La nueva partida de la SGEs


Orientación para la SGEs


Desde este espacio queremos desear a todas y todos un magnífico 2024, «Año de la nueva partida hacia una Soka Gakkai juvenil en todo el mundo», en el camino hacia el 50.º aniversario de la SGI en 2025 y el centenario de la fundación de la Soka Gakkai en 2030. ¡Felicitaciones!

Este mes se cumplen treinta años de la inscripción de la Soka Gakkai de España en el Registro de Entidades Religiosas de la Subdirección General de Libertad Religiosa, actualmente vinculado al Ministerio de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes del Gobierno de España. Esto nos convierte en una de las entidades budistas establecidas más antiguas en nuestro país. Además, esta trayectoria de tres décadas encarna en la sociedad española el compromiso de «transmitir que el vínculo del maestro y los discípulos unidos por el noble juramento del kosen-rufu es eterno e indestructible», según expresó Daisaku Ikeda en su último mensaje a los miembros de la SGI.[1] Las claves para seguir avanzando a partir de ahora son el establecimiento de metas claras y la unión.

Este mes se cumplen treinta años de la inscripción de la Soka Gakkai de España en el Registro de Entidades Religiosas […] del Gobierno de España. Esto nos convierte en una de las entidades budistas establecidas más antiguas en nuestro país. […] Las claves para seguir avanzando a partir de ahora son el establecimiento de metas claras y la unión.

En relación con las metas, cabe recordar que Nichiren Daishonin nos alerta: «Fortalezcan su fe día tras día y mes tras mes. Si su determinación flaquea tan solo un instante, las funciones demoníacas sacarán ventaja».[2] Nuestra práctica del budismo Nichiren es un eterno desafío. Se trata de una contienda incesante por triunfar sobre nosotros mismos. Por ello resulta importante ponernos objetivos claros, respondiéndonos a preguntas como ¿qué necesito hacer hoy? o ¿cuáles son mis metas para este mes? Y orar específicamente por cada una de esas determinaciones con el rugido de león de Nam-myoho-renge-kyo, venciendo todas las funciones destructivas y manifestando la vitalidad y la sabiduría necesarias para responder a las cambiantes circunstancias.

Al igual que la importancia de las metas, la unión fue un tema central en la Asamblea Ejecutiva de la SGEs que tuvo lugar el fin de semana del 2 y el 3 de diciembre. Esta cita, que congregó a representantes de todo el país,[3] se había convocado meses atrás para abordar el movimiento por el kosen-rufu en nuestra tierra en el nuevo año y, tras conocerse la noticia del fallecimiento de Ikeda Sensei, se decidió que se iniciara con una ceremonia en honor y agradecimiento a él, al mediodía del sábado 2. El carácter extraordinario del momento convirtió la asamblea en un escenario para decidir, con mayor convicción aún, «triunfar en nuestro reto por transformar el destino de la humanidad»[4] en los próximos siete años, como discípulos instruidos directamente por el maestro.

El mismo sábado, ya por la tarde, nuestra organización dio un significativo paso hacia una Soka Gakkai juvenil mediante el nombramiento de nuevos cargos de responsabilidad y liderazgo, con los jóvenes a la vanguardia. Seguidamente, hasta el mediodía del domingo 3, se trataron diversos aspectos de las actividades de 2024 y se profundizó en el modelo de unión que plantea el budismo Nichiren, esto último a través de un estudio impartido por la copresidenta de la SGI de Europa, Suzanne Pritchard.

En La nueva revolución humana, leemos:

Nuestra unión está basada, por un lado, en la relación inquebrantable del mentor y el discípulo dedicados al kosen-rufu y, por el otro, en la unión de todos los miembros que trabajan juntos con una meta común. El kosen-rufu se entreteje entonces cuando convergen la relación entre mentor y discípulo y la unión de «distintas personas con un mismo propósito». Mientras mantengamos una fe basada en la unión, disfrutaremos de beneficios inmensurables y avanzaremos a lo largo del camino de la revolución humana y del logro de la budeidad en esta existencia.

Avanzar juntos en unión armoniosa es en sí muestra del triunfo personal de cada individuo sobre el egoísmo, pues no puede existir armonía entre quienes son egocéntricos e incapaces de cooperar.

La Soka Gakkai es la organización que trabaja por el logro del kosen-rufu de acuerdo con el propósito y el mandato del Buda.[5]

Avanzar juntos en unión armoniosa es en sí muestra del triunfo personal de cada individuo sobre el egoísmo, pues no puede existir armonía entre quienes son egocéntricos e incapaces de cooperar.

La Soka Gakkai es una organización que está directamente conectada con el corazón del Daishonin y que hace avanzar el kosen-rufu en el mundo real en exacta sintonía con su enseñanza del Daishonin, con una unión de «distintas personas con un mismo propósito».[6] La base de esta unión no es otra que la unión de maestro y discípulo compartida por los tres presidentes fundadores de la Soka Gakkai, así como por nosotros y nuestro eterno maestro, Daisaku Ikeda.

Un importante escrito de Nichiren Daishonin pone de relieve la relevancia de este lazo:

Todos los discípulos y seguidores laicos de Nichiren deben entonar Nam-myoho-renge-kyo con la actitud de ser distintas personas pero centradas en un mismo propósito, trascendiendo todas las diferencias que pueda haber entre ellas hasta volverse inseparables como los peces y el agua en que nadan. Este lazo espiritual es la base para la transmisión universal de la Ley suprema de la vida y la muerte. Aquí yace el verdadero objetivo de la propagación de Nichiren. Cuando estén unidos así, hasta el gran deseo de la propagación universal podrá concretarse. Pero si alguno de los discípulos de Nichiren rompe la unión de distintas personas con un mismo propósito, será como un guerrero que destruye su propio castillo desde adentro.[7]

Al comienzo de esta declaración, el Daishonin define como sujeto «todos los discípulos y seguidores laicos de Nichiren», apelando a cada uno de nosotros, instándonos a ponernos de pie con su mismo juramento y luchar por el kosen-rufu.

A continuación, la expresión «trascendiendo todas las diferencias […] entre ellos» nos llama a buscar constantemente el corazón de nuestro maestro para elevar nuestra condición de vida y, de ese modo, superar cualquier impulso hacia el enfrentamiento o la discriminación de compañeros. Esto no resulta fácil: cuando experimentamos un conflicto, el apego a la idea de que la otra persona debe cambiar primero puede llegar a ser fuerte. Pero el Sutra del loto enseña que no hay distinción entre el Buda, la Ley y las personas comunes; en otras palabras, la naturaleza de Buda es inherente a las vidas de todas las personas, que tienen por tanto un potencial ilimitado.

La meta de «volverse inseparables como los peces y el agua en que nadan» esclarece que estamos interconectados y que somos indispensables unos para otros. Con estas gráficas palabras, el Daishonin nos enseña que es crucial que nos respetemos, nos comprendamos y nos protejamos mutuamente.

En suma, la unión de distintas personas con un mismo propósito es tal que, independientemente de las diferencias que puedan existir en términos de apariencia, carácter, género, edad, ocupación, responsabilidad u otros, compartimos lo más esencial: la fe. De acuerdo con ello, la unidad en nuestra organización se caracteriza por un profundo respeto hacia las cualidades únicas de cada individuo, que puede brillar tal cual es y –como el cerezo, el ciruelo, el melocotonero y el albaricoquero–[8] desempeñar plenamente su papel en el escenario del kosen-rufu desde el campo de su misión.

La unidad en nuestra organización se caracteriza por un profundo respeto hacia las cualidades únicas de cada individuo, que puede brillar tal cual es y desempeñar plenamente su papel en el escenario del kosen-rufu.

Las siguientes afirmaciones impresionan por su rotundidad: «Aquí yace el verdadero objetivo de la propagación de Nichiren. Cuando estén unidos así, hasta el gran deseo de la propagación universal podrá concretarse». Y también impresiona la advertencia que cierra la cita: «Pero si alguno de los discípulos de Nichiren rompe la unión de distintas personas con un mismo propósito [convirtiéndola en una relación entre distintas personas con propósitos distintos, enfrentados], será como un guerrero que destruye su propio castillo desde adentro». Lamentablemente, en la historia de la Soka Gakkai encontramos episodios que han evidenciado la justificación de dicha advertencia, con personas que intentaron destruir la unión desde dentro de nuestro movimiento. Sin embargo, en cada uno de ellos, haber hecho de la inseparabilidad de maestro y discípulo nuestro cimiento nos permitió triunfar sobre los obstáculos y las funciones demoníacas.

En relación con esto, el 27 de noviembre pasado el presidente de la Soka Gakkai, Minoru Harada, anunció que el 15 de noviembre, aniversario del fallecimiento de Ikeda Sensei, en adelante será conmemorado cada año por la Soka Gakkai junto con el 18 de noviembre y el 2 de abril, aniversarios de la muerte de los maestros Makiguchi y Toda, respectivamente.[9]

Toda Sensei declaró en una ocasión que la Soka Gakkai era más importante que su propia vida. Como discípulos, grabemos profundamente en nuestros corazones el compromiso de proteger con determinación esta organización de distintas personas con un mismo propósito, a la que los tres presidentes fundadores dedicaron sus existencias.

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[1] Véase la revista CG, n.º 224, diciembre 2023.

[2] Sobre las persecuciones acaecidas al venerable, en END, págs. 1042-1043.

[3] N. de E.: En las asambleas ejecutivas participan los responsables nacionales, de región y de zona de la SGEs.

[4] Véase la revista CG, op. cit.

[5] IKEDA, Daisaku: La nueva revolución humana. Volúmenes 21 y 22, Rivas-Vaciamadrid: Ediciones Civilización Global, 2020, pág. 55.

[6] Véase el escrito titulado con esa expresión, en END, pág. 648.

[7] La herencia de la Ley suprema de la vida, en END, pág. 227.

[8] Véase OTT, pág. 200.

[9] N. de E.: Tsunesaburo Makiguchi falleció en 1944 y Josei Toda, en 1958.

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