Publicamos una nueva entrega de la serie de disertaciones de Daisaku Ikeda titulada Iluminando el mundo con el budismo del sol.
Orar, en el budismo Nichiren, significa realizar un juramento de vencer sin falta.
Todo comienza por la oración. Yo mismo he iniciado cada una de mis grandes luchas por el kosen-rufu con la oración. Cada vez que he enfrentado dificultades, las he desafiado con la oración como cimiento, recitando daimoku de todo corazón, y superándolas una por una.
Cuando, en 1952, nos preparábamos para lanzarnos a la Campaña de Febrero,[1] dije a mis compañeros miembros del distrito general Kamata: «¡Empecemos con la oración!». También, en 1956, […] di el primer paso en la campaña de Osaka[2] con una oración imbuida del profundo juramento de lograr el kosen-rufu. Me recuerdo entonando daimoku en aquel momento frente al Gohonzon donde se lee la inscripción «Prosperidad de la Gran Ley y cumplimiento de todas las oraciones», entronizado en la sede central de la Soka Gakkai en Kansai.
CON EL FERVOR DEL QUE BUSCA HACER FUEGO CON LEÑA HÚMEDA
La primera de las cinco guías de nuestro noble Departamento de Mujeres[3] […] es «Todo comienza por la oración». Pese a las exigencias interminables de su vida diaria, que incluyen, entre otras responsabilidades, la administración del hogar, el trabajo, la crianza de los hijos y el cuidado de padres mayores, hacen tiempo para la práctica del gongyo y el daimoku. Oran seria y sinceramente por su felicidad y por la de los demás, y alientan y apoyan a sus amigos y compañeros miembros. ¡Cuán increíblemente admirables son! Tales oraciones reflejan una humanidad verdaderamente noble.
Los miembros de la Soka Gakkai, Bodisatvas de la Tierra, hemos creado un movimiento que celebra la condición humana. Lo impulsan nuestras potentes oraciones, directamente conectadas con Nichiren Daishonin, y la sinceridad con que aplicamos su llamamiento a orar «con el fervor del que busca hacer fuego con leña húmeda o extraer agua de la tierra reseca».[4]
A través de nuestras oraciones para abrir nuevos horizontes en el kosen-rufu, hacia el centésimo aniversario de la Soka Gakkai (en 2030), escribamos una nueva épica triunfal de revolución humana y de la lucha conjunta de maestro y discípulo.
En esta entrega, exploremos las claves para la victoria en el kosen-rufu y en la vida centrándonos en los cuatro pilares de 1) la oración de los practicantes del Sutra del loto, 2) la oración para transformar el veneno en medicina, 3) la oración imbuida del juramento de maestro y discípulo y 4) la oración para hacer realidad el ideal del Daishonin de «establecer la enseñanza correcta para asegurar la paz en la tierra».
(Continuar leyendo la parte 2/3).
[1] ↑ Campaña de Febrero: En febrero de 1952, Daisaku Ikeda, quien por entonces era asesor del distrito general Kamata, en Tokio, inició una dinámica campaña de propagación. Junto a los miembros de Kamata, batió las marcas preexistentes, que eran de unos cien ingresos mensuales, y logró que doscientas una nuevas familias se sumaran a la práctica del budismo Nichiren en la Soka Gakkai.
[2] ↑ Campaña de Osaka: En mayo de 1956, los miembros de Kansai, unidos en torno a un joven Daisaku Ikeda, quien había sido enviado a ese lugar por el segundo presidente de la Soka Gakkai, Josei Toda, para brindarles apoyo, lograron el ingreso de 11 111 nuevas familias a su distrito general en un solo mes
[3] ↑ En marzo de 2009, Daisaku Ikeda dedicó al Departamento de Mujeres las siguientes cinco guías: 1) Todo comienza por la oración; 2) Avanzar en armonía con nuestra familia; 3) Forjar jóvenes sucesores; 4) Valorar el vecindario y la sociedad; 5) Compartir jubilosamente nuestras experiencias en la fe.
[4] ↑ La refutación de los actos contra la Ley y la erradicación de las faltas, en END, pág. 466.