En este número…


N.º 220 · Agosto 2023


A veces compartimos aquí pequeñas confidencias relativas al proceso de elaboración de esta revista. Si lo mencionamos es porque, en esta ocasión también, nos vemos inclinados a hacerlo, reconociendo la dificultad añadida que implica este mes la meta de llegar –como intentamos hacer siempre– al corazón de quien leerá estas líneas.

Y es que agosto, como se señala en la sección «Para dialogar», «es un momento en el que algunas personas pueden tomarse un descanso, cambiar de aire y de ritmo», mientras que para otras personas «representa […] la temporada en la que su rutina se vuelve más exigente». Entre estos patrones extremos, y pasando por quienes en estas fechas prácticamente no ven alterada su cotidianidad, hay sin duda todo un abanico de realidades.

¿A quién se dirige, entonces, este número? Como publicación de inspiración budista, la respuesta a la pregunta no puede ser sino «a todas las personas». Según resumió Daisaku Ikeda en un artículo aparecido hace un tiempo en Civilización Global, en la parábola de las tres clases de hierbas medicinales y las dos clases de árboles del Sutra del loto, «un denso manto de nubes cubre el mundo y libera una lluvia dadora de vida, que riega por igual todas las especies vegetales, sin discriminar a ninguna de ellas […]. Esto simboliza el modo en que el Buda se manifiesta en el mundo y expone imparcialmente una misma Ley para todos los seres».[1]

Para hacerlo, este año también, hemos optado por un camino medio: se mantiene a grandes rasgos la estructura de la revista,[2] al tiempo que la elección de sus contenidos busca facilitar al máximo –por seguir con el símil de la lluvia dadora de vida– su buena absorción.

Así, entre las aspiraciones que hemos albergado, se ha encontrado la de presentar imágenes y vivencias de un lugar similar a aquellos donde algunos estarán veraneando, o donde a algunos les gustaría veranear (y podrán hacerlo viajando mentalmente a través de la lectura); véase «Mi historia».

También ha estado la meta de dedicar espacio al arte, como aquel del que nos gustaría disfrutar en unas hipotéticas vacaciones, yendo a un concierto o visitando un espacio expositivo: véase «Especial» y «En sociedad».

Además, como el año pasado, publicamos «Para dialogar» con un formato extraordinario, apto para inspirar «encuentros de amistad» celebrados, por ejemplo, a la sombra de un árbol en un parque.[3]

A propósito, el espíritu de la parábola de las hierbas medicinales encuentra expresión también en el lema de la nueva campaña impulsada por el Departamento de Jóvenes de la SGI de Europa, que incluye las palabras «Juntos, sin dejar a nadie atrás», y que se presenta en la sección «Jóvenes 2030».

La última meta a la que cabe referirnos aquí ha sido la de poner a disposición de nuestras lectoras y lectores la orientación y la información sobre actividades relativas al período en que han culminado brillantemente los esfuerzos por el kosen-rufu de la primera mitad del año y se ha dado inicio a la segunda mitad: en «Orientación», «Este mes», «Estudio» y «Actualidad».

De todo ello deseamos una refrescante lectura, motivadora de refrescantes diálogos estivales.


[1] ↑ Véase Civilización Global, n.º 183, julio 2020, sección «Estudio mensual».

[2] ↑ De las secciones que vienen siendo habituales, la única que hace un alto hasta septiembre es «Nueva revolución humana», que se concibe como material de referencia para una actividad de la SGEs que no se programa en agosto.

[3] ↑ Como se pudo ver en Civilización Global, n.º 209, septiembre 2022, sección «Para dialogar», el grupo de diálogo Diamantes de la SGEs en Pamplona en agosto pasado se reunió en el Parque Yamaguchi de la capital navarra.

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