La forma más certera de avanzar


Recursos para la introducción de las reuniones de diálogo de la SGEs


Pero si queremos, ante todo, establecer la seguridad en el país y orar por nuestras existencias presentes y futuras, debemos observar y analizar la realidad con premura, y tomar medidas lo antes posible para remediar la situación.

Sobre el establecimiento de la enseñanza correcta para asegurar la paz en la tierra, en END, págs. 24-25. Este texto es un tratado de advertencia escrito por el Daishonin, fechado el 16 de julio de 1260 y dirigido a Hojo Tokiyori, regente retirado que seguía siendo la figura más influyente del clan gobernante en Japón. Adopta la forma de un diálogo entre un anfitrión y un huésped, personajes que se interpretan como alusiones a Nichiren Daishonin y a Hojo Tokiyori, respectivamente.

El maestro [Josei] Toda creía que, por muchos argumentos altisonantes que se esgriman en su favor, las armas nucleares amenazan esencialmente el derecho a la existencia de la humanidad y representan el mal absoluto. Por tal razón, deben ser rechazadas de manera tajante. Con admirable visión de futuro, nos urgió a difundir en todo el mundo este pensamiento y a despejar el camino para asegurar que nunca ocurra una catástrofe nuclear. […]
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Con nuestra práctica «para uno mismo y para los demás», día a día estamos promoviendo un cambio en el destino de toda la humanidad a paso firme y seguro; estamos trabajando para establecer un mundo sin armas nucleares, donde prevalezca la paz. En última instancia, el kosen-rufu reside en esta clase de esfuerzos cotidianos y tenaces.
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El maestro Toda ofreció esta orientación relativa a la forma de impulsar el kosen-rufu: «Transmitir el budismo a los demás, de persona a persona, es la fórmula invariable para lograr el kosen-rufu. Se trata, además, de una fórmula que coincide enteramente con los ideales democráticos. Podrá parecer un camino arduo, pero es la forma más certera de avanzar. Una ola genera otra ola, y de ese modo se forman mil, diez mil olas. Así es como se logra el kosen-rufu». […]
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Nuestros laboriosos miembros están perseverando seriamente en el diálogo sincero, de corazón a corazón, para ayudar a una persona tras otra a superar el sufrimiento. Y quienes lideran este esfuerzo, el más humilde y el más noble, son nuestras admirables mujeres de la Soka.
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Gracias a la dedicación de todos los miembros de la Soka Gakkai, en cada región y país del mundo está surgiendo, en pleno acuerdo con las enseñanzas del Daishonin, una firme corriente de valores humanos que han despertado a su misión como Bodisatvas de la Tierra. El kosen-rufu mundial se ha vuelto una realidad. Esta fórmula se mantendrá de manera invariable. Siempre escucharemos con paciencia a cada persona que sufre o tiene problemas, y siempre le enseñaremos la forma de avanzar hacia una felicidad absoluta.[1]

En la misma disertación de la cual se han extraído la cita y los párrafos de comentario antes reproducidos, Daisaku Ikeda alude a algunas interesantes apreciaciones del célebre filósofo y escritor Lou Marinoff:

El doctor Lou Marinoff, presidente y fundador de la Asociación Estadounidense de Profesionales de la Filosofía, con quien he publicado un volumen de diálogos, ha observado que la relación de maestro y discípulo que caracteriza a la Soka Gakkai constituye una forma de transmitir el arte de vivir.
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Este arte –comentó– es el de cómo vivir la vida; es el arte de vivir con valores y sentido de propósito. En este cometido –agregó–, es muy importante trabajar para la felicidad de los demás y comprender que esa contribución es la manera de lograr la propia felicidad. En su opinión, este es el mensaje de la SGI al mundo. Vivir bien –continuó– significa entablar conexiones reales con los demás e impartir un mensaje positivo. Añadió que todo esto podría parecer algo banal, pero es de vital importancia. Cuando inspiramos a alguien, esa persona ejerce influencia positiva sobre otras. Esta es –concluyó el doctor Marinoff– la forma de expandir el bien en la sociedad.
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En otras palabras, la forma de mejorar la sociedad es vivir correctamente, con el propósito de ser felices y de hacer felices a los demás.[2]

Grupo Azahar | Foto enviada por José Verdú

El escrito de Nichiren Daishonin citado al inicio de esta sección contiene la expresión «un amigo en el salón perfumado de orquídeas», que alude a una persona capaz de ejercer una influencia virtuosa sobre las demás; en otras palabras, lo que en el budismo se denomina «buen amigo». El fragante nombre de este grupo de diálogo murciano evoca esta clase de vínculo humano positivo, que trasluce también la fotografía que se tomaron en esta reunión veraniega.

Envío de imágenes a: prensa@ediciones-civilizacionglobal.com


[1]Extraído de este número, sección «Estudio».

[2]Ib.

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