Un objetivo al cual consagrarse


En esta sección ofrecemos recursos para las reuniones de diálogo de la SGEs. Estos son: una cita que alumbra la trascendencia de los esfuerzos que cristalizan en estos encuentros («Globalmente»), la presentación de uno de los grupos que los sostienen («Localmente»), un pasaje de los escritos de Nichiren Daishonin comentado por Daisaku Ikeda («Avanzando con el Gosho»), una «Perspectiva» y algunas «Palabras clave».

GLOBALMENTE

«[Nichiren Daishonin afirmó]: “En el término compuesto kambotsu, el elemento kan [o kam], que significa ‘aliento’, se refiere a convertir a otros, mientras que el elemento botsu [o hotsu], que significa ‘iniciar’, se refiere a la práctica [budista] de uno mismo”.

En otras palabras, “Aliento” (kambotsu) significa despertar la fe en uno mismo y, con el jubiloso estado de vida que obtenemos de ese modo, exhortar a otros a practicarla también. Es, realmente, un proceso de inspiración que fluye de vida a vida. […]

Nuestra vida, pletórica de júbilo exuberante, despierta y hace aflorar la naturaleza de Buda en los demás. Y nuestra disposición interna imbuida de amor compasivo hacia el bienestar de los demás pone en marcha una infinita sabiduría.

El aliento sincero, que brota del corazón, también es fundamental. El primer paso hacia el logro del kosen-rufu es alentar a quienes nos rodean».[1]

LOCALMENTE

Grupo Diamante | Imagen enviada por Karina Mengoni

¿Quién dijo que, en pleno período de confinamiento, no se podía celebrar una asamblea radiante? Los grupos de diálogo de la SGEs han demostrado a lo largo del mes de mayo que esto era posible, y han superado expectativas. En este grupo valenciano, sus miembros se aunaron además en la preparación de una pancarta que resultó ser una magnífica muestra de la unión en la diversidad que se resume en la expresión budista de «distintas personas con un mismo propósito» (itai-doshin), así como del espíritu de «protagonistas de la alegría» que dio nombre a estos revolucionarios encuentros conmemorativos.

(Envío de imágenes a: prensa@ediciones-civilizacionglobal.com)

AVANZANDO CON EL GOSHO

Emprendí mis estudios porque quería […] salvar a las personas a quienes debía mi gratitud. Siento que, en el camino hacia el logro de la Budeidad, invariablemente suceden hechos que nos llevan a dar la vida, y que es a través de ellos como podemos llegar a ser budas.

(Pasaje de El destierro a Sado, en END, pág. 211).

«El Daishonin, al abrirse paso hacia su propia iluminación, anhelaba abrir el camino a la iluminación de todas las personas del Último Día de la Ley. Pues esa es la forma –nos dice– de corresponder a todos aquellos con quienes tenemos una deuda de agradecimiento. Las persecuciones que soportó no fueron más que el resultado de su esfuerzo por despejar el camino hacia la iluminación universal. No puede haber duda de ello.

El kosen-rufu es una eterna lucha espiritual contra el Rey Demonio del Sexto Cielo, la función que busca controlar, dominar y oprimir la vida de la gente. Por eso, el Daishonin dice que, en el camino hacia el logro de la budeidad, uno llega a ser un buda cuando lucha con la postura de “dar la vida”. Cuando afrontamos valientemente las dificultades que se nos presentan, podemos extraer de nuestro interior sabiduría ilimitada e infinito amor compasivo. En otras palabras, revelar el estado de budeidad. […]

El filósofo español José Ortega y Gasset (1883-1955) deploraba que, en los tiempos modernos, la gente hubiera perdido el rumbo en la vida:

Por un lado, vivir es algo que cada cual hace por sí y para sí. Por otro lado, si esa vida mía, que sólo a mí me importa, no es entregada por mí a algo, caminará desvencijada, sin tensión y sin “forma”. Estos años asistimos al gigantesco espectáculo de innumerables vidas humanas que marchan perdidas en el laberinto de sí mismas por no tener a qué entregarse.

Aun hoy, muchos se pierden en las trampas de lo que Ortega describe como el laberinto del egoísmo. […] Los miembros de la Soka Gakkai tenemos un noble objetivo al cual consagrar la vida: el kosen-rufu».[2]

PERSPECTIVA

¿Cómo vivir con plenitud? De acuerdo con el budismo Nichiren, esta meta –de desplegar sin límites el propio potencial– no se opone a la asunción de obligaciones, al contrario: una persona puede conducir una existencia plena cuando reconoce su misión (en japonés, shimei, que literalmente significa «emplear la vida») y vive comprometida con ella hasta al final, con la conciencia de que cada momento puede ser el último. En este contexto, expresiones como «deuda de gratitud» o «dar la vida», que de entrada podrían parecer restrictivas o incluso enajenantes, en realidad apuntan a vidas colmadas de la riqueza, la personalidad y la libertad propias de quien cultiva los «tesoros del corazón».[3]

PALABRAS CLAVE

Camino hacia el logro de la budeidad · Gratitud · Noble objetivo · Consagrar la vida |


[1]En este número, «El Departamento de Estudiantes (2/3)».

[2]En este número, «El Departamento de Estudiantes (3/3)».

[3]Véase Las tres clases de tesoros, en END, pág. 892.

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