Vivir siendo fieles a nuestro juramento de despertar la naturaleza de buda en todas las personas (1/3)


Nueva entrega de la serie de disertaciones de Daisaku Ikeda Iluminando el mundo con el budismo del sol.

El budismo Nichiren es la gran enseñanza de la iluminación universal. Es una religión que existe para la felicidad de todas las personas.

Nichiren Daishonin se esforzó sin reservas y soportó grandes persecuciones para establecer y propagar la Ley fundamental para la iluminación de toda la humanidad, de hoy al eterno futuro del Último Día de la Ley.

El día que proclamó su enseñanza representa el punto de partida de estos esfuerzos. El 28 de abril de 1253, el Daishonin entonó públicamente Nam-myoho-renge-kyo por primera vez, con un ardiente juramento de liberar a todas las personas del sufrimiento. […] [E]l sol de la Ley Mística se elevó para iluminar la oscuridad de la ignorancia fundamental[1] que se cernía sobre el género humano.

EL NACIMIENTO DE UNA RELIGIÓN UNIVERSAL PARA LA ILUMINACIÓN DE TODOS

Nichiren Daishonin señala: «Hoy, cuando Nichiren entona Nam-myoho-renge-kyo, está permitiendo a todos los seres vivos lograr la budeidad en los diez mil años del Último Día de la Ley».[2] Y también: «¿[P]uede haber dudas de que la gran Ley pura del Sutra del loto [Nam-myoho-renge-kyo] se propagará ampliamente [en jap.: kosen-rufu] en todas partes del Japón y en los demás países de Jambudvipa [es decir, el mundo entero]?».[3] El budismo del Daishonin no se limita a un país ni a una época; es una religión universal concernida por la felicidad de todas las personas.

Es una filosofía magnífica y perdurable, que trasciende diferencias como las de raza o cultura. Permite a cada persona irradiar el brillo de su dignidad suprema, trabajando en colaboración con otras para crear un mundo de seguridad y paz genuinas. Es una religión centrada en las personas, una religión humana, abierta a todos.

ESTE ES EL MOMENTO DEL KOSEN-RUFU

En 1952, en coincidencia con el séptimo centenario[4] de la proclamación de la enseñanza de Nichiren Daishonin, Josei Toda declaró que había llegado el momento de iniciar una gran lucha en pos del kosen-rufu. Dijo: «En este glorioso día, en el que compartimos regocijo, espero que se esfuercen en la propagación del budismo del Daishonin con una confianza siempre creciente».

¡Qué fortuna es nacer como ser humano en esta época y esforzarnos juntos en el camino de maestro y discípulo, dedicados a transmitir la Ley Mística! En los primeros días de nuestro movimiento, el maestro Toda inspiraba esta conciencia en cada persona, y la gente, en respuesta, tomaba personalmente la iniciativa de generar, con alegría y coraje, un gran oleaje de propagación.

El espíritu que movió al Daishonin a proclamar su enseñanza fue el firme juramento de guiar a toda la humanidad a la felicidad. Este juramento del Buda del Último Día palpita con fuerza en el corazón de los miembros de la Soka Gakkai –unidos por los lazos de maestro y discípulo–, que hoy están haciendo realidad la difusión universal de su enseñanza en todo el mundo.

En esta ocasión, estudiemos en primer lugar un pasaje de La apertura de los ojos en el que se revela el fervoroso compromiso y el amor compasivo que subyacen el juramento del Daishonin de liberar a todas las personas del sufrimiento. Y utilicémoslo como inspiración para consolidar nuestra convicción de que «este es el momento del kosen-rufu» y ampliar nuestra dedicación al diálogo para despertar la naturaleza de buda en todas las personas.

HACER DE LOS ESCRITOS DE NICHIREN DAISHONIN LA BASE DE NUESTRA VIDA

Este mes de abril se celebra el […] aniversario[5] de la publicación, por iniciativa del maestro Toda, de la edición de la Soka Gakkai del Nichiren Daishonin Gosho Zenshu (Obras completas de Nichiren Daishonin) para conmemorar aquel séptimo centenario de la proclamación de la enseñanza.

Los miembros de la Soka Gakkai hemos recorrido de manera sostenida el gran camino de hacer de los escritos del Daishonin nuestro cimiento, sin apartarnos jamás de su espíritu. Basado en la toma de conciencia de su identidad como Bodisatva de la Tierra,[6] que experimentó en la cárcel, Toda Sensei nos instaba a todos a leer el Gosho para poder, también nosotros, cumplir nuestra misión como Bodisatvas de la Tierra.

Refiriéndose a la forma en que él leía La apertura de los ojos, nos instruyó: «Más que tratar de entender las palabras del Daishonin, busco tomar contacto con su inmenso amor compasivo, su monumental convicción, su ardiente espíritu de salvar a las personas del sufrimiento, y su compromiso solemne e invariable de lograr el kosen-rufu».[7]

Podemos afirmar que estamos recorriendo este gran camino de basarnos en los escritos del Daishonin de verdad cuando nos esforzamos en leerlos tal como lo hizo Toda Sensei, alineados con el corazón del Daishonin y con la conciencia de ser Bodisatvas de la Tierra.

(Continuar leyendo la parte 2/3).


[1]Ignorancia fundamental: También llamada oscuridad fundamental, es la ilusión más hondamente arraigada en la vida, que daría lugar a otras ilusiones. Se refiere a la incapacidad de ver o de reconocer la verdad suprema de la Ley Mística, así como a los actos negativos que surgen de dicha ignorancia.

[2]OTT, pág. 41.

[3]La selección del tiempo, en END, pág. 576.

[4]De acuerdo con la forma tradicional de contar los años en Japón.

[5]La fecha de su publicación fue 28 de abril de 1952.

[6]Bodisatvas de la Tierra: Innumerables bodisatvas que aparecen en el capítulo «Surgir de la tierra» (15.°) del Sutra del loto, a quienes Shakyamuni confía la tarea de propagar la Ley después de su muerte. En el capítulo «Poderes sobrenaturales» (21.o), Shakyamuni confía al bodisatva Prácticas Superiores, líder de los Bodisatvas de la Tierra, difundir la Ley en el mundo saha en la era corrupta del Último Día de la Ley.

[7]TODA, Josei: Toda Josei Zenshu (Obras completas de Josei Toda), vol. 3, Tokio: Seikyo Shimbunsha, 1983, pág. 179.

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