Wladimir Marín · Madrid
Soy de Venezuela y hace seis años decidí venir a España, donde, a través de una gran amiga, conocí el budismo Nichiren. Era una etapa de gran sufrimiento y la práctica llegó en el momento crucial.
Determinado a tomar las riendas de mi vida, desde entonces comencé a transformar cada obstáculo, y fui poco a poco obteniendo grandes victorias.
Aunque al principio el proceso de adaptación fue muy duro -casi hasta el punto de abandonar mis metas y volver a Venezuela- con mucho daimoku, estudio y las actividades de la Soka, pude levantarme y concretar mis determinaciones: desarrollé mi carrera profesional, mi familia pudo venir a España y establecí una relación de pareja basada en el amor, la confianza, el respeto y la armonía para crear una familia.
Cuando se iniciaron los encuentros de La nueva revolución humana, volví a determinarme. A través de cada frase de Sensei, cada experiencia que escuchaba, comprendía que la revolución de una sola persona puede cambiar el mundo, y los tres presidentes fundadores de la Soka Gakkai son un ejemplo de ello.
Determiné seguir transformando mi vida y dialogar con mis amigos y entorno más cercano para compartir el budismo. Fruto de esas conversaciones, hoy algunos de esos amigos participan en las reuniones de diálogo.
Con el espíritu de la campaña «Be the Light!», me desafío a ser un faro de luz para mi entorno y para mí mismo.
Estoy decidido a seguir luchando por el kosen-rufu basado en La nueva revolución humana.
