El mundo aguarda expectante el crecimiento de todos ustedes
Proseguimos, con la segunda entrega, la publicación de esta serie de disertaciones de Daisaku Ikeda perteneciente a la más amplia serie Iluminando el mundo con el budismo del sol: A nuestros jóvenes del Departamento Futuro, abanderados de la justicia, que son nuestra gran esperanza en el mañana.
Los miembros de nuestro Departamento Futuro son una luz de esperanza para la humanidad y un tesoro para el mundo en que vivimos. Son los protagonistas del siglo xxi que abrirán las puertas a un porvenir más brillante. Son los abanderados de la justicia que contribuirán a establecer la paz mundial y a concretar esa época de la victoria del pueblo que llamamos kosen-rufu.
Hay tres razones que me infunden esta certeza.
En primer lugar, la Ley Mística que han adoptado desde muy jóvenes es la ley fundamental del universo que empodera a todas las personas para ser felices. Es el origen de una creación ilimitada de valor. Y ya que ustedes practican el budismo Nichiren, están en condiciones de extraer libremente el inmenso potencial de la vida.
En segundo lugar, todos ustedes son Bodisatvas de la Tierra[1] que han aparecido imbuidos de dinamismo en este mundo, con la misión de difundir la Ley Mística y construir una red de felicidad.
En tercer lugar, en el mundo hay incontables personas, entre ellas sus familiares y camaradas de fe, que confían en su potencial, velan y oran por ustedes, y esperan ansiosamente su desarrollo.
«¡COMO PILARES DE LA ÉPOCA, MARCHAREMOS ERGUIDOS!»
Quiero que todos sean excelentes líderes del kosen-rufu y de la sociedad; valerosos defensores de la gente noble y anónima. Con este pensamiento escribí la letra de «Abanderados de la justicia»,[2] canción insignia del Departamento Futuro. Un verso de la letra proclama «¡Como pilares de la época, marcharemos erguidos!»; con ello, quise expresar mi certeza de que ustedes lograrán éxitos y victorias.
El futuro del kosen-rufu depende enteramente de ustedes, nuestros jóvenes sucesores.
¡DEN UN VALIENTE PASO ADELANTE!
La juventud es el tesoro más grande que existe. Pero es, al mismo tiempo, una etapa de problemas y de dificultades. Cualquiera sea la situación en que se encuentren, aun si las cosas no salieran del modo esperado, por el solo hecho de estar practicando hoy el budismo Nichiren tienen frente a ustedes un camino maravilloso y pleno de posibilidades. No hay dudas de que, en el futuro, podrán abrir las alas y levantar vuelo en libertad. Si no fuera así, las enseñanzas del budismo serían falaces. Por ende, con espíritu invencible, procuren sacar el mayor provecho del presente y den un audaz paso hacia el mañana. Entonen Nam-myoho-renge-kyo con sinceridad, estudien con ahínco y desarróllense. La fe en la Ley Mística les da la fuerza que necesitan para triunfar en la vida.
UNA PROMESA QUE PERVIVE DESDE EL INFINITO PASADO
Es, sin duda, muy significativo que estén practicando el budismo Nichiren en momentos en que la humanidad se ve ante una enorme crisis. Shakyamuni, el fundador histórico del budismo, lo dejó claro en el remoto pasado cuando exhortó a sus discípulos a cerciorarse de que la Ley perdurase largo tiempo.[3] En el Sutra del loto, promete que, en el futuro, la Ley Mística será transmitida eternamente por personas como ustedes, mis jóvenes amigos, nacidos en una época de turbulencia, distorsiones y confusión en las ideas, para trabajar por la felicidad y el bienestar del pueblo y marchar siempre a su lado.
En esta entrega, estudiaremos el texto La herencia de la Ley suprema de la vida, que explora dicho principio. Es un escrito fundamental de Nichiren Daishonin, que ya he estudiado antes [en marzo de 1966] con los promisorios miembros del Departamento Futuro. Juntos, reflexionemos sobre la misión de quienes practican la Ley Mística, sobre la inseparabilidad del maestro y discípulo y sobre la importancia de la Soka Gakkai como organización.
(Continuar leyendo la parte 2/3).
[1] ↑ Véase, en Civilización Global, n.º 193, pág. 23, la nota 1.
[2] ↑ «Abanderados de la justicia»: Daisaku Ikeda escribió esta canción en 1978, dedicada al Departamento de Estudiantes de Educación Secundaria. En 2010 hizo algunas revisiones en la letra, que pasó a ser el emblema del Departamento Futuro. La tercera estrofa dice: «Conscientes de nuestra digna misión en esta existencia / arde en nuestro pecho una viva y brillante pasión. / Ustedes y yo portamos, orgullosos, el estandarte triunfal, / abanderados de una amistad que surca las fronteras. / ¡Como pilares de la época, marcharemos erguidos!».
[3] ↑ Véase SL, cap. 11, pág. 175.