Nuestro «revelar lo verdadero»


En esta sección ofrecemos recursos para las reuniones de diálogo de la SGEs. Estos son: una cita que alumbra la trascendencia de los esfuerzos que cristalizan en estos encuentros («Globalmente»), la presentación de uno de los grupos que los sostienen («Localmente»), un pasaje de los escritos de Nichiren Daishonin comentado por Daisaku Ikeda («Avanzando con el Gosho»), una «Perspectiva» y algunas «Palabras clave».

GLOBALMENTE

En su último libro, el catedrático de Filosofía de la Universidad de Barcelona Josep Maria Esquirol hace un llamamiento a «intensificar lo humano, profundizar en lo más humano»,[1] basado en la convicción de que «el horizonte más importante no se encuentra más allá –más lejos–, sino más adentro».[2] Si esta meta resuena fuertemente con el humanismo que caracteriza al budismo Nichiren, los términos en los que el autor –lúcido defensor de una «filosofía de la proximidad»– aborda las relaciones humanas contribuyen a poner de relieve el valor de las reuniones de diálogo en la Soka Gakkai, y entroncan con temas tocados en la entrega especial de esta sección incluida en el número anterior: «Sólo con el encuentro y la palabra que se escucha, el ser humano llegará a ser creativo. Sólo con el encuentro y la palabra que se escucha, habrá sentido».[3] «Aquí reside la veritas. Una cosa son las verdades lógicas y, otra, por encima, la verdad de la vida, de las situaciones que ocurren y de los rostros personales que tienen y llevan nombre».[4] «Y sólo habrá habla verdadera cuando hayamos escuchado. La palabra que viene entra tanto por el oído como por la porosidad de la piel. La palabra que viene y te toca no te hace callar; no te condena al mutismo, sino al contrario, te hace responsable; es decir, te pide que respondas. La palabra que viene no se impone a la tuya: te da la tuya. Y atención: también guardar silencio es propio de quien responde».[5]

LOCALMENTE

Grupo Diamantes | Foto enviada por Natalia Rada

Este grupo de diálogo de la SGEs en Pamplona respondió con alegría[6] a la propuesta de conmemorar el 75.º aniversario del 14 de agosto de 1947 celebrando encuentros de diálogo y amistad. Lo hicieron el 15 de agosto, reuniéndose presencialmente por primera vez en dos años y medio, en un escenario privilegiado: el Parque Yamaguchi de la capital navarra, que les brindó a la vez sol y cobijo. La emoción del reencuentro en persona y el gozo del diálogo lograron que, incluso a la sombra, sus rostros brillaran con «la mayor de las alegrías».[7]

(Envío de imágenes a: prensa@ediciones-civilizacionglobal.com)

AVANZANDO CON EL GOSHO

Aunque mis discípulos y yo encontremos toda clase de dificultades, si no albergamos dudas en nuestro corazón manifestaremos la budeidad en forma natural. No duden tan solo porque el cielo no les brinde su protección; no se desalienten tan solo porque en esta existencia su vida no sea cómoda y segura.

(La apertura de los ojos, en END, pág. 300).

«Que “mis discípulos y yo […] manifestaremos la budeidad en forma natural” quiere decir que el estado interior del Buda del tiempo sin comienzo, inherente a Nichiren Daishonin, también existe de manera intrínseca en cada uno de nosotros.

Pero mientras la vida de las personas sigue nublada por las ilusiones y los sufrimientos, es imposible percibir esa naturaleza de buda innata.

Por eso, el Daishonin alentó sin descanso a sus discípulos mediante su propio ejemplo y comportamiento, mediante su guía y orientación. Les escribió incontables cartas, entablando así un diálogo a través de la palabra escrita, para inspirarlos y apoyarlos en la fe y la práctica, con el fin de que pudieran activar el estado de budeidad que él había adquirido. En esencia, les enseñó que podían manifestar la misma espléndida condición de sabiduría, amor compasivo y valentía que el Buda, si se armaban del corazón de un rey león y perseveraban con fe inamovible, pasara lo que pasara.

A partir de esto, resulta claro que la clave para que las personas comunes logremos la budeidad es practicar tal como enseña el Daishonin. En la conclusión de La apertura de los ojos, él nos exhorta a participar en la propagación de la Ley Mística, una contienda para frenar las tendencias destructivas originadas en la ignorancia fundamental, causa raíz del sufrimiento humano; lo que subyace a estas palabras es su deseo de que sigamos su ejemplo y “abandonemos lo transitorio para revelar lo verdadero”».[8]

PERSPECTIVA

En la disertación de la cual se han extraído la cita y el comentario recogidos sobre estas líneas, Daisaku Ikeda esclarece también el significado de «abandonar lo transitorio y revelar lo verdadero» desde la perspectiva de nuestra práctica: «significa tomar conciencia de que somos herederos de ese eterno juramento del Buda [de hacer que todos los seres puedan construir una felicidad indestructible], e iniciar nuestra propia labor por la felicidad de las personas. Todo comienza por un individuo que emprende con entusiasmo ese gran camino […]. Cuando practicantes así se unen sólidamente e inician un movimiento dispuestos a “establecer la enseñanza correcta para asegurar la paz en la tierra”, construyen una tierra de buda, un mundo seguro donde todos pueden ser felices. Este es el verdadero significado de “abandonar lo transitorio y revelar lo verdadero” en el budismo Nichiren».[9]

PALABRAS CLAVE

No albergar dudas · Manifestar la budeidad · Revelar lo verdadero


[1]ESQUIROL, Josep Maria: Humano, más humano, Barcelona: Acantilado, 2021, pág. 9.

[2]Ib., pág. 11.

[3]Ib., pág. 25.

[4]Ib., pág. 26.

[5]Ib., pág. 58.

[6]Véase SL, cap. 18.

[7]OTT, pág. 212.

[8]IKEDA, Daisaku: «Tomar conciencia de nuestro “yo superior” y de nuestra “gran misión”», Daibyakurenge, septiembre 2021.

[9]Ib.

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