Gabriela Díaz · Fuengirola
practico el budismo Nichiren desde 2008. Desde el inicio, decidí dedicar una parte de mis ingresos a la suscripción a Civilización Global, no solo para leerla sino también para regalarla. Gracias a ello, puedo afirmar que he experimentado muchos beneficios. Cuando hablamos de la transformación positiva del karma a través de la práctica y las actividades en la Soka Gakkai, esta abarca la totalidad de nuestra vida; pero, si me centro en lo económico, puedo afirmar que he pasado de tener que decidir si compraba pan o leche, a poder comprar sin preocupaciones.
Sin embargo, el año pasado mi vida, como la de muchas personas, dio un vuelco total. El estrés que sufrí me provocó, incluso, manifestaciones físicas como la caída de cabello. Cuando llegó la hora de renovar mi suscripción a la revista, la gran incertidumbre en relación con mi trabajo y mi futuro me hicieron vacilar; me atemorizaba comprometerme con cualquier gasto. La cantidad de dinero no era tanta, y mi experiencia previa no dejaba lugar a dudas acerca del valor de desafiarme; pero cuando se tiene miedo, todo se ve diferente. Libraba una lucha interior contra la debilidad.
Recité daimoku para vencer el miedo, y el miedo se transformó en determinación: la de renovar la suscripción sin falta. Lo hice un poco «con los ojos cerrados», pero lo hice. ¡Y me sentí victoriosa!
Ahora puedo decir que estoy tranquila. No tengo abundancia de dinero, pero esto tampoco me limita, que es por lo que siempre he orado. Sigo haciendo daimoku para pulir mi vida y recordar mis determinaciones. Y sigo animando a mis compañeros a hacerlo, y a tener la revista. Porque cuando abres una página de Civilización Global, curiosamente, encuentras lo que necesitas en ese momento.