Crear una sociedad abierta a la diversidad


Participación en un evento de la Fundación Pluralismo y Convivencia


Olga, Laura, Gabriel y Elettra: jóvenes de la SGEs en la actividad de FPC

El pasado 23 de enero, en respuesta a una invitación de la Fundación Pluralismo y Convivencia –con la que la Soka Gakkai de España lleva años colaborando–, cuatro miembros del Departamento de Jóvenes de la SGEs participaron en un encuentro organizado por dicha fundación junto con chicos y chicas de otras creencias religiosas.

La jornada tenía el objetivo de crear un dinámico espacio de diálogo interreligioso juvenil, y tratar de responder conjuntamente a la pregunta: ¿qué podemos hacer para lograr una sociedad más tolerante con la diversidad de creencias y convicciones?

A continuación, estos cuatro jóvenes comparten sus reflexiones sobre esta experiencia y sobre cómo contribuyeron a la jornada.

Olga Herreros (Calatayud): En la propuesta de paz de 2008, cuyo título es Humanizar la religión y crear la paz, Ikeda Sensei alienta a no caer en el fundamentalismo y acabar convirtiendo las religiones en un conjunto de principios abstractos y dogmas rígidos que sometan a las personas. Con esto en mente, y con la determinación de «buscar puntos en común», me desafié a hacer del encuentro con los otros jóvenes participantes una reunión de diálogo. ¡Mi impresión es que lo logramos! Mantuvimos un diálogo abierto y sincero del que salieron propuestas concretas sobre cómo poner en el centro a las personas y su bienestar.

«Estamos aquí para ser felices»: ese fue el principal punto en común que quise buscar con los otros jóvenes. Fue todo un desafío no dejarme llevar por mis propios prejuicios y no juzgar lo que decían o sus experiencias, sino intentar comprender y crear valor. Ha sido una experiencia muy enriquecedora y un impulso en mi revolución humana.

Gabriel Szokacs (Alcalá de Henares): Lo que más siento por esta actividad es gratitud, a distintos niveles. Gratitud por poder participar en un diálogo interreligioso, ya que siempre es una experiencia enriquecedora; por poder hacerlo con más compañeras de Gakkai, pues hemos podido profundizar en nuestra postura, aprendiendo juntos; y, finalmente, siento agradecimiento por haber podido volver a ver a una antigua amiga, Nihad, con quien hemos ido forjando una amistad gracias a anteriores actividades propuestas por la Fundación Pluralismo y Convivencia. Creo que la relación de profundo cariño y respeto mutuo que tenemos haría que Sensei se sintiese muy orgulloso, pues refleja los resultados de tener diálogos de corazón a corazón. Puedo decir, con orgullo y alegría, que gracias a la postura de Sensei y a la organización que se ha esforzado por construir con tanto denuedo, a día de hoy, los y las jóvenes de la Soka somos capaces de actuar como agentes unificadores entre las distintas religiones de nuestro país, luchando por una era de convivencia y empatía.

Laura Caputo (Madrid): Con su ejemplo, Sensei nos enseña la importancia de escuchar y abrir el corazón a la hora de dialogar incluso con personas con las que no compartimos tanto; por ello, intenté esforzarme en aprender y abrir la mente hacia las diferentes opiniones y creencias de mis compañeros de otras religiones, y fue realmente gratificante. Los jóvenes de mi mesa no estaban tan acostumbrados a tener reuniones de diálogo (y, en este caso, interreligioso, ¡un desafío aún más grande!) y siento que pude sacar la voz con alegría y alentarlos a hacer lo mismo. Así, compartimos experiencias y nos centramos en los elementos que nos unen como seres humanos, buscando las similitudes en lugar de las diferencias.

Esta experiencia me ha hecho reflexionar sobre la necesidad de seguir luchando en la sociedad española por la tolerancia hacia las diferentes creencias. Al ver a tantos jóvenes reunidos con este deseo, he entendido profundamente la confianza que Sensei tiene en nosotros como individuos que pueden transformar el futuro.

Dialogando con una representante de la Fundación Pluralismo y Convivencia

Elettra Pellegrino (Tenerife): Justo antes de participar en la jornada de Pluralismo y Convivencia, leí esta frase de Daisaku Ikeda: «Espero que sean personas que apoyen y acepten a los demás; de corazón amplio como un río majestuoso, inmenso como el océano, ilimitado como el cielo azul. El que tiene un corazón así de generoso construye relaciones sublimes».[1]

Reflexioné sinceramente sobre todos los diálogos que Ikeda Sensei emprendió a lo largo de los años con líderes internacionales y fui capaz, además, de apreciar qué significa intercambiar ideas con personas de creencias filosóficas, culturales y religiosas sumamente diversas.

Puedo decir que todos los jóvenes presentes fuimos capaces de hacer surgir el potencial para el diálogo en su forma más plena.

Agradezco mucho haber vivido esta jornada, en la que se creó una verdadera atmósfera de «diplomacia humana» para conseguir ver todo aquello que nos une y refutar lo que nos distancia.


[1]En el sitio web global de la Soka Gakkai.

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