Orientación para la SGEs
La llegada de este mes representa, para los miembros de la Soka Gakkai, la cercanía de una fecha extremadamente significativa: el 16 de marzo.
El 16 de marzo de 1958 tuvo lugar una histórica ceremonia en la que el segundo presidente de la Soka Gakkai, Josei Toda, cuyo estado de salud era ya muy frágil,[1] expuso un apasionado alegato ante seis mil jóvenes. Como representantes de la juventud Soka, les legó la responsabilidad del porvenir de la organización y encomendó la labor de contribuir a la creación de un mundo pacífico, promoviendo la comprensión del budismo Nichiren y de su filosofía humanística.[2]
Daisaku Ikeda, el más cercano de aquellos jóvenes sucesores, se hizo plenamente responsable de ese legado a nivel mundial, viviendo cada día con el espíritu del 16 de marzo, y animando a los demás a hacerlo también.
El 16 de marzo de 1958 tuvo lugar una histórica ceremonia en la que el segundo presidente de la Soka Gakkai […] expuso un apasionado alegato ante seis mil jóvenes. Como representantes de la juventud Soka, les legó la responsabilidad del porvenir.
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En un ensayo de la serie Iluminando el mundo con el budismo del sol, Ikeda Sensei se ha referido a la esencia de la filosofía del budismo Nichiren, afirmando que yace en «relacionarnos con las personas que forman parte de nuestras vidas, valorar a cada una y hacer todo lo posible por guiarlas a la felicidad».[3] El Daishonin mismo, mientras abría el camino hacia el «establecimiento de la enseñanza correcta para asegurar la paz en la tierra» y vislumbraba el logro del kosen-rufu mundial en el futuro, estaba pendiente de la vida de cada uno de sus discípulos y los alentaba sin cesar.
En el mismo ensayo, Sensei recuerda que su maestro, el señor Toda, juró impulsar el kosen-rufu de Japón y de toda Asia, concretando lo que se conoce como la «transmisión del budismo al oeste».[4] Pero, al mismo tiempo, abrazaba cálidamente a los miembros de la Soka Gakkai y les daba orientación personal de forma asidua. Cada día recibía visitas de personas que buscaban consejo relativo a las cuestiones más diversas, desde dificultades económicas hasta discordias familiares, pasando por problemas de salud y muchos otros.
Lo que destaca Sensei, a través de esta evocación de la postura del Daishonin y de su maestro, es que no deberíamos limitarnos a proclamar la bondad del alivio de los sufrimientos de la gente, como si se tratara de una meta abstracta, sino que lo que de verdad importa es empezar por ayudar individualmente a otras personas a afrontar desafíos concretos en el marco de su vida real, aquí y ahora, con base en la fe. De hecho, como hemos rememorado durante las primeras semanas de este «Año de los jóvenes y del avance dinámico» a través del estudio de la Campaña de Febrero, esta ha sido también la actitud de Ikeda Sensei a lo largo de su vida. En realidad, este es el parámetro para medir el juramento de guiar a todos a la iluminación. El budismo se centra en la victoria.
Para decirlo de otro modo, de acuerdo con el espíritu del proverbio «El uno es madre de diez mil»,[5] que da nombre a nuestra campaña de este año,[6] «las acciones concretas por ayudar a un individuo afectan a todos los seres vivientes. Ayudar a paliar el sufrimiento de una persona que se encuentra ante nosotros conduce al alivio de los sufrimientos de todas las personas».[7]
En uno de sus escritos principales, el Daishonin escribe:
Cuando yo, Nichiren, abracé por primera vez la fe en el Sutra del loto, fui como una sola gota de agua o una única mota de polvo en todo el Japón. Pero luego, cuando dos, tres, diez o incluso cien, mil, diez mil y un millón de personas lleguen a recitar el Sutra del loto y lo transmitan a los demás, formarán un monte Sumeru de la perfecta iluminación, un océano del gran nirvana. ¡No busquen ninguna otra vía por la cual lograr la budeidad![8]
De ahí que lo que llamamos kosen-rufu signifique expandir la cantidad de personas que han entablado relación con el budismo, expandir la órbita del diálogo y de la amistad.
La confianza que crea el diálogo de vida a vida es indestructible. No puede ser debilitada por las mentiras más maliciosas ni por los rumores más perversos. Por sobre todas las cosas, el desafío de salir a dialogar con otras personas nos ayuda enormemente a crecer a nosotros mismos, y es el camino más firme para promover la paz y los nobles ideales que sostenemos.
No deberíamos limitarnos a proclamar la bondad del alivio de los sufrimientos de la gente, […] sino que lo que de verdad importa es empezar por ayudar individualmente a otras personas a afrontar desafíos concretos en el marco de su vida real, aquí y ahora, con base en la fe.
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También en un mes de marzo, se fundó el Departamento de Hombres de la Soka Gakkai. Fue, concretamente, el 5 de marzo de 1966 en Tokio. En otro de sus escritos, Ikeda Sensei dirigió a sus miembros la siguiente invitación:
El budismo enseña la ley de causa y efecto, que nos permite acumular beneficios inextinguibles. Las escrituras budistas también afirman que el Buda es un ser «sin parangón en el reino espiritual», y que tiene el poder de «derrotar las funciones demoníacas».[9] ¡Hagan surgir este poder del Buda! ¡Venzan todas las funciones demoníacas e influencias negativas, y triunfen en todos los aspectos de su vida! Apoyen siempre a los departamentos de mujeres [de la Soka Gakkai], hagan su mejor esfuerzo e inspiren a los demás a través de su coraje intrépido, ganando la confianza de todos en su lugar de trabajo y en la comunidad.[10]
A las integrantes de los departamentos de mujeres, precisamente, está dedicado el mensaje de Kaneko Ikeda que publicamos en este número.
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Juntos, ¡hagamos de este nuevo mes de marzo el renacimiento de «una primavera de valentía»,[11] en cada diálogo y en cada encuentro que mantengamos!
[1] ↑ Josei Toda falleció dos semanas después de la ceremonia histórica del 16 de marzo: el 2 de abril de 1958.
[2] ↑ Léase más en https://www.sokaglobal.org/es/resources/study-materials/commemorative-dates/march-16-kosen-rufu-day.html
[3] ↑ IKEDA, Daisaku: «Apreciar a cada persona: el corazón de nuestra lucha conjunta por el kosen-rufu», Daibyakurenge, mayo de 2021.
[4] ↑ La «transmisión del budismo al oeste» responde a la predicción de Nichiren Daishonin de que el budismo del sol se propagaría desde Japón hacia los países por los cuales se había transmitido originariamente, para luego difundirse al mundo entero. Véase Sobre la profecía del Buda, en END, pág. 422.
[5] ↑ Conversación entre un venerable y un hombre no iluminado, en END, pág. 136.
[6] ↑ Véase la entrega del mes pasado de esta misma sección.
[7] ↑ IKEDA, op. cit.
[8] ↑ La seleccción del tiempo, en END, pág. 607.
[9] ↑ De Oko kikigaki (Disertaciones registradas), en GZ, pág. 818.
[10] ↑ IKEDA, Daisaku: «Los valientes campeones del Departamento de Hombres», Seikyo, 18/12/2008.
[11] ↑ Véase este número, sección «Para dialogar».