Nuestra reunión de diálogo en familia


Jeff, Taeko, Masaki y Hideyuki Welliver · Alicante

Decidiendo el tema
Hace poco, después de ver una película, Masaki (7 años) expresó su miedo a los monstruos. Preguntó a su padre (Jeff) si tenía miedo a algo, y él le respondió que no tenía miedo a los monstruos, pero que había algo a lo que sí tenía miedo: a no haber sido lo suficientemente bueno para lograr sus metas en la vida. El diálogo que esto abrió nos ayudó a escoger el tema para nuestra reunión: el coraje.

La preparación
Al abrir la revista para preparar la reunión, de manera natural se abrió otro diálogo. Los niños empezaron a hojearla y a hablar sobre Sensei. Preguntaban sobre las fotos, y se manifestaron impresionados por el hecho de que haya miembros de la Soka Gakkai en todo el mundo.

La reunión
Nos vestimos para la ocasión, y comenzamos la reunión con gongyo y daimoku. Después conversamos sobre el concepto de coraje y compartimos pasajes de los escritos de Nichiren Daishonin, como: «Nam-myoho-renge-kyo es como el rugido de un león» (Respuesta a Kyo’o, en END, pág. 433). A continuación, leímos cuentos infantiles y jugamos a un juego de preguntas sobre el coraje. Ambos pensaron en ejemplos del día a día de lo que significa tener coraje: levantarse solo por la mañana, saludar a la gente, ir al colegio aunque en realidad no tengas muchas ganas, no llorar en el médico cuando te ponen una inyección, etc.; y se alentaron y alabaron entre ellos por enfrentar con coraje situaciones difíciles. Se veía que, estando en casa y en familia, los niños se sentían cómodos en abrirse y dialogar. Luego pintamos y recortamos unas caras de leones. Antes de finalizar con tres daimoku, cantamos las canciones Torchbearers y Youth of Europe, Be the Light.

Después de la reunión
Después de la reunión, hemos tenido varias muestras claras del valor y el beneficio de haberla hecho. Por compartir algunas entrañables, Masaki comenzó a tararear Torchbearers y a decirle a su hermano pequeño cuánto le gustaba esta canción. A Hideyuki (3 años), lo hemos visto dando vueltas por la casa entonando daimoku solo.

Queremos seguir celebrando reuniones de diálogo familiares como esta, y de este modo conectar la filosofía y la práctica budistas con las vidas de nuestros hijos, de la manera más natural y relacionada con su día a día. |

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