Iluminando la universalidad de la sabiduría budista


Presentamos una entrevista a Akira Kirigaya, director del Instituto de Filosofía Oriental (IOP, por sus siglas en inglés), cuya sede se ubica en Tokio. El IOP es una fundación de interés público creada por Daisaku Ikeda en 1962 con el objetivo de promover la investigación sobre el patrimonio cultural y filosófico de Asia, así como exponer el budismo a la investigación académica para esclarecer sus postulados esenciales y sus valores universales.


Akira Kirigaya | Foto: © IOP

En 2022 el Instituto de Filosofía Oriental (IOP) celebró el 60.º aniversario de su fundación. ¿En qué principio se basó su fundación y cuál es su misión?

La idea de crear el instituto se remonta a febrero de 1961, cuando Daisaku Ikeda, fundador del IOP, visitó por primera vez Bodh Gaya (India), cuna del budismo.

Desde allí, las enseñanzas del buda Shakyamuni, conocidas como budismo, se extendieron por la India, Asia central, el sudeste asiático, China, la península coreana y, posteriormente, Japón, y fueron sentando las bases para el florecimiento de una rica cultura. Pero con el paso de los siglos, el budismo se convirtió en una serie de formalismos y ceremonias, y su influencia cultural fue disminuyendo gradualmente.

Durante su visita a la India, Daisaku Ikeda reflexionó sobre cómo el legado del budismo, que había sido capaz de enriquecer el espíritu humano, podría revivir en la era moderna y volver a su misión fundamental de liberar a las personas del sufrimiento. Fue así como llegó a la conclusión de que resultaba crucial expandir, mediante la investigación académica, el conocimiento de la esencia del budismo y sus valores universales en todos los ámbitos de la sociedad. Particularmente, creyó importante difundir las enseñanzas del Sutra del loto, un sutra del Mahayana. Ikeda también quería asegurarse de que la filosofía budista contribuyera a la resolución de los diversos problemas que enfrentara la humanidad. Este fue el propósito que lo llevó a fundar el IOP en enero de 1962. Con el tiempo, se ha convertido en un instituto que lleva a cabo investigaciones polifacéticas sobre religiones, filosofías y culturas no solo de Oriente, sino del mundo entero.

Fachada de la sede del Instituto de Filosofía Oriental, en Tokio | Foto: © IOP

Una de las principales actividades del instituto es el diálogo interreligioso. El IOP ha entablado diálogos interculturales e interconfesionales con líderes de diversas religiones e instituciones de investigación. ¿Cuál es el significado y la finalidad de estas conversaciones?

En la actualidad, el mundo se enfrenta a un sinfín de las peores crisis imaginables: todo tipo de conflictos, problemas medioambientales, amenazas nucleares, pobreza, hambre e, incluso, la reciente pandemia, por mencionar solo algunas. ¿Cómo puede la humanidad superar la división y la desconfianza y crear unión para hacer frente a semejantes retos?

El debate sobre las soluciones a estos problemas se centra, principalmente, en aspectos técnicos como las medidas políticas y económicas. Sin embargo, nosotros tenemos la convicción de que ni la felicidad individual ni la paz mundial, en su sentido más auténtico, pueden lograrse sin regenerar una ética humana y transformar nuestro espíritu. Dicha creencia rectora es la fuerza que impulsa todas las actividades de nuestra institución.

Tenemos la convicción de que ni la felicidad individual ni la paz mundial, en su sentido más auténtico, pueden lograrse sin regenerar una ética humana y transformar nuestro espíritu. Dicha creencia rectora es la fuerza que impulsa todas las actividades de nuestra institución.

Daisaku Ikeda ahondó en este punto en el mensaje que envió al IOP con motivo del 50.º aniversario de su fundación.

En él clasifica los conflictos mundiales que enfrenta la humanidad en tres áreas: los problemas medioambientales, cuya máxima expresión es el calentamiento global; los retos sociales, políticos y económicos, entre ellos, las armas nucleares y las cuestiones generadas por los orígenes étnicos; y, finalmente, la crisis del espíritu humano y la degeneración de la ética y la moral que, de acuerdo con Ikeda, son la fuente de todos los demás retos. En su mensaje subrayó que ahora es el momento de trabajar juntos para transformar el espíritu humano.

Muchas religiones del mundo tienen su origen en la intención de brindar felicidad a las personas. Aunque los sistemas de creencias religiosas difieren, existe una universalidad en las filosofías que anhelan la paz. Por lo tanto, el diálogo interreligioso es esencial para descubrir puntos en común y fomentar la cooperación hacia la realización de un propósito mayor, evitando los debates teológicos y la competencia por la supremacía de las enseñanzas.

El diálogo interreligioso es esencial para descubrir puntos en común y fomentar la cooperación hacia la realización de un propósito mayor, evitando los debates teológicos y la competencia por la supremacía de las enseñanzas.

¿De qué manera cree que las enseñanzas del budismo Mahayana pueden contribuir a resolver los problemas a escala mundial a los que nos enfrentamos hoy en día?

La filosofía de la dignidad de la vida está presente en el budismo Mahayana, especialmente en las enseñanzas del Sutra del loto. Basándose en esta filosofía, el budismo Mahayana busca revelar la naturaleza de Buda (el estado de vida de la budeidad) inherente a todas las personas, y hace hincapié en la puesta en práctica de la forma de vida del bodisatva para alcanzar ese objetivo. Tendemos a buscar la felicidad solo para nosotros mismos. En cambio, el modo de vivir del bodisatva nos permite actuar no solo en nuestro propio bien, sino también en pos de la felicidad de las demás personas. Esta actitud implica un profundo respeto y consideración por los seres humanos, así como por nuestro entorno natural.

Nosotros creemos que la clave para resolver los problemas mundiales es dar a conocer la filosofía de la dignidad de la vida expuesta en el Sutra del loto. Queremos promover el conocimiento de esta filosofía en todo el mundo, así como la forma de vivir del bodisatva, que permite manifestar las cualidades de la budeidad para transformar la energía del odio y la destrucción en bondad, amor compasivo y valentía.

La 33.ª conferencia anual del IOP se celebró en marzo de 2018 en Tokio | Foto: © IOP

Además de los diálogos interreligiosos, ¿en qué otras actividades participa el IOP?

A lo largo de varias décadas, el IOP ha mantenido diálogos con instituciones académicas y de investigación de todo el mundo. Entre las más insignes se encuentran el Instituto de Religiones del Mundo de la Academia China de Ciencias Sociales, el Centro para el Estudio de las Religiones del Mundo de la Universidad de Harvard, el Instituto Harvard-Yenching, la Academia Europea de Ciencias y Artes, la Academia Brasileña de Filosofía y el Centro para el Diálogo entre Civilizaciones de la Universidad de Malaya.

Además de los diálogos interreligiosos, nos hemos centrado en promover la exposición «El Sutra del loto: Un mensaje de paz y de convivencia armoniosa», que muestra los resultados de la investigación del IOP sobre el Sutra del loto y presenta sus enseñanzas y la historia de su difusión. El trabajo ha sido posible gracias al apoyo de la Academia de Dunhuang de China, la Academia Internacional de Cultura India y el Instituto de Manuscritos Orientales de la Academia Rusa de Ciencias.

Hasta la fecha, alrededor de un millón de personas de 17 países y territorios, entre ellos, Japón, han visitado la exposición. Asimismo, desde 2016 se está presentando la muestra del IOP «Sutras budistas: un patrimonio espiritual universal – Manuscritos e iconografía del Sutra del loto», cuyo enfoque se amplía para abarcar el ámbito de los sutras del Mahayana. Dondequiera que se lleven nuestras exposiciones, siento el poder unificador que posee la cultura para conectar a las personas entre sí y fomentar el diálogo más allá de las diferencias entre las creencias filosóficas y religiosas.

Por ejemplo, cuando llevamos a cabo la exposición del Sutra del loto en Indonesia, donde casi el 90 % de la población es musulmana, tuvimos la gran suerte de que el sistema de radiodifusión pública del país informara sobre la exhibición […].

Mujeres de confesión musulmana observan manuscritos del Sutra del loto en Malasia | Foto: © IOP

En Tailandia, donde el budismo Theravada es la religión predominante, fui testigo de que muchos monjes budistas, acompañados de un grupo de aprendices, contemplaban la muestra del Sutra del loto. Recuerdo que me impresionó su disposición de aprender de la exposición a pesar de que practicaban otra forma distinta de budismo. De manera similar, en Singapur, donde conviven muchas religiones, la exhibición atrajo a incontables personas de diversas creencias. Parecía que estábamos convocando una cumbre interconfesional. Me conmovió el deseo compartido de paz y felicidad de todas las personas, así como su apertura de miras para aprender de la exposición, a pesar de pertenecer a tradiciones religiosas diferentes.

Por todo ello, el IOP quiere dedicar más energía a la exposición del Sutra del loto, y así ofrecer más oportunidades de fomentar y profundizar la comprensión de los valores compartidos.

Monjes budistas contemplan la exposición del Sutra del loto en Tailandia | Foto: © IOP

En esta época de convulsión e incertidumbre, muchos jóvenes de Japón y de todo el mundo están en la búsqueda de algo que sea digno de convertirse en el fundamento y principio rector de su vida. ¿Qué mensaje les podría transmitir a la juventud?

A menudo, la búsqueda de la felicidad solo para uno mismo parece más fácil. Sin embargo, esa felicidad es efímera y no conduce a la verdadera satisfacción. Es esencial adoptar una filosofía que promueva la felicidad tanto en uno mismo como en los demás, y que fomente el respeto por el medio ambiente, para poder llevar una vida plena y productiva.

Cuando el fundador del instituto, Daisaku Ikeda, entabló diálogo con el renombrado historiador británico Arnold J. Toynbee a comienzos de la década de 1970, ambos coincidieron en que la dignidad de la vida es el valor universal común a toda la humanidad. El doctor Toynbee aseguró que la filosofía de la dignidad de la vida conduciría al respeto por la dignidad humana, la naturaleza y, en última instancia, el universo entero.

Como punto de partida, creo que es primordial la transformación interior de cada persona. Para ello, resulta crucial contar con una filosofía sólida que uno pueda poner en práctica para facilitar esta transformación interior. El cambio interior de un solo individuo, basado en la filosofía de la dignidad de la vida, conducirá al cambio de otras personas, de la comunidad local y del mundo entero.

(Entrevista publicada originalmente en https://www.sokaglobal.org/es/).

El sitio web del Instituto de Filosofía Oriental, recién renovado, tiene versión en inglés
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