Hagamos resonar un canto triunfal de dignidad humana (2/3)


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Aunque, por haber nacido en los dominios del gobernante, muestre que lo obedezco en mi forma de actuar, jamás lo obedeceré en mi fuero interno.[2]

LA FIRME POSTURA QUE DERIVA DE UN ESTADO DE VIDA INVENCIBLE

Esta declaración se formula dentro de un párrafo en que el Daishonin discurre sobre el acierto de las tres predicciones que había formulado a las autoridades a modo de advertencia. En esta importante parte del tratado, alude a las tres ocasiones en que adquirió distinción.[3]

La primera fue la profecía de rebelión interna e invasión extranjera que enunció el 16 de julio de 1260 en su tratado Sobre el establecimiento de la enseñanza correcta para asegurar la paz en la tierra, entregado al poderoso regente retirado Hojo Tokiyori,[4] líder de facto del gobierno militar de Kamakura.

La segunda fue la profecía de rebelión interna e invasión extranjera que reiteró como advertencia ante Hei no Saemon-no-jo Yoritsuna,[5] jefe interino del Departamento de Asuntos Militares y Policiales, cuando este fue a arrestarlo en compañía de soldados armados la tarde del 12 de septiembre de 1271, en lo que se conocería como la persecución de Tatsunokuchi.[6] «¡Si se deshace de mí, estará derribando al pilar del país!»,[7] declaró el Daishonin a Hei no Saemon-no-jo en esa oportunidad, antes de enunciar ese vaticinio.[8]

La tercera fue la advertencia concerniente a una inminente invasión mongola, que el Daishonin pronunció en su última amonestación ante Hei no Saemon-no-jo, el 8 de abril de 1274, poco después de regresar a Kamakura tras ser indultado de su exilio en la isla de Sado.

Cuando Hei no Saemon-no-jo había arrestado al Daishonin dos años y medio antes, en la persecución de Tatsunokuchi, se había comportado con extrema arrogancia. Pero esta vez, mostrando una actitud completamente distinta, él y sus subordinados recibieron al Daishonin con muestras de cortesía. No obstante, su verdadera intención era someter al Daishonin a la autoridad gubernamental; ponerlo en el mismo nivel que los otros sacerdotes de rango pertenecientes a las escuelas budistas establecidas en esa época.

El Daishonin se dirigió a Hei no Saemon-no-jo con dignidad y compostura y le dijo: «Aunque, por haber nacido en los dominios del gobernante, muestre que lo obedezco en mi forma de actuar, jamás lo obedeceré en mi fuero interno».

Ese fue el rugido de león de un impresionante campeón espiritual.

UNA DECLARACIÓN SOBRE LA LIBERTAD DE PENSAMIENTO Y CONCIENCIA

Hace más de cinco décadas [en 1969], la UNESCO publicó un libro titulado Birthright of Man [El derecho de ser hombre] para conmemorar el vigésimo aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos.[9] Era una antología de citas inspiradoras sobre el tema de los derechos humanos acuñadas por grandes pensadores de Oriente y Occidente de todos los tiempos.

Entre los textos escogidos, se incluyó un pasaje de los escritos de Nichiren Daishonin –de hecho, el que estamos estudiando–: «Aunque, por haber nacido en los dominios del gobernante, muestre que lo obedezco en mi forma de actuar, jamás lo obedeceré en mi fuero interno». La cita figura en el capítulo III, «Límites del poder», en el apartado «Sumisión condicional; conciencia irreductible», bajo los subtítulos «Límites de la autoridad» y «Consejo a los soberanos».[10]

Estas palabras que el Daishonin pronunció en el siglo xiii son sin duda una declaración inmortal de la «supremacía de la conciencia», una poderosa muestra de que la libertad religiosa, de pensamiento y de conciencia son inviolables. En su lucha espiritual resuena vigorosamente el ideal de los derechos humanos universales.

LA GRAN ESPERANZA EN EL SURGIMIENTO DE SUCESORES INTRÉPIDOS

En muchos de sus escritos, el Daishonin recalca a sus seguidores la importancia de esforzarse con este mismo espíritu indómito.

Por ejemplo, Carta a Shimoyama[11] es una petición que proclama la enseñanza correcta del budismo. El Daishonin la escribió en nombre de un sacerdote discípulo que había sido expulsado de su templo por practicar la fe en el Sutra del loto, en una maniobra instigada por el administrador local [que era practicante del Nembutsu]. En este alegato, el Daishonin expresa la determinación inamovible de su discípulo al declarar: «Podré obedecerlo con mis actos, pero nunca lo haré con mi conciencia».[12]

Estas palabras transmiten el mismo mensaje que el rugido de león que el Daishonin dirigió a Hei no Saemon-no-jo y, en este sentido, expresan la esperanza de que sus discípulos vivan con la determinación de sobrellevar cualquier hostigamiento en el futuro.

«Podré obedecerlo con mis actos, pero nunca lo haré con mi conciencia». Nadie encarnó tanto este espíritu de defender las propias convicciones como los campesinos creyentes de Atsuhara, que ni siquiera habían conocido al Daishonin en persona. Arrestados injustamente y llevados a Kamakura, Jinshiro y sus compañeros fueron torturados e incluso amenazados de muerte para que renunciaran a su fe en el Sutra del loto, pero ellos no cedieron y se mantuvieron firmes hasta el final.[13]

El Daishonin expresó su reacción al enterarse de estos hechos: «Supe que cuando los acusados fueron objeto de la ira de los oficiales, se pusieron a entonar Nam-myoho-renge-kyo, Nam-myoho-renge-kyo. ¡Esto no es algo corriente!».[14]

Los tres mártires de Atsuhara[15] dieron la vida por sus creencias y mostraron que la amenaza de los poderosos no puede doblegar el espíritu humano. Con ello, dejaron un testamento de oro, un triunfo de la dignidad humana que brillará eternamente en los anales del kosen-rufu.[16]

LA SOKA GAKKAI HA HEREDADO EL ESPÍRITU DE NICHIREN DAISHONIN

Hoy, los maestros y discípulos de la Soka Gakkai son los herederos de esa gran victoria del espíritu humano.

Durante la Segunda Guerra Mundial, el gobierno militarista de Japón utilizó el sintoísmo estatal como instrumento de su programa de control ideológico, con ánimo de vigilar hasta los pensamientos y creencias más íntimos de la población. La respuesta de la Nichiren Shoshu fue transigir y comprometer las enseñanzas y doctrinas correctas del budismo Nichiren para complacer al Gobierno. Pero Makiguchi Sensei rechazó categóricamente el culto forzoso del sintoísmo estatal y la orden gubernamental que obligaba a los ciudadanos a entronizar el talismán sintoísta.

Las autoridades consideraron que esta actitud constituía un delito de alta traición y transgredía la notoria Ley de Preservación del Orden Público.[17] Esto dio lugar a un implacable hostigamiento contra la Soka Gakkai. Los maestros Makiguchi y Toda fueron encarcelados y, junto con ellos, varios responsables de la organización. No obstante, estos últimos cedieron a las presiones, uno tras otro, y acabaron retractándose de su fe. Solo los dos presidentes fundadores mantuvieron sus convicciones intactas. Makiguchi Sensei, de mayor edad, falleció en la cárcel el 18 de noviembre de 1944, aniversario de la fundación de la Soka Gakkai.

Toda Sensei salió en libertad habiendo heredado los anhelos e ideales de su maestro, y se puso de pie por sí solo para cumplir el gran juramento de propagar la Ley Mística. El suyo fue un noble clamor triunfal del espíritu humano, una conmovedora epopeya de la entrega de la antorcha espiritual de una vida a otra.

En el Centro en Memoria de Tsunesaburo Makiguchi, en Hachioji, hay una estatua que representa a Makiguchi Sensei en posición sentada. Fue inaugurada el 2 de enero de 1995. El escultor Ryusei Imazato (1907-1999) dio todo de sí hasta llevarla a término, pese a su avanzada edad. En el dorso de la figura inscribió, en grandes caracteres, la palabra «futai» (inquebrantable).

«Aunque […] muestre que lo obedezco en mi forma de actuar, jamás lo obedeceré en mi fuero interno». Mantengamos vivo y ardiente este espíritu inquebrantable de la Soka Gakkai: el corazón de no doblegarnos ante ninguna forma de opresión y de no depender de ninguna autoridad.

TRES DÉCADAS DESDE NUESTRO DÍA DE LA INDEPENDENCIA ESPIRITUAL

[…] [El 28 de noviembre de 2021 marcó] el 30.º aniversario de la declaración de independencia espiritual con respecto al clero corrupto de la Nichiren Shoshu.

Solo la Soka Gakkai ha dado a conocer en todo el mundo el budismo Nichiren, la gran enseñanza de la iluminación universal, cumpliendo las palabras del Daishonin que afirman: «El “gran juramento” se refiere a la propagación del Sutra del loto».[18]

Con valentía y paciencia, hemos difundido ampliamente el mensaje de que todas las personas poseen de manera innata la Ley Mística y la budeidad, estado de vida de suprema nobleza. Todos, absolutamente, pueden hacer florecer ese potencial sin límites, llevar a cabo su revolución humana y construir un estado interior de profunda felicidad, sin falta.

La fe y la práctica de los maestros y discípulos de la Soka son verdaderas y correctas, y están directamente vinculadas a Nichiren Daishonin, el Buda del Último Día de la Ley. Por eso hemos tenido que resistir los ataques de los falsos venerables arrogantes[19] y del Rey Demonio del Sexto Cielo.[20] El segundo incidente provocado por el clero es un claro ejemplo de ello.

Los sacerdotes de la Nichiren Shoshu, en contra de los principios de Nichiren Daishonin, trataron de imponer una discriminación inaceptable contra los creyentes laicos, fruto de su menosprecio de la gente común. Lejos de aceptar que la religión existe en bien de las personas, trataron de explotar sus privilegios sacerdotales en beneficio propio; con ello, desplegaron la naturaleza diabólica de los cultos autoritarios que sujetan al laicado a un sometimiento esclavizante. Su proceder fue el epítome de la depravación y la corrupción.

Pero la ley budista de causa y efecto es estricta. Como saben, en los años transcurridos desde ese conflicto, la Nichiren Shoshu ha declinado, mientras que la Soka Gakkai ha alcanzado un desarrollo y un crecimiento dinámicos, expandiéndose a 192 países y territorios.

En todo este tiempo, nos hemos esforzado con el mismo espíritu que Nichiren Daishonin cuando declaró: «jamás lo obedeceré en mi fuero interno» y «mientras las personas de sabiduría no demuestren que mis enseñanzas son falsas, ¡jamás claudicaré! Cualquier otra aflicción será, para mí, como polvo en el viento».[21]

Mientras avancemos con fe correcta, nada podrá destruir nuestro movimiento. Los miembros de la Soka Gakkai lo saben. Por eso son fuertes, nunca se dejan vencer ni malinfluenciar, y viven con postura optimista y brillante. Impulsada por estas poderosas alas espirituales, la Soka Gakkai ha cobrado vuelo hasta ser, hoy, un movimiento religioso global.

Todas las personas que trabajan activamente para despejar el camino hacia la felicidad propia y de las demás por medio de la fe en el budismo Nichiren, viviendo valientemente en medio de las turbulencias del Último Día de la Ley, son Bodisatvas de la Tierra. Son ustedes, mis amados compañeros de la Soka.

(Continuar leyendo la parte 3/3).


[2]La selección del tiempo, en END, pág. 607. Este texto es un tratado que escribió Nichiren Daishonin en el monte Minobu en 1275 y que encomendó a un creyente llamado Yui, que vivía en Nishiyama, en la provincia de Suruga. Es considerado uno de los cinco escritos principales del Daishonin. En él, explica que, en el Último Día de la Ley –época en que, según describen los sutras budistas, «la Ley pura se oscurecerá y se perderá»– la gran ley pura de Nam-myoho-renge-kyo, esencia del Sutra del loto, se propagará en todo Japón y el mundo (véase La selección del tiempo, pág. 565). Además, declara que él es quien liderará ese reto: «yo, Nichiren, soy el supremo devoto del Sutra del loto en todo el territorio de Jambudvipa». La selección del tiempo, en END, págs. 577-578.

[3]Esto también se conoce como «las tres adquisiciones de distinción». Textos budistas y no budistas afirman que los venerables tienen la capacidad de conocer el futuro. En sus propias palabras: «[E]n tres oportunidades, he adquirido distinción por poseer este conocimiento» (La selección del tiempo, en END, pág. 606). Los vaticinios que hizo las tres veces que confrontó a las autoridades se hicieron realidad.

[4]Hojo Tokiyori (1227-1263): Quinto regente del gobierno militar de Kamakura. Tras su retiro, vivió como sacerdote laico en el templo del Zen Rinzai del Saimyo-ji que construyó en Kamakura. Aunque retirado, seguía siendo la figura más poderosa del clan gobernante cuando Nichiren Daishonin presentó su tratado Sobre el establecimiento de la enseñanza correcta para asegurar la paz en la tierra, en julio de 1260.

[5]Hei no Saemon-no-jo Yoritsuna (m. 1293): Prominente oficial de la regencia Hojo, organismo gobernante de facto de Japón durante el período Kamakura. Sirvió a dos regentes sucesivos, Hojo Tokimune y Hojo Sadatoki, y ejerció una enorme influencia como jefe interino del Departamento de Asuntos Militares y Policiales (cuyo titular era el regente). Persiguió a Nichiren Daishonin y a sus discípulos.

[6]Persecución de Tatsunokuchi: Fallido intento, instigado por poderosas figuras del gobierno, de decapitar al Daishonin al amparo de la noche en la playa de Tatsunokuchi, en las afueras de Kamakura, el 12 de septiembre de 1271.

[7] ↑ La selección del tiempo, en END, pág. 607.

[8]El Daishonin escribe: «[E]l destino del Japón depende solamente de Nichiren. Una casa sin pilares se derrumba; una persona sin alma perece. Nichiren es el alma del pueblo de este país. Hei no Saemon ya ha derribado el pilar del Japón, así que el país se hunde en la turbulencia, mientras los rumores infundados y las especulaciones se alzan como fantasmas para causar discordia en el clan gobernante. Pero, además, el Japón pronto será atacado por un país extranjero, tal como describí en la tesis Sobre el establecimiento de la enseñanza correcta para asegurar la paz en la tierra». El comportamiento del devoto del «Sutra del loto», en END, pág. 811.

[09]Declaración Universal de Derechos Humanos: Instrumento jurídico de 30 artículos aprobado en la tercera Asamblea General de las Naciones Unidas en París, el 10 de diciembre de 1948, como «ideal común por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse».

[10]Véase Birthright of Man: A Selection of Texts, edit. por Jeanne Hersch, París: Unesco, 1969, pág. 128.

[11]Letter to Shimoyama, uno de los diez escritos principales de Nichiren Daishonin, es una petición dirigida a Shimoyama Hyogo Goro Mitsumoto, administrador del distrito de Shimoyama, cerca del monte Minobu, en la provincia de Kai. El Daishonin redactó el documento en nombre de un sacerdote llamado Inaba-bo Nichiei en junio de 1277, mientras residía en el monte Minobu. Inaba-bo, sacerdote del templo Heisen-ji del clan Shimoyama, había adoptado las enseñanzas del Daishonin por intermedio de Nikko Shonin; en su práctica budista recitaba la parte en verso del capítulo «Duración de la vida» del Sutra del loto. Shimoyama Mitsumoto, patrono del templo y ferviente seguidor del Nembutsu (Tierra Pura), se enfureció al enterarse de ello y expulsó a Inaba-bo del Heisen-ji. El Daishonin redactó esta carta, escrita a modo de alegato, para que Nichiei la presentara al administrador.

[12] ↑ Letter to Shimoyama, en WND-2, pág. 711.

[13]Persecución de Atsuhara: Serie de amenazas y actos de violencia perpetrados contra los seguidores del Daishonin en la aldea de Atsuhara (hoy, zona central de la prefectura de Shizuoka), que comenzaron aproximadamente en 1275 y persistieron hasta alrededor de 1283. En 1279, veinte campesinos fueron arrestados bajo falsos cargos. Fueron interrogados por Hei no Saemon-no-jo, quien les exigió que renunciaran a su fe. Pero ni uno solo de ellos claudicó.

[14]Reply to the Sages, en WND-2, pág. 831.

[15]Tres mártires de Atsuhara: Tres campesinos discípulos de Nichiren Daishonin –de nombres Jinshiro, Yagoro y Yarokuro– que fueron arrestados y decapitados durante la persecución de Atsuhara.

[16]En cambio, aunque Hei no Saemon-no-jo escaló posiciones y llegó a la cima del poder, 15 años después de haber perseguido a los campesinos de Atsuhara se vio implicado en una conspiración contra el gobierno y fue condenado a muerte junto con su segundo hijo, Sukemune, mientras que el mayor, Munetsuna, fue desterrado a Sado. El discípulo y sucesor directo del Daishonin, Nikko Shonin, en su Deshibun Honzon Mokuroku (Registro de los Gohonzon otorgados a los discípulos de Nikko), declaró que el destino de Hei no Saemon-no-jo y sus hijos debía verse como una retribución negativa por sus ataques contra el Sutra del loto.

[17]Ley de Preservación del Orden Público: También conocida como Ley de Preservación de la Paz. Instrumento jurídico inicialmente promulgado en 1925 y modificado por completo en 1941, que se utilizó para reprimir la libertad de pensamiento para, supuestamente, proteger la «política nacional» japonesa y preservar la paz. Esta ley imponía a quienes se considerase infractores graves castigos, entre los cuales, la pena de muerte.

[18]OTT, pág. 82.

[19]Falsos venerables arrogantes: Una de las tres clases de personas arrogantes que persiguen a quienes propagan el Sutra del loto en la época malvada posterior a la muerte del buda Shakyamuni descritas en la estrofa de veinte versos del capítulo «Aliento a la devoción» (13.o) del Sutra del loto. Corresponde a los prelados budistas de alto rango que se hacen pasar por sabios o santos y se valen de su posición para perseguir a los que practican el Sutra del loto.

[20]Rey Demonio del Sexto Cielo: Soberano de las funciones demoníacas, que habita en el sexto cielo del mundo del deseo, el más alto. Asistido por incontables funciones subordinadas, obstruye la práctica budista y disfruta consumiendo la vitalidad de otros seres, como manifestación de la ignorancia fundamental inherente a la vida humana. Personifica la tendencia negativa a imponer la propia voluntad sobre los demás a cualquier costo.

[21]La apertura de los ojos, en END, pág. 297.

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