Jóvenes fénix · A los miembros del Departamento Futuro de la SGEs
Entrega de la serie Remonten el vuelo hacia el cielo de la esperanza, por Daisaku Ikeda
Es posible que, muchas veces, cuando los miembros expresan sus resoluciones en las actividades de la SGI, los hayan oído referirse a «hacer su revolución humana». Es probable que este término les haya parecido algo difícil de entender. Para decirlo sencillamente, una «revolución» es un «gran cambio». Así que la revolución humana significa hacer una gran transformación en la vida de uno mismo; es decir, cambiar para mejor.
La clave está en el corazón. Dicho de otro modo, se trata de cambiar por dentro y avanzar decididamente en la dirección correcta, hacia la paz y la felicidad.
Mi maestro de vida, Josei Toda, escribió en uno de sus libros: «Las personas pueden ser fuertes con solo cambiar su actitud». También escribió: «Hay una diferencia muy pequeña entre decidir que nos desafiaremos y decidir que ni siquiera tiene sentido intentarlo. Si dan lo mejor de ustedes mismos y se esfuerzan al máximo, podrán volcar toda la fuerza que siempre han tenido dentro, pero que nunca utilizaron».
Quizá hayan tenido oportunidad de comprobar esto que les digo en algún momento de su vida. Cuando uno cambia su actitud, también cambia su modo de actuar. Y cuando los actos de uno son diferentes, también se generan cosas distintas a su alrededor.
Pero ¿cómo se activan todas estas posibilidades? Tomando una determinación.
La revolución humana es ser personas cada vez mejores y más fuertes. Es llegar a sentirnos absolutamente felices con quienes somos, y ser personas capaces de cumplir todos sus sueños y metas.
Sus compañeros de la SGI están desafiándose cada día por lograr su revolución humana. Participar en las actividades de la SGI y entonar Nam-myoho-renge-kyo nos permiten avanzar en este propósito. Como estamos esforzándonos de esta manera, el sol siempre brilla en nuestro corazón y vivimos llenos de esperanza.
La SGI es una comunidad de personas dedicadas a hacer su revolución humana.
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En realidad, la revolución humana no transcurre en otro lugar más que en nuestra vida cotidiana.
Ser capaces de hacer aunque sea una sola cosa que antes no podíamos llevar a cabo –por ejemplo, mejorar nuestro estado físico, dejar de ser olvidadizos o distraídos, acostumbrarnos a ser más ordenados y aseados– es hacer la revolución humana. Si no les gusta estudiar pero deciden esforzarse de verdad y avanzar aunque sea un pequeño paso, eso también es un gran ejemplo de revolución humana.
A pesar de que las cosas no salgan enseguida como esperaban, si perseveran en este camino verán cuánto han cambiado y con qué rapidez. Aunque al principio no se den cuenta de ello, ustedes ya están creciendo a pasos agigantados.
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El señor Toda fue la persona que me enseñó qué significaba la revolución humana. De hecho, el libro suyo que cité antes se llama, precisamente, La revolución humana.
El protagonista de esta novela –un personaje basado en el propio señor Toda– declara al término de la novela: «¡Ya he decidido mi vida!», y jura dedicarse al kosen-rufu en bien de la paz mundial y de la felicidad de las personas.
Fiel a estas palabras, después de la segunda guerra mundial mi maestro hizo crecer la Soka Gakkai, que en ese momento era solo un pequeño grupo de personas, y la convirtió en una gran organización, abriendo de esa manera una ruta de paz y de felicidad en la sociedad japonesa.
Yo, discípulo del señor Toda, continué su noble dedicación al kosen-rufu y tomé la pluma para registrar la vida, el espíritu y la historia de mi mentor para transmitir a las futuras generaciones.
Un discípulo de verdad se enfoca en hacer su revolución humana siguiendo el gran ejemplo recibido de su maestro. Por eso decidí que mi novela también se llamara La revolución humana. […]
Hasta el día de hoy y gracias al apoyo de los lectores, en el Seikyo Shimbun, diario de la Soka Gakkai, se han publicado más de 6700 entregas sucesivas de La revolución humana y de su continuación, La nueva revolución humana. [A la conclusión de dicha continuación, la suma de entregas alcanzó las 7978]. Este hecho es motivo de mi más profundo agradecimiento.
Ambas novelas narran las historias de revolución humana protagonizadas por muchísimos miembros. La gran revolución humana que inició el maestro Toda ha tenido eco en incontables personas, y su corriente se ha convertido en un río caudaloso. En la actualidad, el mundo entero es el escenario de un sinfín de revoluciones humanas victoriosas.
Hoy, la SGI se ha difundido a 192 países y territorios, y las veinticuatro horas del día, en alguna parte del mundo, alguien está entonando el daimoku imbuido de un poderoso deseo de paz y de felicidad. El sueño del señor Toda se ha vuelto realidad.
Así como el sol ilumina todas las cosas cuando se eleva en el cielo, su revolución humana los hará brillar a ustedes y al mundo que los rodea. Si ustedes resplandecen, se iluminará su familia y se llenará de luz la clase donde estudian. Si su clase brilla, también lo hará toda la escuela. Y si su escuela brilla, formará muchas personas que podrán hacer de la sociedad un lugar mucho mejor. De esa forma, con el tiempo podrá mejorar y avanzar la historia de la humanidad en su conjunto.
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Así como cada mañana comienza un nuevo día, también ustedes son una nueva persona todos los días. Espero que inicien cada jornada con la decisión de dar lo mejor hasta que termine el día.
La revolución humana comienza cuando uno decide lograr sus metas personales y recita daimoku con esa determinación.
Así como cada mañana comienza un nuevo día, también ustedes son una nueva persona todos los días. Espero que inicien cada jornada con la decisión de dar lo mejor hasta que termine el día, y que empiecen este año nuevo con la promesa de hacer realidad todas sus aspiraciones. ¡Este año tiene que ser de enorme revolución humana para todos nosotros!
La nueva era del kosen-rufu mundial empieza cuando cada uno de ustedes se desafía por hacer su propia revolución humana.
¡Por favor, sigan adelante llenos de vitalidad y cuídense mucho del frío!
(Artículo extraído del ensayo publicado en la edición del 1 de enero de 2014 de Boys and Girls Hope News).