Verónica Rodríguez López · Arona, Tenerife
Soy de Galicia y en 2018 me trasladé con mi familia a Tenerife, donde dos años después conocí la práctica budista en la Soka Gakkai.
La primera vez que entoné Nam-myoho-renge-kyo sentí la mayor paz del mundo. Pronto empecé a participar en las actividades de la SGEs y la persona que me hizo shakubuku me regaló su primer ejemplar de Civilización Global; esto me inspiró a hacer mi propia suscripción. Unos meses después, en plena pandemia, recibí el Gohonzon con mucha alegría.
Siempre llevo conmigo la revista; su lectura me aporta fortaleza, esperanza y valentía para enfrentar la realidad basándome en las orientaciones que encuentro en ella.
He hablado sobre esta filosofía y práctica con todo mi entorno.
En una ocasión, esperando por un familiar, pude compartir escritos con la chica que estaba a mi lado también esperando; le gustó tanto que dialogamos más y seguimos manteniendo contacto. Una amiga de Galicia también se interesó y se suscribió a Civilización Global; en marzo ella recibe su Gohonzon.
El Daishonin escribió que «Si uno enciende un farol para dar luz a otros, también alumbra su propio camino» (WND-2, pág. 1060). Ese farol es para nosotras Civilización Global.