Impulsar el kosen-rufu con valentía, mientras avanzamos dinámicamente en nuestra vida (1/3)


Abrimos 2023 publicando una nueva entrega de la serie de disertaciones de Daisaku Ikeda Iluminando el mundo con el budismo del sol.

Al comienzo de un nuevo año, nuestros corazones se llenan de esperanza y determinación renovada, y rebosamos de ilusión y entusiasmo. Desde luego, habrá en el horizonte días soleados y jornadas de lluvia, y no faltarán las tormentas de dificultades. Pero, con el firme compromiso de seguir avanzando, no tenemos nada que temer.

Recuerdo un monólogo de Fausto, el protagonista de la obra homónima escrita por el autor alemán Johann Wolfgang von Goethe (1749-1832):

Ahora me siento con el valor de arremeter
y soportar los tormentos y los placeres de la tierra;
para luchar contra el huracán
y no arredrar aunque el navío que cruje se rompa.[1]

Las palabras de Fausto expresan la postura de afrontar sin titubeos los retos turbulentos de la vida. ¿No es acaso el mismo espíritu que ha palpitado en la Soka Gakkai desde los primeros días?

«¿TENGO EL VALOR?»

En este inicio de un nuevo año en que renovamos nuestras promesas, preguntémonos: «¿Tengo el valor de ponerme en acción por el kosen-rufu? ¿Tengo la ardiente pasión de asumir ese reto? ¿Tengo el espíritu de lucha de abrir nuevas fronteras, sin dejarme intimidar por los problemas o los obstáculos?».

El kosen-rufu es el propósito del Buda y es nuestro gran juramento. Pero, si pensamos que ya habrá alguien que se ocupe de lograrlo algún día, nunca sucederá nada. Los engranajes del kosen-rufu empiezan a moverse cuando decidimos ponernos de pie y avanzar nosotros mismos, aunque sea un centímetro o un paso.

Esto es sumamente válido en este momento, en que la Soka Gakkai sigue desplegando sus alas como movimiento religioso global en el tramo que resta hasta nuestro centenario [en 2030].

Mi maestro Josei Toda fue quien se levantó solo, en un país devastado por la guerra, con el compromiso de lograr el kosen-rufu. Fue él quien inició su lucha justa y benevolente para aliviar el sufrimiento del pueblo.

Hace setenta años, con la mirada puesta en el Año Nuevo de 1952, declaró que había llegado la hora del kosen-rufu, y pidió a los miembros que luchásemos como «valientes campeones de la propagación» y «personas dedicadas» a ese ideal.

LA PASIÓN Y LA FUERZA DE LOS JÓVENES SON LA FUERZA DEL AVANCE DINÁMICO

Ese fue su primer Año Nuevo desde que había asumido la segunda presidencia de la organización; el maestro Toda estaba completamente decidido a hacer de 1952 un año de avance dinámico. Y, en especial, tenía las máximas expectativas y la confianza más absoluta en la pasión y la fuerza de los jóvenes.

En sus «Guías para la juventud»,[2] publicadas el año anterior [1951], nos había urgido con fervor: «¡Jóvenes, pónganse de pie con valor! ¡Jóvenes, acompáñenme en esta lucha!».[3] Y, en los inicios de ese nuevo año, volvió a alentarnos a ser «valientes campeones de la propagación».

Como un joven más, quería responder a sus expectativas y retribuir lo mucho que le debía a mi maestro. Una de mis primeras iniciativas fue liderar la Campaña de Febrero[4] de 1952, en el distrito general Kamata de Tokio.

En ese momento, los distritos generales más grandes apenas lograban introducir en la práctica budista a unas cien familias por mes. Toda Sensei me pidió que me hiciera cargo de la situación y yo respondí a su confianza liderando con toda convicción aquella campaña, a la temprana edad de veinticuatro años. En unión inseparable, los miembros de Kamata y yo logramos transmitir la Ley, en un solo mes, a 201 nuevas familias, batiendo así los récords anteriores y superando un límite en nuestras actividades de propagación a nivel nacional.

La pasión de los jóvenes es lo que alimenta el poder de conquistar nuevas alturas. Su esfuerzo es la fuerza que impulsa un nuevo avance dinámico. Esta es una regla invariable que nos enseña la historia.

Cuando leemos los escritos de Nichiren Daishonin vemos cuánto confiaba en sus jóvenes discípulos y qué esperanzas abrigaba en ellos. En esta entrega, estudiaremos un texto dirigido a uno de esos sucesores, Nanjo Tokimitsu, titulado Persecución con palos y espadas.

(Continuar leyendo la parte 2/3).


[1] ↑ GOETHE, Johann Wolfgang von: Faust I & II (Fausto), ed. y trad. ingl. Stuart Atkins, en Goethe’s Collected Works (Obras completas de Goethe), Princeton, Nueva Jersey: Princeton University Press, 1994, vol. 2, pág. 15.

[2] ↑ «Guías para la juventud»: Artículo escrito por el segundo presidente de la Soka Gakkai, Josei Toda, el 28 de septiembre de 1951. Inicialmente, apareció en el Seikyo Shimbun con el título «Boletín para responsables de grupo del Departamento de Jóvenes». Luego se reimprimió como editorial de la revista de estudio de la Soka Gakkai Daibyakurenge, en la edición del 1 de noviembre de 1951, con el título «Guías para la juventud». En él hace hincapié en la misión de los jóvenes para mitigar el sufrimiento humano y establecer, por medio de una revolución religiosa, la paz y la felicidad genuinas para todas las personas.

[3] ↑ TODA, Josei: «Seinen Kun» (Guías para la juventud), en Toda Josei Zenshu (Obras completas de Josei Toda), Tokio: Seikyo Shimbunsha, 1981, vol. 1, pág. 59.

[4] ↑ Campaña de Febrero: En febrero de 1952, Daisaku Ikeda, quien por entonces era asesor del distrito general Kamata de la Soka Gakkai, en Tokio, inició una dinámica campaña de propagación budista. Junto con los miembros locales, superó los registros preexistentes, que eran de unos cien ingresos mensuales, y logró que 201 nuevas familias se sumaran a la práctica del budismo Nichiren en la Soka Gakkai.

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