

Nosotros, ciudadanos globales de la Soka, estamos expandiendo nuestra gran red de personas comunes «surgidas de la Tierra» a escala mundial.

PONER EN ACCIÓN EL ESPÍRITU DEL BODISATVA

El doctor Pauling se mostró convencido de que, para construir sociedades armoniosas, debemos tomar como modelo el compromiso con el bienestar de los semejantes. «Me parece importante esforzarnos por establecer este ámbito de la existencia humana –el noveno estado, de bodisatva– y actuar en consecuencia».[35] Esta poderosa afirmación de un eminente académico como él, que en ese entonces tenía 91 años, fue sin duda un mensaje a las futuras generaciones.

En efecto, para convertir en un mundo de armonía y paz la sociedad actual, atravesada de divisiones y de conflictos, es crucial propagar el espíritu del bodisatva y su convicción inquebrantable en la dignidad y el valor del ser humano.

Por dolorosa y difícil que sea la realidad del mundo, los Bodisatvas de la Tierra jamás sucumben a la resignación o a la desesperanza; no en vano reciben el elogio de Shakyamuni por haber «fortalecido su determinación de manera completa y absoluta».[36]

Son bodisatvas dotados de coraje y esperanza, que eligen surgir en la época más difícil, que es el Último Día de la Ley, y en el lugar más arduo, que es este mundo saha, para esforzarse con alegría de hoy hacia el mañana, hasta el eterno futuro.

El capítulo «Surgir de la tierra» enumera sus virtudes:

[C]on constancia y dedicación,
día y noche
[perseveran] en este mundo saha,
para […] buscar el Camino del buda.

[N]o se dejan ensuciar por cuestiones mundanas,
como la flor de loto en el agua.

[E]n ningún aspecto son inmaduros o tímidos.

Son sagaces respondiendo preguntas difíciles,
y sus mentes no conocen el temor.

Han cultivado con firmeza una actitud perseverante.[37]

Nosotros, como personas comunes, podemos manifestar libremente estas cualidades luminosas mientras danzamos en el escenario del mundo como Bodisatvas de la Tierra.

JAMÁS OLVIDAR LA INTRÉPIDA DETERMINACIÓN DE LOS BODISATVAS DE LA TIERRA

Nichiren Daishonin escribe: «Cuando ocurre un gran mal, sobreviene un gran bien. […] La gran Ley correcta se propagará sin falta. ¿Acaso tienen algo de qué lamentarse? […]. Cuando el bodhisattva Prácticas Superiores irrumpió de la tierra, ¿acaso no lo hizo bailando?».[38]

Pase lo que pase, por tumultuosa que sea la época, jamás debemos olvidar dos cosas que nos enseñó el Daishonin: la intrépida determinación de los dignos y valientes Bodisatvas de la Tierra, y nuestra misión, acorde con la voluntad del Buda.

Mis queridos amigos, ¡fortalezcamos y expandamos nuestra asamblea Soka de Bodisatvas de la Tierra, que abraza el budismo del sol y difunde compasivamente la Ley Mística, en bien de la paz y la felicidad de toda la humanidad!

(Traducción del artículo publicado en la edición de mayo de 2022 de Daibyakurenge).


[22] ↑ OTT, págs. 232-233. Esta obra contiene las enseñanzas orales sobre el Sutra del loto que Nichiren Daishonin impartió en Minobu, recogidas y compiladas en dos volúmenes por su discípulo y sucesor Nikko Shonin.

[23] ↑ OTT, págs. 232-233.

[24] ↑ Ib., pág. 233.

[25] ↑ Véase ib., pág. 200.

[26] ↑ Maitreya: Bodisatva que, según las predicciones, sucedería a Shakyamuni como futuro buda. También conocido como Ajita, que significa «invencible». En China, Maitreya se tradujo al chino con los ideogramas «El Compasivo» o «El Honrado Compasivo».

[27] ↑ Manjushri: Bodisatva que desempeña un importante papel en el Sutra del loto y en otras escrituras. Simboliza la perfección de la sabiduría y es venerado como figura central de los bodisatvas.

[28] ↑ OTT, pág. 233.

[29] ↑ On the Five Guides for Propagation (Sobre las cinco guías para la propagación), en WND-2, pág. 551.

[30] ↑ OTT, pág. 233.

[31] ↑ SL, cap. 15, pág. 211.

[32] ↑ Josei Toda articuló por primera vez su idea de la ciudadanía mundial en un seminario de estudio para el Departamento de Jóvenes de la Soka Gakkai que tuvo lugar en febrero de 1952. Es la noción de que todos los habitantes del mundo son integrantes de una familia global y deberían buscar la prosperidad a través de la cooperación y la armonía, en lugar de discriminarse o involucrarse en conflictos.

[33] ↑ En 1992 se desató una ola de disturbios en la ciudad de Los Ángeles, Estados Unidos, en un contexto de creciente escalada por las tensiones raciales. El 27 de enero de 1993, el maestro Ikeda dedicó a los miembros de la SGI de Estados Unidos un poema titulado «El sol de jiyu sobre una nueva tierra». En él, inspirado en el tema de los bodisatvas «surgidos de la tierra» (en japonés, jiyu) mencionados en el Sutra del loto, presenta la alentadora visión de la construcción de una sociedad que sirva como modelo de convivencia armoniosa.

[34] ↑ IKEDA, Daisaku: “The Sun of Jiyu over a New Land” (El sol de jiyu sobre una nueva tierra), en Journey of Life: Selected Poems of Daisaku Ikeda (El viaje de la vida: Poemas escogidos de Daisaku Ikeda), Londres: I. B. Tauris, 2014, pág. 241.

[35] ↑ Comentario del Dr. Pauling tras la disertación ofrecida en el Claremont McKenna College (véase la nota 1).

[36] ↑ El general Tigre de Piedra, en END, pág. 997.

[37] ↑ Véase SL, cap. 15, pág. 218-221.

[38]El gran mal y el gran bien, en END, pág. 1165.

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