Un orgulloso castillo de personas comunes con la misión de los Bodisatvas de la Tierra
Este mes presentamos una disertación de Daisaku Ikeda sobre el 3 de mayo, perteneciente a la serie «Iluminando el mundo con el budismo del sol».
EN 1993, ME REUNÍ con el astrónomo y físico norteamericano Robert Jastrow (1925-2008), jefe de la División Teórica de la NASA y figura clave del programa de alunizaje Apolo. Me obsequió con una gran fotografía en color de la Tierra, tomada desde el Apolo XI, durante su viaje espacial hacia la Luna. En la imagen, captada hace medio siglo –en 1969– por los astronautas de ese vuelo histórico, en la impenetrable oscuridad del espacio se ve nuestro luminoso planeta, con sus océanos azules y sus blancas nubes brillantes.
En el espacio no hay fronteras
Cuando vemos la Tierra desde el espacio, no se ven fronteras nacionales. Esta imagen de nuestro hermoso planeta, un oasis pletórico de vida, nos recuerda cuán necios son los conflictos entre personas, grupos étnicos y naciones. Y nos hace desear con más fuerza aún el establecimiento de la paz.
El budismo plantea una visión muy amplia del universo. Su descripción de las magnitudes siderales, que habla de numerosos «grandes sistemas planetarios»,[1] tiene mucho en común con el conocimiento que hoy se tiene de la Vía Láctea y del sistema solar, así como de incontables sistemas estelares que ocupan el espacio infinito. Parte de esos sistemas es nuestra Tierra, que en los sutras budistas se denomina «mundo saha»[2] o Jambudvipa.[3]
Y hoy, los miembros de la Soka Gakkai, como camaradas Bodisatvas de la Tierra que comparten la vida de la Madre Tierra, están izando el estandarte del humanismo Soka mientras se dedican a transmitir a sus congéneres la Ley Mística.
El kosen-rufu mundial está avanzando ampliamente, y lo mismo ocurre con la filosofía humanística del budismo Nichiren, que trasciende las fronteras y las diferencias étnicas, culturales y lingüísticas.
Estoy seguro de que mi maestro Josei Toda, el segundo presidente de la Soka Gakkai, quien propugnó la idea de la ciudadanía global, estaría encantado de ver que hoy nuestra red inmensa de Bodisatvas de la Tierra envuelve el planeta. Durante su reclusión a manos del gobierno militar en los años de la Segunda Guerra Mundial, Toda Sensei tomó conciencia de que su identidad era la de un Bodisatva de la Tierra, y desentrañó la profunda misión que tenía la Soka Gakkai desde el remoto pasado. […]
Durante su reclusión a manos del gobierno militar en los años de la Segunda Guerra Mundial, Toda Sensei tomó conciencia de que su identidad era la de un Bodisatva de la Tierra, y desentrañó la profunda misión que tenía la Soka Gakkai desde el remoto pasado.
Un movimiento global y popular
Mientras nos disponemos a celebrar una vez más el 3 de mayo, Día de la Soka Gakkai, quiero reafirmar que nuestra organización es una gran asamblea de Bodisatvas de la Tierra, una inmensa red global de personas unidas por el juramento de lograr el kosen-rufu.
El punto de partida de la Soka Gakkai es estar siempre del lado del pueblo; somos un cónclave de bodisatvas que hemos surgido jubilosamente de la tierra.
Hoy, el surgimiento de personas anónimas dedicadas a practicar el camino del bodisatva, que consiste en celebrar el potencial de todas las personas, se equipara con la aparición dinámica y sublime de los Bodisatvas de la Tierra, cuya saga transcurre en la Ceremonia en el Aire[4] del Sutra del loto.
(Continuar leyendo la parte 2/3).
[1] ↑ Gran sistema planetario: También llamado «mil millones de mundos». Uno de los sistemas estelares que se describen en la antigua cosmología india. Un mundo consiste en un monte Sumeru, sus mares y macizos montañosos circundantes, un sol, una luna y otros astros. Mil mundos conformaban un sistema planetario pequeño; mil sistemas planetarios pequeños constituían un sistema planetario mediano; y mil sistemas planetarios medianos formaban un gran sistema planetario. En totalidad, se los menciona como «tres mil mundos».
[2] ↑ Mundo saha: El mundo en que vivimos los seres humanos, colmado de sufrimientos. La palabra sánscrita saha, a menudo traducida como «mundo donde se resiste», deriva de una raíz que significa «soportar» o «resistir». Por tal razón, en las versiones en chino de las escrituras budistas, saha se traduce como «resistencia» o «tolerancia». En este contexto, «mundo saha» significa el lugar donde los seres humanos se exponen a padecer sufrimientos.
[3] ↑ Jambudvipa: Término de la antigua cosmología india que denota el mundo entero.
[4] ↑ Ceremonia en el Aire: Una de las tres asambleas descritas en el Sutra del loto, en la cual toda la congregación de personas queda suspendida en el espacio por sobre el mundo saha. Va desde el capítulo 11.º, «El surgimiento de la torre de los tesoros», hasta el 22.º, «La transferencia». El corazón de esta ceremonia es revelar la iluminación original del Buda en el remoto pasado y la transmisión de la esencia del sutra a los Bodisatvas de la Tierra, guiados por el bodisatva Prácticas Superiores.