Hagamos resonar un canto triunfal de dignidad humana (3/3)


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La diferencia entre la enseñanza teórica y la enseñanza esencial es que, en la primera, el Buda dijo haber logrado la iluminación por primera vez durante esa existencia [en la India], mientras que, en la última, es el Buda que se había iluminado en el remoto pasado. Esta diferencia es como la que hay entre un anciano centenario y un niño de apenas doce meses. Los discípulos de estos dos budas[22] también difieren entre sí como el fuego y el agua, para no hablar de la diferencia que hay entre las tierras donde ellos habitan. […] En última instancia, T’ien-t’ai y Dengyo lo percibieron en su fuero íntimo, pero no lo revelaron por tres razones: primero, porque todavía no había llegado la época correcta; segundo, porque las personas no tenían capacidad suficiente para aceptarlo; y tercero, porque a ninguno de los dos se les había confiado la misión de propagarlo. Es ahora, en el Último Día de la Ley, cuando aparecerán los Bodisatvas de la Tierra y lo darán a conocer.[23]

ALIVIAR LOS SUFRIMIENTOS DE LA GENTE EN EL MUNDO SAHA

El tratamiento de la enfermedad muestra la lucha resuelta, perseverante y solitaria del Daishonin como devoto del Sutra del loto, en un período convulsionado por las epidemias y la elevada mortalidad de la población.

La carta comienza señalando que hay dos clases de enfermedades. En primer lugar, están las del cuerpo, ejemplificadas por las extendidas epidemias de la época; en segundo lugar, están las enfermedades de la mente, causadas por creencias erróneas que hacen extraviarse a la gente. En la época corrupta del Último Día de la Ley, en que es difícil distinguir la verdad y la falsedad, el Sutra del loto es la suprema enseñanza para curar esta última forma de enfermedad.

Entonces, en el pasaje que estamos estudiando, el Daishonin explica que incluso en lo concerniente al Sutra del loto hay una clara diferencia entre la enseñanza teórica (los primeros catorce capítulos) y la enseñanza esencial (los últimos catorce).

A causa de ello, la naturaleza del señor de las enseñanzas (el Buda), la misión de los discípulos y la interpretación de la tierra no son las mismas en la enseñanza esencial que en la enseñanza teórica; el Daishonin dice que unas y otras «difieren entre sí como el fuego y el agua».

El buda de la enseñanza teórica es el Shakyamuni que logró la iluminación por primera vez bajo el árbol bodhi en la India, mientras que el buda de la enseñanza esencial es el Shakyamuni que logró la iluminación en el remoto pasado.

Los discípulos de la enseñanza teórica son los discípulos de los dos vehículos (los que escuchan la voz y los que toman conciencia de la causa) y los bodisatvas que siguen a Shakyamuni como buda provisional,[24] mientras que los discípulos de la enseñanza esencial son los Bodisatvas de la Tierra, discípulos del Buda en su identidad verdadera.

Las tierras de la enseñanza teórica y de la enseñanza esencial –como escribe el Daishonin– «difieren entre sí como el fuego y el agua».

Los sutras anteriores y la enseñanza teórica del Sutra del loto rechazan el mundo saha.[25] Según esta concepción, el mundo colmado de sufrimientos en que viven las personas comunes es desestimado como una tierra impura, mientras que tierra de buda inmaculadas, como la Tierra Pura de la Perfecta Felicidad[26] situada al oeste, se ensalzan como ámbitos separados y alejados de este mundo.

Sin embargo, por magníficas que esas tierras puras sean supuestamente, están desvinculadas de la realidad de este mundo y, por dicha razón, no tienen relevancia alguna para las personas que viven en él en este momento.

UN FOCO PERMANENTE EN EL MUNDO REAL

Sin embargo, en el capítulo «Duración de la vida», que forma parte de la enseñanza esencial del Sutra del loto, Shakyamuni señala: «[C]onstantemente he estado en este mundo saha, predicando la Ley, enseñando y convirtiendo [a los seres humanos]».[27] Aquí afirma que siempre ha estado transmitiendo la Ley para guiar a las personas a la iluminación, no en otro reino alejado, sino en este mundo saha atravesado de problemas.

El foco de la enseñanza esencial del Sutra del loto es que, basados en la cualidad eterna de la vida, siempre nacemos junto con otros que se esfuerzan en el mundo real, vivimos nuestras vidas en medio de las duras realidades de la sociedad, y nunca nos alejamos de ellas.

La pregunta crucial, entonces, es: ¿quiénes propagarán realmente la Ley Mística en el mundo saha durante el Último Día de la Ley?

En el pasaje que estudiamos, el Daishonin escribe que, si bien T’ien-t’ai[28] y Dengyo[29] tuvieron conciencia de la Ley implícita en la enseñanza esencial del Sutra del loto, no la difundieron porque «todavía no había llegado la época correcta», entre otras razones. Pero, tras constatar la llegada del Último Día de la Ley, identifica a quienes se ocuparán de propagar el Sutra del loto: «[A]parecerán los Bodisatvas de la Tierra y lo darán a conocer». Esos Bodisatvas de la Tierra son los verdaderos discípulos del Buda de la enseñanza esencial.

No obstante, quien propague la enseñanza correcta en el Último Día de la Ley deberá afrontar indefectiblemente la arremetida de obstáculos. En este mismo escrito, el Daishonin reflexiona: «Como mi práctica es superior, las dificultades que ella acarrea son mucho mayores».[30]

Sin embargo, los practicantes del Sutra del loto se ponen de pie por propia determinación y, con paciencia, siguen dando a conocer la enseñanza correcta a una persona tras otra, sin dejarse intimidar, desalentar ni derrotar por nada. A decir verdad, esta no es la tarea del Buda de la enseñanza esencial, Shakyamuni, sino de sus discípulos, los Bodisatvas de la Tierra.

CUMPLIR NUESTRO GRAN JURAMENTO COMO BODISATVAS DE LA TIERRA

Para profundizar más en esta cuestión, preguntémonos quiénes son, en realidad, estos Bodisatvas de la Tierra.

El Daishonin afirma que él está llevando a cabo la práctica real de los Bodisatvas de la Tierra y, como resultado de ello, afronta interminables persecuciones. Al mismo tiempo, sus discípulos contemporáneos y futuros –relacionados con él por medio de «la asamblea sobre el sagrado Pico del Águila [que] continúa en toda su solemnidad y aún no se ha dispersado[31]»–[32] también son Bodisatvas de la Tierra que han aparecido en respuesta a su gran juramento de propagar ampliamente la Ley, su firme promesa de lograr el kosen-rufu.

En los tiempos modernos, no son otros que los miembros de la Soka Gakkai, unidos por los lazos de maestro y discípulo, quienes han difundido la Ley Mística en todo el mundo, confirmando la declaración del Daishonin de que: «Aparecerán los Bodisatvas de la Tierra y darán a conocer [este budismo]». En prisión, Toda Sensei asumió su identidad como Bodisatva de la Tierra y enseñó que cada uno de nosotros comparte esa identidad. ¡Cuán noble y honorable es nuestra misión!

Como señala el Daishonin: «La Ley no se propaga por sí sola; como las personas la propagan, ambas son dignas de respeto»[33].[34]

En palabras del Sutra del loto, los Bodisatvas de la Tierra «[s]on sagaces respondiendo preguntas difíciles, / y sus mentes no conocen el temor. / Han cultivado con firmeza una actitud perseverante».[35]Así pues, trabajemos con dedicación infatigable para propagar la Ley Mística en este mundo saha plagado de conflictos, acercándonos a los demás e invitándolos al diálogo. Sigamos desafiándonos para sembrar las semillas de la paz, la felicidad y la confianza en el corazón de las personas. Démosles esperanza de un futuro mejor y más humano, mientras continuamos iluminando la sociedad.

INSPIRAR A OTROS CON NUESTRA VIDA

En 1975, treinta años después del horror de los bombardeos atómicos que destruyeron Hiroshima y Nagasaki, estuve en Hiroshima y elevé una propuesta que llamaba a la eliminación de las armas nucleares, que amenazan la supervivencia de la humanidad sobre el planeta. En ella, declaré: «La función social de la Soka Gakkai, su gran cometido, es librar una lucha espiritual, surgida de las honduras más profundas de nuestro ser, contra fuerzas externas como la violencia y la opresión política y económica que violan la dignidad de la vida».[36]

Esa lucha espiritual contra la naturaleza diabólica de la autoridad es un esfuerzo concreto que debemos librar con el pueblo.

Mi propuesta decía continuaba: «La tarea perseverante de transmitir nuestro mensaje a cada persona podrá parecer un esfuerzo trivial, nada fuera de lo común; sin embargo, exige un compromiso tenaz y constante. Pero las grandes construcciones siempre llevan tiempo. Cultivar nuestro máximo potencial humano y ayudar a otros a hacer lo mismo mediante la inspiración de vida a vida no es algo que pueda hacerse de la noche a la mañana. Pero, justamente por eso, este desafío hace brillar a cada individuo de manera indestructible, con una luz que ni las peores pruebas pueden extinguir».

Esa «inspiración de vida a vida» y ese «cultivo del máximo potencial humano, mientras ayudamos a otros a hacer lo mismo» son la esencia de nuestra práctica como Bodisatvas de la Tierra.

Toda Sensei enseñó que la única forma de cambiar la sociedad era transformar a las personas. La sociedad solo mejorará en la medida en que nosotros lo hagamos, decía. La expansión global de nuestro movimiento sin precedentes por la revolución humana elevará el estado de vida de toda la humanidad.

UNA RELIGIÓN PARA LA FELICIDAD DE LAS PERSONAS

El budismo Nichiren existe para que todas las personas sean felices. Su práctica nos permite descubrir el supremo valor que reside en nosotros, la infinita vastedad de nuestro ser que abarca el universo, y la fortaleza necesaria para no claudicar ante el autoritarismo. Es una religión basada en la revolución humana que hace a las personas más fuertes, buenas y sabias.

El humanismo budista que exponemos se basa en una sólida filosofía de transformación interior. Nur Yalman, profesor emérito de Antropología Social y de Estudios sobre Medio Oriente de la Universidad de Harvard, con quien publiqué un diálogo, se refirió a nuestra filosofía como un «humanismo superior».[37]

DAR ESPERANZA A TODA LA HUMANIDAD

Han pasado tres décadas desde que la Soka Gakkai declaró su independencia espiritual [del clero de la Nichiren Shoshu, el 28 de noviembre de 1991].

Más que nunca, la humanidad ansía una época que refleje los principios del humanismo budista, el respeto a la dignidad de la vida y el triunfo de los valores humanos. ¡Hagamos resonar nuestro potente canto de respeto hacia todas las personas, que resuene a lo ancho y a lo largo del mundo! Nuestro avance como campeones de la Soka, unidos por los lazos de maestro y discípulo, sin falta cambiará la corriente profunda de la historia humana y abrirá paso a un futuro de esperanza.

¡Mis compañeros, Bodisatvas de la Tierra! ¡Nuestros queridos jóvenes, radiantes tesoros de la humanidad! ¡Levántense solos con coraje en el lugar de su misión! ¡Una vez más, junto a sus compañeros desde el pasado inmemorial, avancen con vigor y alegría!

(Traducción del artículo publicado en la edición de noviembre de 2021 de Daibyakurenge).


[22]Son el buda de la enseñanza teórica del Sutra del loto y el buda de la enseñanza esencial del mismo. Aunque ambos se refieren a Shakyamuni, expresan las dos posiciones diferentes que adopta en la enseñanza teórica y en la esencial, como se menciona en este párrafo. Se considera que la tierra del Buda de la enseñanza teórica existe en un lugar separado de este mundo saha, y que el Buda aparece en este último solo de manera temporal para exponer la Ley y salvar a la gente. En cambio, la enseñanza esencial revela que el mundo saha es, en sí mismo, la tierra donde el Buda siempre ha vivido desde su iluminación original

[23]El tratamiento de la enfermedad, en END, pág. 1157. Se cree que El tratamiento de la enfermedad data de 1278. Se trata de una respuesta a Toki Jonin, quien había escrito al Daishonin hondamente preocupado por las epidemias que estaban azotando el país. En el escrito el Daishonin señala que solo el Sutra del loto puede curar las graves dolencias causadas por los actos contra la enseñanza correcta del budismo y resolver las calamidades y los desastres naturales que arrasaban la tierra.

[24]Buda provisional: Buda que, para salvar a las personas, asume una identidad transitoria, de acuerdo con la capacidad de la gente, sin revelar su verdadera identidad. En las enseñanzas previas al Sutra del loto y en la enseñanza teórica (catorce primeros capítulos) del Sutra del loto, Shakyamuni no reveló su verdadera identidad.

[25]Mundo saha: Es el mundo en que vivimos los seres humanos, colmado de sufrimientos, a menudo traducido como «mundo donde se resiste» o «mundo de resistencia» (en sánscrito, saha, que denota la tierra, deriva de una raíz que significa «soportar» o «resistir»). En este contexto, «mundo saha» significa el lugar donde los seres humanos se exponen a padecer sufrimientos.

[26]Tierra Pura de la Perfecta Felicidad: Nombre de la tierra del buda Amida que, según se dice, está emplazada en la región occidental del universo. También se la conoce como Tierra Pura, Tierra Pura de la Perfecta Felicidad y Paraíso Occidental.

[27] SL, cap. 16, pág. 224.

[28]T’ien-t’ai (538-597), también conocido como Chih-i, propagó el Sutra del loto en China y estableció la doctrina de los «tres mil aspectos contenidos en cada instante vital».

[29]Dengyo (767-822), también conocido como Saicho, fue el fundador de la escuela Tendai (T’ien-t’ai) en Japón. Viajó a China, donde llegó a dominar las enseñanzas de T’ien-t’ai.

[30]El tratamiento de la enfermedad, en END, pág. 1160.

[31]Este pasaje de los escritos de T’ien-t’ai, citado por Nichiren Daishonin en OTT, afirma que la asamblea del Pico del Águila donde Shakyamuni predica el Sutra del loto es eterna y no tiene fin.

[32]OTT, pág. 135.

[33]Extraído del «Hyaku Rokka Sho» (Las ciento seis comparaciones); no incluido en END ni en WND-2.

[34] GZ, pág. 856.

[35] SL, cap. 15, pág. 221.

[36]De un discurso pronunciado en la reunión de la sede central para responsables de la Soka Gakkai, en Hiroshima, el 9 de noviembre de 1975. En él, Daisaku Ikeda urgió a los miembros a difundir en el mundo el mensaje de la «Declaración para la abolición de las armas nucleares». También sugirió celebrar reuniones de líderes internacionales sobre este tema y establecer protocolos de vigilancia de las tecnologías nucleares con fines pacíficos.

[37]YULMAN, Nur: «On Civil Society and the Dialogue of Civilizations: Humanism and Human Rights», Discurso inaugural del ciclo lectivo en la Universidad Soka de los Estados Unidos, 25 de mayo de 2012.

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