Orientación para la SGEs
Un 3 de mayo, de 1951, Josei Toda asumió la presidencia de la Soka Gakkai. Habían transcurrido siete años desde el fallecimiento del primer presidente fundador, Tsunesaburo Makiguchi, en la penitenciaria en la que había estado recluido como prisionero de conciencia.
En su alocución como nuevo presidente, el maestro Toda realizó su célebre y apasionada declaración: «Juro convertir [a la práctica del budismo Nichiren en la Soka Gakkai], mediante mi propio esfuerzo, a 750 mil familias durante el término de mi existencia». Fue un monumental juramento por el logro del kosen-rufu. En ese momento, la Soka Gakkai apenas aglutinaba a tres mil miembros. La meta anunciada resultaba, por tanto, poco menos que inimaginable, hasta el punto de que algunos creyeron que no la habían escuchado bien, o que se había dado algún error en la transmisión. Pero el joven Ikeda no sintió ninguna duda, sino una profunda alegría, e inmediatamente hizo de ese objetivo una fuente de coraje. Josei Toda, incomparable líder del kosen-rufu, había asido finalmente el timón de la presidencia, y él se pondría de pie con su misma determinación: como genuino discípulo, en completa unión con él, haría realidad su juramento. De este modo, el 3 de mayo fue también el día en que la juventud Soka tomó la poderosa decisión de emprender una revolución religiosa sin precedentes.
Solo nueve años después, el 3 de mayo de 1960, fue el turno del discípulo de asumir la tercera presidencia de la Soka Gakkai, con 32 años. Ese día de celebración, la elección de cuya fecha tenía un profundo significado, estuvo coronado por el cielo más azul. Sobre el escenario del Auditorio de la Universidad Nihon, en Tokio, Ikeda Sensei declaró ante los veinte mil miembros presentes: «Aunque soy joven, a partir de este día asumiré el liderazgo en representación de los discípulos del presidente Toda, y avanzaré junto a ustedes otro paso más, hacia la concreción real del kosen-rufu». La ovación que le envolvió fue entusiasta… Como discípulo de ese excelso «comandante en jefe del shakubuku» que había sido Toda Sensei, juró concretar la meta de tres millones de familias que él había encomendado para la siguiente etapa.
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Nichiren Daishonin dice: «El gran juramento se refiere a la propagación del Sutra del loto».[1] El 3 de mayo es el día de nuestro gran juramento en pos del kosen-rufu como miembros de la Soka Gakkai. Cada vez que llega esta fecha, el maestro y los discípulos juran juntos hacer realidad la amplia propagación de la Ley Mística, en una nueva y renovada partida de nuestra lucha por la paz mundial y la felicidad de toda la humanidad.
En el momento de preparar esta edición de Civilización Global, la guerra en Ucrania se sigue extendiendo y agravando día a día. En medio de esta realidad, nuestro juramento nos lleva a orar con más seriedad aún para que esta situación termine lo antes posible, con el deseo de que los esfuerzos diplomáticos entre los países involucrados y la ONU logren un alto el fuego y la retirada de las tropas.
Como se ha reflejado en la sección de actualidad de esta revista el mes pasado y en este mismo número, hasta la fecha la Soka Gakkai ha realizado donaciones al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados,[2] al Programa Mundial de Alimentos, a UNICEF y a diversas ONG internacionales, escogidas por la tarea directa que realizan sobre el terreno.[3]
El presidente de la Soka Gakkai, Minoru Harada, ha afirmado que, justamente porque vivimos una época tan difícil y confusa –en la que la guerra en Europa se suma a otras que ya estaban en marcha, y a otras complejas crisis como la climática–, podemos profundizar nuestra conciencia acerca de nuestra responsabilidad social como budistas; podemos orar con más fervor por la paz mundial y la felicidad de todas las personas, promover las actividades por el kosen-rufu, y establecer la enseñanza correcta para asegurar la paz en la tierra, ampliando la red de felicidad a través del diálogo y el aliento a cada persona desde el lugar donde nos encontramos ahora.
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En el ritmo de avance dinámico de nuestra organización, el 3 de mayo celebramos nuestra victoria y comenzamos el camino hacia una nueva victoria.
En una ocasión, Ikeda Sensei habló sobre la causa de su propia victoria, afirmando que ha sido mantener siempre el mismo corazón que Toda Sensei, pensando en cada momento en su maestro –en qué le diría, en qué pensaría de su lucha, en si podría informarle de ella con genuino orgullo…–.
En el mismo artículo al que hacíamos referencia antes, el presidente Harada ha recordado unas palabras de Ikeda Sensei sobre ello: «El budismo concede importancia a la victoria. Por lo tanto, no debemos ser vencidos. Nuestra derrota implicaría obstaculizar la visión del maestro del kosen-rufu. Sin falta, debemos informarle del resultado de nuestra victoria».[4] La oración seria y sincera con esta clase de determinación se convirtió en fuerza y sabiduría. La acción diligente y enérgica abrió el camino a la victoria, movilizando las funciones protectoras del universo. La causa suprema para vencer en el budismo se encuentra en el lazo de maestro y discípulo.
Como discípulos de Ikeda Sensei, podemos plantearnos en primera persona: ¿Puedo informar a mi maestro ahora de los resultados de mi lucha con orgullo? ¿Estoy orando con total seriedad? ¿Estoy llevando a cabo acciones con esa postura? Preguntarnos esto constantemente impulsará nuestro avance. No hay muro que no podamos superar si cultivamos la decisión de informar al maestro de nuestras victorias y brindarle alegría.
Este mes del 3 de mayo, Día de la Soka Gakkai y Día de la Madre Soka, y del 5 de mayo, Día de los Sucesores, podemos empezar por preparar y celebrar refrescantes y victoriosas reuniones de diálogo.
Este mes del 3 de mayo, Día de la Soka Gakkai y Día de la Madre Soka, y del 5 de mayo, Día de los Sucesores, podemos empezar por preparar y celebrar refrescantes y victoriosas reuniones de diálogo en las que –de un modo apropiado a cada grupo– brille el crecimiento de los «enviados del futuro».[5] En el texto seleccionado para inspirar las reuniones de este mes, Ikeda Sensei menciona precisamente la frase que ha dado nombre a nuestra campaña, «El uno es madre de diez mil», que nos está animando a vivir el desafío de entablar nuevos lazos de amistad y confianza y permitir a más personas relacionarse con el budismo, invitándolas a nuestras reuniones.
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Como adelantamos a inicios de año, este mes de mayo marca el 50.º aniversario del inicio del diálogo entre el historiador Arnold J. Toynbee e Ikeda Sensei, acerca del cual podemos leer en el capítulo «Diálogo» del volumen 16 de La nueva revolución humana.
En el último día de su intercambio, el Dr. Toynbee, que tenía 84 años, transmitió a Sensei, de 45 años, su convicción de que el único medio para construir un camino hacia la paz duradera de la humanidad es el diálogo. Luego, escribió en un papel los nombres de una serie de amigos con los que esperaba que dialogara, en bien del futuro, por considerarlas entre las personas más lúcidas del mundo. De este modo, el final de un diálogo marcó el comienzo de otros tantos diálogos. Entablando lazos con nuevos amigos, Ikeda Sensei abrió un nuevo camino por el kosen-rufu.
Siguiendo este ejemplo, también nosotros podemos expandir la verdadera amistad cultivando lazos ya existentes y haciendo nuevos amigos a través del diálogo, ahora más que nunca. ¡Desafiémonos con valentía, superemos nuestros límites!
Si cada rincón de nuestra tierra se convierte en escenario de este desafío, nuestra red de amistad y paz se extenderá sin ninguna duda. El diálogo difícilmente se inicia esperando que alguien se nos acerque. En cambio, cuando damos valientes primeros pasos, se inician nuevas y apasionantes historias. En última instancia, lo importante es tomar la iniciativa con la postura ilustrada por el Bodisatva Jamás Despreciar. Como él, podemos regocijarnos proponiendo el diálogo; incluso cuando, a veces –como no es raro en esta época–, encontremos reacciones frías, podemos hacer de ello el estímulo para que la llama de nuestro amor compasivo arda con mayor calidez aún para transformar nuestra época, y «establecer la enseñanza correcta para asegurar la paz en la tierra».
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Recordando la histórica Campaña de Osaka, Ikeda Sensei ha señalado una de las claves de aquel logro, que un periódico resumió señalando que lo imposible se había hecho posible: en un momento en que cerca de la mitad de los miembros en la región hacía menos de seis meses que habían iniciado su práctica budista en la Soka Gakkai, los nuevos compañeros oraron con entusiasmo, tomaron acción y manifestaron su potencial ilimitado, dando lugar a una verdadera unión.
También nos ha enseñado que lo más importante para forjar valores humanos es mantener, como primer paso, un diálogo personal, y después avanzar juntos.
Con una determinación renovada, ¡logremos una plena victoria este 3 de mayo y a partir de este 3 de mayo, en unión de distintas personas con un mismo propósito!
La pandemia y sus consecuencias han motivado cambios en la vida de muchas personas, y han puesto de relieve la diversidad de puntos de vista, opiniones y situaciones vitales existentes. En este contexto, el diálogo «de uno a uno» resulta especialmente necesario para construir visiones del futuro esperanzadoras y compartidas.
La expansión de la red del bien es una consecuencia del poder del diálogo y el encuentro; de ahí la importancia de extraer la voz del aliento, basada en un profundo deseo de que los compañeros y amigos sean felices y acumulen buena fortuna a través de su participación en el movimiento por el kosen–rufu. Más aún cuando, tras estos dos años, este mes en la SGEs abrimos nuevos escenarios de actividad a través de la celebración de reuniones presenciales en los centros culturales y la combinación de formatos en las reuniones de diálogo.
Con una determinación renovada, ¡logremos una plena victoria este 3 de mayo y a partir de este 3 de mayo, en unión de distintas personas con un mismo propósito!
[1] ↑ GZ, pág. 736.
[2] ↑ Véase tb. la sección «Especial».
[3] ↑ Más detalles en https://www.sokaglobal.org/es/in-society/news/donation-wfp-unicef-ukraine.html.
[4] ↑ «Orientación del presidente Harada a los responsables de prefectura», Seikyo Shimbun, 16/4/2022 (traducción tentativa).
[5] ↑ Siguiendo la tradición de la SGEs de celebrar mayo como «mes de los sucesores», poniendo el foco en el protagonismo que los niños y niñas están invitados a tener en las reuniones de diálogo, la sección «Para dialogar» de este número de Civilización Global incorpora textos dirigidos a los miembros del Departamento Futuro.