Nuestros distritos Soka

La representación viviente de la asamblea sobre el Pico del Águila

Por Daisaku Ikeda · Marzo de 2020

HAY UN PASAJE de los escritos del Daishonin en el que pienso cuando hago daimoku por la salud, la larga vida, la seguridad y el bienestar de todos nuestros preciados miembros. Pertenece a Respuesta a Kyo’o, una carta de aliento que el Daishonin escribió durante su exilio en la isla de Sado a Shijo Kingo y a su esposa Nichigen-nyo, dos discípulos suyos de Kamakura cuya pequeña hija Kyo’o había caído enferma.

Desde que usted me informó sobre la situación de Kyo’o, he estado orando por ella a las funciones protectoras del Sol y de la Luna, a cada instante del día. […] Nam-myoho-renge-kyo es como el rugido de un león. Por lo tanto, ¿qué enfermedad puede ser un obstáculo? […] Los infortunios de Kyo’o se convertirán en buena fortuna.[1]

¡Cuán profundo, cálido y potente es el aliento del Daishonin!

Nuestros distritos de la Soka Gakkai son comunidades de miembros que avanzan juntos hacia el kosen-rufu con firme convicción en la fe y con oraciones basadas en una honda empatía hacia los demás, como hacía el Daishonin.

Por eso, los distritos de la Soka son oasis de revitalización. Apoyadas por el rugido del daimoku de sus camaradas, las personas que afrontan dificultades, incluso las más extremas, pueden armarse de robusta fuerza vital para transformar sus circunstancias con valor.

Hoy, sin un instante de interrupción, nuestro planeta es envuelto por la entonación de Nam-myoho-renge-kyo de toda la familia Soka. Uno de los primeros lugares del mundo en empezar el día es Wellington, en Nueva Zelanda, cerca de la Línea Internacional del Cambio de Fecha, cuyos miembros están realizando estupendas reuniones matinales de daimoku en su centro comunitario.

Los distritos de la Soka Gakkai, donde los Bodisatvas de la Tierra se reúnen con entusiasmo, son jardines de paz y de exuberante diversidad, fieles al principio budista sobre la floración de los «cerezos, ciruelos, durazneros y albaricoqueros».[2] En ciudades cosmopolitas de toda Europa, están celebrándose fantásticas reuniones de diálogo de ciudadanos globales, que convocan a personas de muy diversos orígenes y nacionalidades.

El Sutra del loto afirma:

Si en el lugar donde se expone la Ley
uno alienta a alguien a sentarse y escuchar el sutra,
los beneficios que obtendrá le permitirán
conseguir el sitial de Shakra, de Brahma y de los que hacen girar la rueda.[3]

Cuando invitamos amigos a nuestros encuentros y les transmitimos el budismo Nichiren, estamos creando causas para llegar a ser grandes líderes como Shakra, Brahma y los sabios reyes que hacen girar la rueda.[4]

Me embarga la emoción cuando imagino a los miembros del Departamento Futuro, que hacen tan felices a todos en las reuniones, convertidos en personas inmensamente valiosas y capaces.

En este tiempo, en este mundo, han nacido juntos los compañeros de fe que, en el pasado remoto, habían jurado propagar la Ley Mística. Este es el significado de la frase del Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente que dice: «La asamblea sobre el sagrado Pico del Águila continúa en toda su solemnidad y aún no se ha dispersado».[5] La asamblea sobre el Pico del Águila no es otra cosa que nuestros distritos. Por eso estamos avanzando juntos, compartiendo las horas felices y las aflicciones.

«Ármese de fe y ore a este Gohonzon. Entonces, ¿habrá algo que no pueda lograr?»,[6] escribe el Daishonin. Con este espíritu, ¡hagamos que nuestra vida y los amados lugares donde vivimos brillen como jardines floridos de felicidad y de victoria!

Que nuestros distritos
y los camaradas de la prodigiosa
asamblea sobre el Pico del Águila
sean para el mundo
faros de esperanza.

(Traducción del artículo publicado en la edición de marzo de 2020 de Daibyakurenge).


[1] Respuesta a Kyo’o, en END, pág. 433.

[2] Véase OTT, pág. 200.

[3] SL, cap. 18, pág. 248.

[4] Reyes que hacen girar la rueda: Reyes ideales de la antigua mitología india que gobiernan mediante la justicia antes que usando la fuerza, y generan tranquilidad y bienestar para el pueblo.

[5] Este pasaje de los escritos de T’ien-t’ai, citado por Nichiren Daishonin en OTT, afirma que la asamblea sobre el Pico del Águila donde Shakyamuni predicó el Sutra del loto es eterna y prosigue sin pausa. 

[6] Respuesta a Kyo’o, en END, pág. 433.

Scroll al inicio