Podemos crear un futuro brillante


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Shakyamuni, Muchos Tesoros y los demás budas quieren asegurar la propagación futura del Sutra del loto para que esté al alcance de todos los hijos del Buda a lo largo de los tiempos por venir [en japonés, «mirai»].

END, pág. 303. La frase pertenece a La apertura de los ojos, uno de los escritos principales de Nichiren Daishonin, redactado en 1272, durante su exilio en la isla de Sado. A pesar de las circunstancias extremadamente difíciles que estaba experimentando allí, el Daishonin completó esta obra en dos partes y se la envió a Shijo Kingo, uno de sus discípulos más destacados, como representante del conjunto de seguidores y seguidoras.

En la reciente edición revisada de Nichiren Daishonin gosho zenshu (Obras completas de Nichiren Daishonin), el término mirai [«futuro», en japonés] aparece 175 veces.
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El futuro es también un tema central que atraviesa el Sutra del loto, donde se esclarece una pregunta decisiva: ¿cuál es la enseñanza correcta que deberá propagarse en la época corrupta posterior a la muerte del buda Shakyamuni, y quiénes asumirán dicha tarea?
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El Daishonin superó todas las dificultades imaginables y reveló la esencia del Sutra del loto en la forma del Gohonzon, para asegurar la felicidad de todos los seres a lo largo del eterno futuro del Último Día de la Ley.
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Nuestra práctica budista es para el presente y para el futuro. De acuerdo con la enseñanza que sostiene: «[S]i queréis comprender qué resultados se manifestarán en el futuro, observad las causas que existen en el presente»,[1] es importante generar, en este momento, causas que determinen una gran victoria en los tiempos por venir. […]
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Un futuro brillante no es algo que surja de la nada, de un día para el otro. Es la culminación de nuestra determinación interior en cada instante. Por eso es esencial que alentemos sinceramente a la persona que tengamos frente a nosotros. Y que, luego, continuemos avanzando a su lado, en armonía, esforzándonos hoy y, de nuevo, mañana. Solo podemos crear un futuro brillante a través de este compromiso permanente y sostenido. […]
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Una vez, enfrentado a una tormenta de críticas, Toda Sensei declaró: «La lucha que hoy estamos librando es para los próximos cien y doscientos años». Aunque nadie entienda nuestro movimiento ahora –aseguró con confianza–, la historia demostrará que estamos en lo correcto. […]
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Ahora, ha llegado el momento de asumir un nuevo desafío para dar forma a un futuro más brillante. Acerquémonos a las personas, una tras otra, para conversar y entablar lazos. ¡Forjemos sucesores capaces, con la certeza de que la clave de la victoria futura está aquí y ahora![2]

En el ensayo del cual se han extraído el pasaje del Gosho y el comentario citados anteriormente, Daisaku Ikeda se refiere a los desafíos de la crianza:

[D]urante su exilio en la isla de Sado, el Daishonin escribió [también] una carta a Shijo Kingo y su esposa, Nichigen-nyo, una pareja de discípulos de Kamakura que estaban sufriendo a causa de la enfermedad de su hija, la pequeña Kyo’o. En el escrito, […] declara: «Los infortunios de Kyo’o se convertirán en buena fortuna. Ármese de fe y ore a este Gohonzon. Entonces, ¿habrá algo que no pueda lograr?».[3]
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Cada familia tiene sus problemas, y la crianza de los hijos es un reto universal. A veces, las familias y los hijos se ven afectados por dificultades inesperadas. ¡Pero no olvidemos que contamos con el rugido de león de Nam-myoho-renge-kyo! Tenemos el Gohonzon, sobre el cual dijo el Daishonin: «Yo, Nichiren, he inscrito mi vida en tinta sumi; por eso, crea en el Gohonzon con todo su corazón».[4]
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A través de armarnos de fe valerosa, «[l]os infortunios […] se convertirán en buena fortuna»,[5] sin falta. Podremos transformar todas las adversidades en futura buena fortuna para nuestra familia e hijos.
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Ese es el poder de la fe y la práctica, que puede «convertir el veneno en medicina».[6]


[1]Paráfrasis de un pasaje del Sutra sobre la contemplación de la mente como terreno, proveniente de La apertura de los ojos, en END, pág. 295.

[2]Extraído del ensayo publicado en este número, en la sección «Orientación».

[3]Respuesta a Kyo’o, en END, pág. 433.

[4]Ib.

[5]Ib.

[6]Ib. nota 2.

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