Quienes practican y transmiten las enseñanzas son la esperanza del universo


Por Daisaku Ikeda · Julio de 2023


En un pasaje crucial de Sobre la profecía del Buda, en el cual proclama con claridad su visión del kosen-rufu mundial, Nichiren Daishonin recalca la importancia de que exista gente que practique y transmita la Ley.[1]

Mi maestro Josei Toda me enseñó, estrictamente: «Sin personas que crean en las enseñanzas y las transmitan a otros, la corriente vital del budismo desaparecerá. Por lo tanto, seguir forjando estos valores humanos será esencial para el kosen-rufu y para la eterna perpetuación de la Ley. ¡Jamás lo olvides!». […]

En una carta dirigida a su joven discípulo Nanjo Tokimitsu, de dieciocho años,[2] Nichiren Daishonin escribe:

Con respecto al Sutra del loto, el propio Buda manifestó: «El Honrado por el Mundo lleva largo tiempo exponiendo sus doctrinas, y ahora es momento de que revele la verdad»;[3] es más, lo expuso en la asamblea donde se reunieron el buda Muchos Tesoros y los budas de las diez direcciones, como si el sol, la luna y las incontables estrellas se hubieran formado en hilera.[4]

La Ley Mística, Nam-myoho-renge-kyo, es la verdad suprema en la cual jamás nos arrepentiremos de creer. Permite fusionar nuestro estado de vida con la budeidad del universo, un manantial del cual fluye el bien supremo. Podemos convertir todas las cosas y personas de nuestro medio ambiente en aliadas –hasta el sol, la luna y las estrellas– para crear en el mundo real incontables asambleas de felicidad y de paz, tan maravillosas como inspiradoras.

El Daishonin mostró a la juventud un magnífico camino y la invitó a recorrerlo. Nanjo Tokimitsu fue una figura ejemplar, modelo del joven que cree en las enseñanzas y las transmite a otros, y precursor de los miembros de nuestro Departamento Futuro. Su vida prueba que, practicando el budismo Nichiren, es posible superar los sufrimientos de la vida –como la muerte de seres queridos, las dificultades económicas y la enfermedad– y saldar la deuda de gratitud con nuestros padres de la mejor manera, como una presencia de armonía y felicidad para la familia.

El Daishonin también nos asegura que, aun cuando encontremos adversidades y obstáculos a raíz de nuestra fe en la enseñanza correcta, podemos sin falta desarrollar el estado de vida invencible de los campeones espirituales y declarar: «Aunque suframos por un tiempo, lo que nos aguarda en última instancia es la felicidad».[5]

Los miembros y graduados del Departamento Futuro son orgullosos «abanderados de la justicia» que practican y transmiten el budismo del sol del Daishonin. Creando redes solidarias dedicadas a impulsar la paz, la cultura y la educación, están iluminando vivamente la familia humana global.

En otra carta a Tokimitsu, el Daishonin escribe: «En el transcurso de las muchas existencias vividas, uno ha contraído una deuda de gratitud con todos los seres. En tal caso, uno debería ayudar a cada uno de los semejantes a lograr la budeidad».[6] Estas palabras describen a la perfección a nuestra familia Soka, un milagroso mundo de confianza y aliento, cuyos miembros están unidos por los más profundos lazos de vida a vida, a través del pasado, el presente y el futuro.

Desde la fértil tierra de amor compasivo que es la Soka Gakkai, bajo la mirada sonriente del Daishonin, ¡forjemos con bondadoso afecto a cada uno de nuestros camaradas, tesoros del universo, que abrazan y difunden las enseñanzas!

En vísperas de las «Reuniones de diálogo para el futuro»[7] [que se llevarán a cabo durante el verano en todo Japón], participemos juntos y brillemos irradiando una gran luz de esperanza y de crecimiento.

Todos somos parte
de una familia
unida por un juramento
que data del tiempo sin comienzo:
traer armonía al mundo
y valentía a las futuras generaciones.

(Traducción del artículo publicado en la edición de julio de 2023 de Daibyakurenge, revista mensual de estudio de la Soka Gakkai).


[1] Véase Sobre la profecía del Buda, en Los escritos de Nichiren Daishonin (END), Tokio: Soka Gakkai, 2008, pág. 421.

[2] De acuerdo con la forma tradicional de contar los años en Japón.

[3] El Sutra del loto, Tokio: Soka Gakkai, 2014, cap. 2, pág. 26.

[4] La buena fortuna en esta vida, en END, pág. 686.

[5] Protecting the Atsuhara Believers (La protección a los creyentes de Atsuhara), en The Writings of Nichiren Daishonin (WND), Tokio: Soka Gakkai, 2006, vol. 2, pág. 882.

[6] The Four Virtues and the Four Debts of Gratitude (Las cuatro virtudes y las cuatro deudas de gratitud), en WND, vol. 2, pág. 637.

[7] En Japón, durante julio y agosto según la zona, los encuentros de diálogo se llevarán a cabo en torno a la consigna «Reuniones de diálogo para el futuro», centradas en el Departamento Futuro y en el desarrollo del kosen-rufu de hoy hacia el mañana.

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