Sobre el compromiso y las acciones del discípulo


Orientación para la SGEs


Nos llena de alegría iniciar este artículo compartiendo unas palabras de alabanza dirigidas recientemente por Daisaku Ikeda a los miembros de la SGEs, a través de un ensayo publicado en el periódico Seikyo este mes pasado:

En España, la zona verde adyacente al Centro Cultural Soka en Madrid ha sido inaugurada como «Jardín de la Paz». Este espacio es un verdadero tesoro, donde nuestros compañeros han hecho espléndidas contribuciones a la comunidad ocupándose del mantenimiento y la renovación del terreno desde hace muchos años.

A principios de los años 90, en medio de las turbulencias que durante el período que siguió al segundo problema desencadenado por el clero [de la Nichiren Shoshu] afectaron a la organización de España, dije a nuestros fieles y genuinos compañeros de ese país: «Estamos defendiendo lo correcto. ¡Por eso, debemos vencer!».

En las tres décadas siguientes, la membresía de la Soka Gakkai de España se ha multiplicado casi por ochenta, y la organización ha cosechado el reconocimiento público como prominente miembro de la Unión Budista de España y Federación de Entidades Budistas de España (UBE-FEBE).[1]

El escrito, en el que Ikeda Sensei también alaba los esfuerzos de los departamentos femeninos y estudiantiles de la Soka Gakkai,[2] concluye con el siguiente llamamiento:

Mi esposa Kaneko y yo estamos orando cada día con la más profunda sinceridad por la salud y la felicidad, el éxito y la victoria de todos nuestros preciados miembros en cada lugar. A la vez que fortalecemos los poderes de la fe y de la práctica para activar las fuerzas del Buda y de la Ley más que nunca, ¡interpretemos con convicción epopeyas triunfales, donde resplandezcan los avances de nuestra revolución humana y de la transformación de nuestro karma![3]

Leyendo estas palabras, podemos reconfirmar que el budismo se caracteriza por centrarse en los seres humanos. Su propósito central es elevar el estado de vida de sus practicantes al mismo nivel que el del Buda. Este es el camino de la inseparabilidad de maestro y discípulo. Precisamente porque se basa en este vínculo, el budismo Nichiren es una enseñanza humanística, que deposita el liderazgo en las personas comunes.

Con el 18 de noviembre como nuevo horizonte, ¡sigamos interpretando con convicción «epopeyas triunfales […] de nuestra revolución humana y la transformación de nuestro karma»!

En un texto muy conocido, titulado Florecer y dar grano, el Daishonin escribe: «[S]i un maestro posee un buen discípulo, el fruto de la budeidad será para ambos, pero si aquel forja a un mal discípulo, los dos caerán en el infierno. Si el mentor y el discípulo tienen distintos propósitos, nunca conseguirán nada».[4] En otras palabras, la relación de maestro y discípulo depende, en definitiva, del compromiso y de las acciones del discípulo.

La llegada de un nuevo mes de julio nos trae a la memoria cómo, el 3 de julio de 1957, Daisaku Ikeda fue arrestado en Osaka por las autoridades del momento, quienes –preocupadas por el desarrollo del movimiento popular que representaba la Soka Gakkai– usaron como pretexto cargos fraguados.[5] Esto sucedía en la misma fecha en que, doce años antes –el 3 de julio de 1945–, Josei Toda había sido liberado, tras dos años de reclusión como prisionero de conciencia durante la Segunda Guerra Mundial. La mística relación entre el maestro y el discípulo que, de este modo, se hizo manifiesta, la hemos grabado en la Soka Gakkai estableciendo el 3 de julio como «Día de la inseparabilidad de maestro y discípulo».

El Daishonin también escribe: «En esta época, como en aquella, no son nuestros aliados los que más nos ayudan a avanzar, sino nuestros enemigos poderosos».[6] Los Bodisatvas de la Tierra de genuina valentía se forjan superando obstáculos formidables. En medio de estas grandes contiendas, se transmite a los sucesores el espíritu de los leones reyes.

Incluso en épocas difíciles como la que estamos atravesando, la Soka Gakkai ha perseverado como heredera de la motivación que Nichiren Daishonin reflejó en su tratado Sobre el establecimiento de la enseñanza correcta para asegurar la paz en la tierra, que, a propósito, presentó un 16 de julio (de 1260). Porque creemos en la naturaleza de Buda de cada persona, como ese «amigo en el salón perfumado de orquídeas» al que alude el escrito del Daishonin,[7] nos hemos elevado sobre las diferencias para entablar infinidad de maravillosas relaciones humanas. De este modo, a través del diálogo tenaz hemos tejido una red de paz, cultura y educación que envuelve la Tierra. Y el estandarte de «establecer la enseñanza correcta para asegurar la paz en la tierra» hoy flamea en manos de los jóvenes que este mes celebran la fundación de sus departamentos.[8]

El mismo Daishonin da una importancia primordial al hecho de superar las diferencias, asegurando: «Cuando en el pueblo predomina la unión de distintas personas con un mismo propósito, estas podrán lograr todas sus metas».[9] Ikeda Sensei se refirió a este tema en una entrega de la serie Aliento de las cuatro estaciones, titulada elocuentemente «La unión que se forja en pos del kosen-rufu es invencible»:

¿Cuál es la clave para crear una unión invencible de «distintas personas con un mismo propósito»?
Ante todo, consiste en abrazar el ideal del kosen-rufu del maestro
como nuestro propio juramento, y esforzarnos continuamente basados
en una oración y acción compartidas, que son una con el maestro.
Consiste en aunar fuerzas firmemente unos con los demás
con el compromiso compartido de que «venceremos basados en la fe».[10]

Durante la segunda parte de este «Año de los jóvenes y del desarrollo dinámico», que acometemos ahora con el 18 de noviembre como nuevo horizonte, ¡sigamos interpretando con convicción «epopeyas triunfales, donde resplandezcan los avances de nuestra revolución humana y la transformación de nuestro karma»![11]


[1]IKEDA, Daisaku: «Interpretemos con convicción magníficas sagas de victoria», Seikyo Shimbun, 9/6/2022.

[2]En el mes de junio, cuando se publicó el ensayo, se conmemoró el establecimiento del Ikeda Kayo-kai, el Departamento de Mujeres y el Departamento de Estudiantes, como se trató también en el número anterior de esta revista.

[3]IKEDA, op. cit.

[4]En END, pág. 952.

[5]Véase este número, sección «Estudio mensual», apartado «Kosen-rufu: el gran juramento de ayudar a todas las personas a lograr la budeidad», incluida la nota al pie 5, pág. 25.

[6]El comportamiento del devoto del «Sutra del loto», en END, pág. 808.

[7]En Sobre el establecimiento de la enseñanza correcta para asegurar la paz en la tierra, el Daishonin escribe: «¡Qué reconfortante! ¡Usted se ha relacionado con un amigo en el salón perfumado de orquídeas, y ahora su postura es recta como la artemisa que crece entre el cáñamo!». El «amigo en el salón perfumado de orquídeas» indica a una persona de virtud, cuya compañía obra como una buena influencia, de la misma manera que, al estar en un salón lleno de orquídeas, quedamos impregnados de su fragancia. Véase en END, pág. 24.

[8]El Departamento de Mujeres Jóvenes y el Departamento de Hombres Jóvenes se fundaron, respectivamente, el 19 y el 11 de julio de 1951.

[9]Distintas personas con un mismo propósito, en END, pág. 648.

[10]Seikyo Shimbun, 12/6/2022.

[11]Véase la cita referenciada con el índice 3.

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