De pie y de paz


Desde el Departamento de Jóvenes de la SGEs

Ante la situación social actual, los jóvenes no hemos podido evitar preguntarnos: ¿cómo podemos valernos del escenario de nuestras vidas para extraer cada día, con coraje, una alegría capaz de crear valor? En respuesta, hemos decidido que «Protagonistas de la Alegría» rumbo al 90.º aniversario de nuestra organización avance en un nuevo formato, acorde con el momento,[1] y responder al llamamiento de nuestro maestro de que el kosen-rufu es «la grandiosa tarea de transformar la historia humana, de presentar un nuevo escenario donde las personas oprimidas del mundo se conviertan en personajes claves de la sociedad e icen la bandera de la victoria y de la felicidad»,[2] como se destaca en el volumen 16 de La nueva revolución humana, que leemos este mes.

El 15 DE ENERO DE 1972, en una sesión de fotos con los responsables de Shinjuku, Shin’ichi dirigió las siguientes palabras a responsables del Departamento de Mujeres, que estaban desanimadas debido al mal clima. Aprovechando la situación, comenzó resaltando lo beneficioso de la lluvia que caía, y les brindó orientación sobre la actitud de encontrar valor en aquello que nos sucede.

«Es importante ser optimista y mirar el lado positivo de las cosas para avanzar constantemente. Habrá momentos en que aunque esté orando y orando, las cosas no marchen como quisiera. Pero recuerden, siempre existe una razón. Al final, sentirán que todo sucedió de la mejor manera».

El budismo es una enseñanza de creación de valor, y comienza por la sabiduría para agradecer cada situación que enfrentamos y transformarla en alegría, esperanza y victoria. […]

«La clave para la creación de valor es hallar significado en todo lo que ocurre y levantarse valerosamente para enfrentar el desafío. Para ello, necesitamos una filosofía de vida, sabiduría y fuerza vital. De hecho, ese es el propósito de nuestra fe.
Nuestra actitud determina nuestra calidad de vida. Todo depende del punto de vista que adoptemos: pesimista u optimista, positivo o negativo.

Los principios budistas como “cambiar el veneno en medicina”, “los deseos mundanos son la iluminación” y “los sufrimientos del nacimiento y la muerte son el nirvana” resumen la importancia de transformar lo negativo en positivo. Mientras nos basemos en esta filosofía, jamás llegaremos a estancarnos».[3]

En nuestra realidad cotidiana y dentro de estas circunstancias tan especiales que atraviesa la sociedad a la cual pertenecemos y contribuimos como «ciudadanos del mundo», seguramente estemos enfrentando dificultades. Pero leyendo con esperanza estos extractos, podemos reconocer que en nuestro presente se encuentra la riqueza para crear valor y victoria, tanto en nuestras vidas como a nuestro alrededor.

Ikeda Sensei nos insta a que, basándonos en esta filosofía de vida y teniendo nuestra práctica como pilar, aprovechemos cada circunstancia y no nos estanquemos. Reiterando sus palabras, «este es el propósito de nuestra fe». |


[1]Véase también, en este número, «La decisión de recorrer la órbita de maestro y discípulo».

[2]IKEDA, Daisaku: La nueva revolución humana, Vols. 15 y 16, Rivas-Vaciamadrid: Ediciones Civilización Global, 2019, pág. 263.

[3]Ib., pág. 223-224.

Scroll al inicio