Generación NRH


Aldo Acurio · Madrid


Tengo 27 años y puedo decir que en los tres últimos años de mi vida han surgido muchos cambios y desafíos, conmigo mismo y con mi entorno.

De hecho, tal vez se hayan movido demasiadas cosas alrededor de mí: tras terminar mis estudios, pude encontrar rápidamente un trabajo y comenzar mi vida laboral, me independicé de mis padres, fui a vivir con unos amigos y asumí nuevas responsabilidades en cada aspecto de mi vida. Pero también he seguido profundizando más, tanto en mis estudios como en mi práctica.

Conozco el budismo desde que era un niño, porque mi familia ya practicaba y cuando era pequeño mis padres participaban en varias actividades de la Soka Gakkai. Incluso a día de hoy recuerdo y atesoro muchísimo esas actividades. Sin embargo, no es sino en estos últimos años cuando siento que he podido ser coherente en mi práctica y con mis acciones, tener pruebas reales en mi vida y ser alentado por las experiencias de mis compañeros en momentos difíciles.

Parte importante de esta etapa de mi vida la he podido compartir con mis compañeros del Departamento de Jóvenes; con ellos he compartido inquietudes, alegrías y desafíos en nuestros encuentros de La nueva revolución humana. Siempre dispuestos a alentarnos y trazando paralelismos entre nuestras circunstancias y lo que íbamos leyendo, hemos podido crecer juntos y exprimir nuestro potencial en el día a día por el kosen-rufu.

En adelante sé que puedo contar con ellos y me determino a esforzarme para mejorar y así corresponder a su confianza y, sobre todo, a la de mi maestro.

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