Una filosofía de vida generadora de esperanza para el mundo real (1/3)


Nueva entrega de la serie de disertaciones de Daisaku Ikeda Iluminando el mundo con el budismo del sol.

«Cada día representa una lucha implacable. No hay otra opción que arremeter hacia adelante, orando fervorosamente por la victoria». Es algo que escribí en mi diario en octubre de 1950.

En ese período turbulento que siguió a la Segunda Guerra Mundial, me esforcé al máximo en apoyar y ayudar a mi maestro Josei Toda, cuyos negocios habían sufrido serios reveses. Él se vio forzado a retrasar el pago de los sueldos, y mis compañeros de trabajo empezaron a renunciar, uno tras otro. Yo, sin embargo, no me desalenté.

En la misma entrada de mi diario, escribí también: «El trabajo es importante, pero no debo descuidar el estudio de los escritos del Daishonin». Estaba firmemente decidido a no ser negligente en los esfuerzos por profundizar en el budismo. Me decía a mí mismo: «¡Tengo un gran maestro que ha dado sentido a mi vida! ¡Tengo una noble misión a la cual dedicaré mi juventud! ¡Tengo una profunda filosofía que me guía para poder desplegar plenamente mi potencial!».

Aunque mi salud era muy frágil y me sentía exhausto, reunía fuerzas para leer los escritos del Daishonin tarde por la noche. Cada pasaje colmaba mi vida juvenil de esperanza, coraje y del juramento del kosen-rufu.

QUIENES ABRAZAN EL SUTRA DEL LOTO SON IGUALES AL BUDA

Quiero elogiar sinceramente a los admirables individuos que consagran tiempo y energía a estudiar los fundamentos del budismo Nichiren, con la meta de presentarse al examen introductorio del Departamento de Estudio […].

Entre ellos hay numerosos integrantes del grupo Muchos Tesoros y del Departamento Futuro.[1] Hay personas muy ocupadas con sus estudios, su trabajo u otras responsabilidades como la crianza. Y hay quienes lidian con dificultades financieras o de salud.

Nichiren Daishonin escribe: «[L]os que creen en el Sutra del loto y lo practican son iguales al buda Shakyamuni».[2] Un apasionado espíritu de búsqueda para indagar en la esencia de la Ley Mística sin falta se traducirá en beneficios tan inmensos como los del Buda.

Nuestra práctica diaria del gongyo y la entonación de Nam-myoho-renge-kyo nos permiten desplegar una fuerza vital indómita. Cuando usamos nuestros ojos, oídos, voz y manos para leer, escuchar, recitar y escribir pasajes de los escritos del Daishonin, grabamos esas palabras en nuestro corazón y nuestro ser. Los textos del Daishonin se convierten en una fuente de sabiduría que nutre nuestras actividades en la vida cotidiana y en la sociedad, y revelan su verdadero valor en las diversas situaciones y circunstancias que afrontamos. Por favor, tengan la seguridad de que, por ser personas que se esfuerzan con seriedad en la práctica y el estudio, todos los budas y bodisatvas los estarán elogiando y las deidades celestiales les extenderán su protección.

El estudio budista en la Soka Gakkai nos infunde el gran amor compasivo y la convicción de Nichiren Daishonin, quien prevaleció ante persecuciones que amenazaron su vida y siguió transmitiendo la Ley Mística incansablemente para guiar a todas las personas a la iluminación.

Mi esposa y yo estamos orando de todo corazón cada día por la felicidad y la victoria de quienes están preparándose para el examen de estudio, y de todos los que están apoyándolos y acompañándolos, leyendo y estudiando juntos los escritos del Daishonin en nuestra comunidad armoniosa de practicantes, directamente relacionada con él.

DESCUBRIR DENTRO DE NUESTRA VIDA LA LEY DE CAUSA Y EFECTO

El 1 de octubre es el Día del Departamento de Científicos y Académicos [de la Soka Gakkai], cuyos miembros son campeones en la búsqueda de la verdad y la creación de valor basada en la Ley Mística. Los orígenes de esta agrupación se remontan a 1972, es decir, hace medio siglo, cuando inicié una serie de diálogos con miembros de nuestra organización dedicados a la actividad académica, que se publicó por entregas en la revista de estudio Daibyakurenge con el título «La filosofía de la vida».[3] A propósito, el artículo central que el maestro Toda escribió para el primer número de dicha publicación, en 1949, llevó el mismo título.

El verdadero valor de una religión se encuentra en la forma en que explica la vida y esclarece su eternidad.

En uno de sus escritos, el Daishonin dice acerca de las enseñanzas no budistas de su época: «[E]n verdad son apenas infantes, incapaces de entender los principios de causa y efecto».[4] El budismo se destaca porque identifica el principio de causa y efecto que gobierna las funciones de la vida a través del pasado, el presente y el futuro, y señala que dicho principio no es de naturaleza externa, sino interna. El budismo Nichiren revela la Ley fundamental para redirigir las causas y los efectos generados en el pasado en la dirección más provechosa y positiva. También muestra el camino para que todas las personas puedan construir un estado de felicidad indestructible. […]

Más que nunca, las personas anhelan descubrir la filosofía enaltecedora de la vida del budismo Nichiren. Necesitamos acelerar nuestros esfuerzos para concretar un siglo de la vida.

En esta entrega, estudiaremos uno de los escritos de Nichiren Daishonin sobre los diez estados, principio esencial de la filosofía de vida del budismo Nichiren.

(Continuar leyendo la parte 2/3).


[1] ↑  N. de E.: El Departamento Futuro de la Soka Gakkai en Japón abarca también la franja de edad correspondiente a la etapa del bachillerato.

[2] ↑ Carta a Nichimyo la Venerable, en END, pág. 343.

[3]La serie se publicó, tiempo después, en forma de libro, con el título Seimei o kataru (Diálogo sobre la vida).

[4]La apertura de los ojos, en END, pág. 234.

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