La juventud y la fe: Tomar conciencia de la propia dignidad y de la dignidad de las demás personas (1/3)


Nueva entrega de la serie de disertaciones de Daisaku Ikeda Iluminando el mundo con el budismo del sol.

Mi maestro Josei Toda, segundo presidente de la Soka Gakkai, a menudo decía a la gente joven: «¡No temáis! ¡Vivid resueltamente, como leones!».

Porque apreciaba inmensamente a los jóvenes, siempre los alentaba cálidamente. Su esperanza era que cada uno pudiera «armarse del coraje de un león rey»[1] y ser un vencedor en la vida, capaz de prevalecer sobre cualquier dificultad.

Desde la época de nuestro presidente fundador Tsunesaburo Makiguchi, forjar a los jóvenes y formar a los líderes de la siguiente generación han constituido la invariable tradición y el espíritu esencial de la Soka Gakkai.

JÓVENES QUE BUSCAN UNA FORMA DE VIDA AUTÉNTICA

Durante una entrevista para un programa de radio de la Emisora Tohoku [en diciembre de 1956], preguntaron a Toda Sensei por qué entre los miembros de la Soka Gakkai había tantos jóvenes. Su respuesta fue muy clara: «Porque tenemos una filosofía profunda».

«Los jóvenes –continuó– buscan una filosofía de vida. Esa búsqueda los lleva a escalar cumbres cada vez más altas. Cuanto más escalan, más grande es su alegría, y por eso, una vez que se unen a la Soka Gakkai, no desean alejarse».

Son las palabras de un gran educador que siempre cuidó y apoyó a la juventud que buscaba una forma de vivir auténtica. Aún hoy me parece escuchar su voz afectuosa y compasiva.

ESCALAR JUNTOS LA CUMBRE DEL KOSEN-RUFU

Seguidamente, el maestro Toda agregó: «Yo estoy recorriendo el mismo camino. Estoy un paso o dos por delante, eso es todo. No digo que he llegado a la cima; digo “¡Marchemos juntos hacia la cima!”».

Esta invitación a buscar juntos la verdad del budismo tiene que haber alentado a incontables jóvenes. Si en la Soka Gakkai desarrollamos un movimiento de estudio, es para poder aprender juntos los principios del budismo, cultivar nuestras vidas y ascender en esta existencia las cumbres del kosen-rufu y del logro de la budeidad.

Julio, en la Soka Gakkai, es el mes de la juventud. Con una oración por el crecimiento dinámico de mis queridos sucesores de los departamentos de Jóvenes, Estudiantes y Futuro, en esta ocasión me gustaría abordar dos escritos del Daishonin, con foco en los temas de la juventud y la fe. En primer lugar, estudiemos La ofrenda de un pastel de barro, una carta que expresa la infinita esperanza del Daishonin en la gente joven.

(Continuar leyendo la parte 2/3).


[1]Sobre las persecuciones acaecidas al venerable, en END, pág. 1042.

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