Construir una brillante galaxia de valores humanos


A continuación, se transcriben extractos del discurso pronunciado por Daisaku Ikeda en la reunión de la sede central para responsables de la Soka Gakkai celebrada en Tokio el 5 de septiembre de 2001. Esta compilación fue parte de un vídeo que se mostró durante la reunión de la sede central del 11 de enero pasado.

GENTE PENSANTE Y LÚCIDA de todo el mundo está depositando una tremenda expectativa en los jóvenes miembros de la SGI, a quienes consideran la esperanza del futuro. Algunos nos lo han escrito en cartas, y otros lo dejan expreso en libros y discursos.

El doctor David Krieger, presidente de la Fundación para la Paz de la Era Nuclear, con quien he publicado el diálogo Choose Hope – Your Role in Waging Peace in the Nuclear Age [Escoge la esperanza. Lo que tú puedes hacer por la paz en la era nuclear], manifestó este parecer; lo cito textualmente:

He tenido oportunidad de conocer a diversos grupos juveniles de la Soka Gakkai, y siempre me ha impactado su espíritu. Los jóvenes de Gakkai poseen una mirada brillante y una sonrisa optimista y cálida. Lo que eso representa, para mí, es su avidez de aprender. […] Siento que están buscando una manera de hacer algo valioso, algo realmente positivo con su vida, y esto es un enfoque muy diferente de otros muchos jóvenes alienados, que buscan formas de rebelarse contra la sociedad.

Daisaku Ikeda y David Krieger, presidente de la Fundación para la Paz de la Era Nuclear, se saludan durante un encuentro en Okinawa (26 de febrero de 1998) | Foto: Seikyo

Puedo asegurar que sus palabras son totalmente ciertas. Quiero decir a todos los miembros del Departamento de Jóvenes: «¡A ustedes les confío el futuro de la Soka Gakkai!». Por favor, mantengan con orgullo su esfuerzo altruista y solidario. Y nunca olviden que incrementar la fuerza del Departamento de Jóvenes es incrementar la esperanza de todo el género humano.

Nichiren Daishonin señala: «[L]o que permite a las deidades del Sol y de la Luna no apartarse de sus órbitas alrededor de los cuatro continentes es el poder de la Ley budista».[1] El universo entero se mueve incesantemente a tono con la Ley Mística.

Cuanto más avanza la investigación científica, más concuerda con la sabiduría del budismo.

Mientras, con voces resonantes, entonamos Nam-myoho-renge-kyo, que es el ritmo primordial del universo, a la vez trabajamos, hablamos y actuamos por el desarrollo de la sociedad, la paz mundial y la dicha de todos los seres humanos. No puede haber una existencia más noble.

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El 16 de agosto [de 2001], la NASA difundió fotografías tomadas por el telescopio espacial Hubble de una galaxia situada a unos cincuenta millones de años luz[2] de la Tierra.

Imagen global de la galaxia NGC 3079 (izquierda) e imagen ampliada de la burbuja que se observa en el centro del disco (derecha) | Foto: STScI · Hubble Heritage

Las fotos difundidas por la NASA corresponden a la galaxia NGC 3079, ubicada en la constelación Osa Mayor. Muestran la actividad en el centro del disco galáctico, donde se eleva una burbuja de gas candente desde el remolino de una verdadera caldera.[3] La burbuja tiene más de dos mil años luz de altura y posee numerosas columnas rojas, muy altas, de filamentos gaseosos. ¡Estamos hablando de un fenómeno de escala increíble! Los filamentos giran en un vórtice y son despedidos al espacio. Los astrónomos especulan que «con el tiempo, este gas lloverá sobre el disco galáctico, donde podrá chocar con nubes gaseosas, comprimirlas y formar una nueva generación de estrellas».[4] Nuestro propio Sol, al igual que la Tierra, también nació de una tremenda epopeya cósmica.

El Sutra del loto expone una cosmología de dimensiones vertiginosas.

En todos los niveles de la existencia, cuando se libera un caudal de energía, nace algo nuevo. Lo mismo se aplica a nuestra organización por el kosen-rufu. Cuando la energía de todos –empezando por la de los responsables– arde y se enciende con brillo, aparecen nuevos valores humanos y surge un desarrollo renovado. Ante nosotros se abre un horizonte insospechado, y podemos crear una nueva historia de triunfos.

En todos los niveles de la existencia, cuando se libera un caudal de energía, nace algo nuevo. Lo mismo se aplica a nuestra organización por el kosen-rufu.

¿Qué es esa energía? Es el coraje de enfrentar un desafío. Es la capacidad de actuar por propia iniciativa. Es el amor compasivo de proteger a los demás.

Desde cierta perspectiva, el Sol, la Luna y hasta el universo mismo son entidades que rebosan de benevolencia y solidaridad capaz de nutrir todas las formas de vida.

La energía a la cual me refiero es, también, el compromiso tenaz de triunfar pase lo que pase. Es la determinación de lograr el kosen-rufu en nuestro lugar de misión, una convicción potente y arrolladora como las columnas rojas que prorrumpen desde el centro de esta galaxia. Donde existe esta clase de convicción, aparecen “estrellas relucientes” de valores humanos que dan origen a una espléndida unión armoniosa, como la de una magnífica galaxia.

¿Qué es esa energía? […] Es la determinación de lograr el kosen-rufu en nuestro lugar de misión, una convicción potente y arrolladora como las columnas rojas que prorrumpen desde el centro de esta galaxia [NGC 3079].

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El budismo de Nichiren Daishonin contempla el mundo desde una dimensión realmente cósmica. El Daishonin no se limita a considerar el milenio próximo o los siguientes dos mil años; habla de los «diez mil años o más del Último Día de la Ley» o del infinito futuro.

Por ejemplo, en el célebre escrito Saldar las deudas de gratitud, el Daishonin predice: «Si el amor compasivo de Nichiren es realmente grande y amplio, Nam-myoho-renge-kyo se propagará durante diez mil años y más aún, por toda la eternidad».[5] Y en el Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente señala: «Hoy, cuando Nichiren entona Nam-myoho-renge-kyo, está permitiendo a todos los seres vivos lograr la Budeidad en los diez mil años del Último Día de la Ley».[6]

Desde la perspectiva de lo que significa propagar la Ley Mística a través del futuro ilimitado que es el Último Día de la Ley, nuestra lucha acaba de comenzar. Avancemos con esa determinación inquebrantable. Y vivamos toda la vida con espíritu eternamente juvenil.

(Traducción del artículo publicado el 21 de enero de 2020 en el Seikyo Shimbun). |


[1] La consagración de una imagen del buda Shakyamuni hecha por Shijo Kingo, en END, pág. 719.

[2] Un año luz es la distancia que recorre la luz en un año, en el vacío. Aproximadamente, corresponde a 9,46 billones de kilómetros.

[3] «Burst of Star Formation Drives Galactic Bubble» («Estallido de formación estelar impulsa burbuja galáctica»), comunicado de prensa, Jet Propulsion Laboratory, 16 de agosto de 2001. Disponible en línea en: http://www.jpl.nasa.gov/releases/2001/release_2001_170.html (Fecha de acceso: 22 de enero de 2020).

[4] Ib.

[5] Saldar las deudas de gratitud, en END, pág. 773.

[6] OTT, pág. 41.

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