Convertir el veneno en medicina (1/3)


Construir una vida de logros brillantes mediante una «fe para transformar el karma»

Seguimos con la publicación de la serie de disertaciones de Daisaku Ikeda sobre la salud, perteneciente a la más amplia serie Iluminando el mundo con el budismo del solHacia el siglo de la salud: Sabiduría para tener una larga vida de buena fortuna y de beneficios.

«Soka» es sinónimo de esperanza; significa crear valor y convertir incluso los sufrimientos ineludibles de la enfermedad, aborrecidos por la gente, en la fuerza impulsora de la revolución humana y el desarrollo personal. La palabra «Soka» condensa, en sí misma, una filosofía de victoria para triunfar resueltamente sobre todas las dificultades de la existencia.

UNA FELICIDAD ASEGURADA

La vida de quienes practican la Ley Mística nunca termina en la desdicha.

La enfermedad no es un impedimento para cumplir nuestra misión. Para quienes entonamos Nam-myoho-renge-kyo y nos dedicamos al kosen-rufu, la enfermedad puede ser una valiosa oportunidad, que nos hace brillar con luz genuina.

De hecho, muchos de nuestros miembros en el mundo han triunfado magníficamente sobre toda clase de padecimientos y su propia vida es una prueba admirable de victoria.

Hemos iniciado una época en que el poder benéfico de la Ley Mística se despliega en cada rincón del mundo, y en todas partes nuestros compañeros están escribiendo inspiradoras historias de transformación kármica. En 192 países y territorios, los practicantes de la Soka son campeones de la buena fortuna y de los beneficios, y están abriendo las puertas a un «siglo de la salud».

FE PARA TRANSFORMAR UN GRAN MAL EN UN GRAN BIEN

En las cartas que nuestro presidente fundador Tsunesaburo Makiguchi escribió en la cárcel a sus familiares, sobrellevando una reclusión en condiciones atroces durante la Segunda Guerra Mundial, a menudo menciona un principio budista que se conoce como el beneficio de «transformar el veneno en medicina».[1] En uno de estos textos, se lee:

Nuestra fe es lo más importante. Las dificultades que hoy estamos afrontando son pequeñas e intrascendentes, comparadas con las que asediaron al Daishonin, de modo que debemos tomarlas como algo previsible y fortalecer nuestra fe más que nunca. Ya que gozamos de beneficios inmensos e ilimitados, no debemos deplorar las situaciones difíciles que hoy nos toca vivir. Luego verán, como sé yo por propia experiencia, que sin falta transformarán el veneno en medicina, tal como enseñan el sutra y el Gosho.[2]

El maestro Makiguchi luchó con actitud resuelta contra la persecución y el injusto encarcelamiento impuestos por las autoridades militares de Japón. Como resultado de ello, convirtió positivamente en un remedio el veneno del «gran mal» que se cernía sobre él y sus discípulos; con su postura, abrió el camino al «gran bien» representado por la confianza que, hoy, el mundo le extiende a la Soka Gakkai.

MOSTRAR LA GRANDEZA DE LA LEY MÍSTICA

Podemos transformar el «veneno» de todos los sufrimientos en un «medicina» que profundiza y enriquece nuestra vida.

Mi maestro Josei Toda, el segundo presidente de la Soka Gakkai, decía: «Por fuera, tal vez parezcamos el “bodisatva Pobreza” o el “bodisatva Enfermedad”, pero ese es un simple papel que estamos representando en la obra teatral de la vida. ¡La verdad, y de buena fe, es que somos Bodisatvas de la Tierra! Ya que la vida es una saga grandiosa, debemos disfrutar al máximo de los personajes que estamos representando, con la conciencia de que ellos nos permitirán demostrar la superioridad de la Ley Mística».

En esta entrega, centrados en el principio de «convertir el veneno en medicina», aprendamos más sobre la sabiduría que nos posibilita tener una vida larga y sana.

(Continuar leyendo la parte 2/3).


[1] ↑ La expresión «transformar el veneno en medicina» se refiere a utilizar el poder de la Ley Mística para convertir una vida dominada por los tres senderos de los deseos mundanos, el karma y el sufrimiento en una vida que exprese las tres virtudes del cuerpo del Dharma, la sabiduría y la emancipación. Esta frase se encuentra en un pasaje del Tratado sobre la gran perfección de la sabiduría, que menciona a «un gran médico capaz de transformar el veneno en medicina».

[2] ↑ MAKIGUCHI, Tsunesaburo: Makiguchi Tsunesaburo Zenshu (Obras completas de Tsunesaburo Makiguchi), vol. 10, Tokio: Daisanbunmei-sha, 1987, pág. 278.

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