En este número…


«Los discípulos retribuyen su deuda de gratitud dando un impulso extraordinario al kosen-rufu en este segundo mes del año».

Siendo, esta poderosa afirmación, cierta en la esfera de la Soka, qué difícil no empezar este artículo introductorio mencionándola…

En la sección «Este mes» de la presente edición de Civilización Global, de donde se ha extraído la frase, se expone también su contexto. Febrero es el mes en que nacieron Nichiren Daishonin (el día 16, en 1222) y Josei Toda (el 11, en 1900). En relación con el segundo presidente fundador de la Soka Gakkai, un joven Daisaku Ikeda escribió en su diario, el 18 de noviembre de 1957:

La deuda de gratitud que debo a Sensei como mi maestro es más alta que una montaña. Más profunda que el océano. No debo olvidar esto. Dejaré un registro histórico de mi magnífico maestro para el mundo entero. Me comprometo a ello firmemente.[1]

La cita nos está hablando de una gratitud inmensurable, y de una voluntad de retribuirla de un modo que esté a la altura. Implícitamente, también nos habla de características que impregnan ambas: una alegría, igualmente inmensa; un lúcido sentido de misión; coraje…

«La flor retornará a la raíz, y la esencia de la planta permanecerá en la tierra».[2] Como discípulo, todo mi ser se enciende de alborozo ante el honor que significa para mí poder saldar la deuda de gratitud con Toda Sensei, la gran tierra de mi corazón.[3]

Si siempre tenemos sentido del agradecimiento […], seguramente sabremos exactamente qué debemos hacer y qué rumbo debemos adoptar. Cuando tenemos esta actitud, brota en nuestra vida un gran caudal de sabiduría y de coraje.[4]

Son, ciertamente, palabras hermosas. Pero lo que resulta más conmovedor es que, al leerlas, constatamos que coinciden totalmente con los actos de su autor.

Como muestra de ello, recién cumplidos 93 años, Ikeda Sensei sigue brindando aliento y orientación a raudales. Es así hasta el punto de que, en este número, la sección «Punto de partida» (dedicada a la publicación de escritos recientes suyos) tiene nada menos que ocho páginas, ¡y más podrían haber sido! Una nueva sección, «NRH 30», se ha concebido para servir de apoyo al movimiento de lectura y diálogo en torno al volumen 30 de La nueva revolución humana, un medio privilegiado para conocer y aprender de este ejemplo de vida.

En un esfuerzo de sus discípulos y discípulas por expresar activamente su propio agradecimiento, otras páginas de esta revista recogen relatos y noticias de magníficas experiencias individuales y colectivas: «Mi historia», «Para dialogar», «NRH y yo», «De pie y de paz», «En sociedad», «Actualidad».

Por último, «Estudio mensual» nos permite profundizar en ello desde el punto de vista del estudio.

De todo esto deseamos una –además de buena– grata lectura.


[1]IKEDA, Daisaku: A Youthful Diary: One Man’s Journey from the Beginning of Faith to Worldwide Leadership for Peace, Santa Monica, California: World Tribune Press, 2006, pág. 355.

[2]Saldar las deudas de gratitud, en END, pág. 774.

[3]IKEDA, Daisaku: «Abril, mes del juramento del discípulo», Seikyo Shimbun, 15 de abril de 2010.

[4]Ib.

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