«El uno es madre de diez mil»


Orientación para la SGEs


En el mes de febrero conmemoramos los nacimientos de Nichiren Daishonin (16 de febrero de 1222) y el segundo presidente de la Soka Gakkai, Josei Toda (11 de febrero de 1900). Esta coincidencia, que podría haber pasado poco menos que inadvertida, cobró una relevancia extraordinaria al motivar primero a un joven discípulo y, a través de él, a tantos otros a traducir la gratitud hacia ambos en crecimiento individual y colectivo. En un momento en que se debía decidir si la ambiciosa meta de lograr el kosen-rufu era una quimera o, muy en cambio, algo que se iba a hacer realidad, ese discípulo, Daisaku Ikeda, propuso:

Febrero es el mes en que nacieron tanto Nichiren Daishonin como el maestro Toda. Hemos podido conocer la fe en la Ley Mística gracias a que el Daishonin vivió en este mundo y gracias a la lucha heroica de Toda Sensei en la posguerra. ¡Logremos una victoria resonante en nuestras actividades de propagación este mes de febrero, como muestra de nuestro agradecimiento![1]

Fue al final de un gélido día de las postrimerías de enero de 1952, en una reunión de emergencia a la que se convocó a los responsables de unidad (área organizativa equivalente a lo que hoy, en la SGEs, sería el grupo de diálogo) del distrito general Kamata de Tokio. Con esta determinación en el corazón, aquel joven de veinticuatro años lideró lo que llegaría a ser conocido como la Campaña de Febrero,[2] que rompió los límites en la expansión del movimiento del kosen-rufu, y de la que este mes se cumplen 70 años.[3] Más tarde, reflexionando sobre este episodio, él mismo escribió:

En el capítulo «El maestro de la Ley» (10.º) del Sutra del loto se lee claramente: «Si uno de estos buenos hombres y estas buenas mujeres, en la época posterior a mi muerte puede exponer secretamente el Sutra del loto a una persona, aunque sea una sola frase, debes saber que esa persona es el enviado de El Que Así Llega. Ha sido despachado por El Que Así Llega para llevar a cabo su labor».[4] Cuando salimos al encuentro de los demás para dialogar sobre el budismo del Daishonin –ya sea que a raíz de nuestro esfuerzo las personas decidan abrazar la fe o no– estamos llevando a cabo la tarea de «El Que Así Llega», o sea, la tarea del Buda, lo cual nos permite acumular inmensos e incalculables beneficios.[5]

Ikeda Sensei demostró que el número de personas que establecen vínculos con el budismo Nichiren solo podrá incrementarse –y la enseñanza solo podrá difundirse– en la medida en que hablemos con otras personas sobre nuestra práctica y filosofía budistas.

Nuestras voces tienen un inmenso poder. Si oramos imbuidos de amor compasivo y coraje para ayudar a otras personas a relacionarse con el budismo Nichiren, y de ese modo recorrer juntos el camino de la felicidad, nuestras palabras despertarán una respuesta en nuestros semejantes. Esto se debe a que las voces que rebosan el daimoku de la Ley Mística tienen el poder de despertar la naturaleza de Buda en las personas con quienes dialogamos.

La magnífica nueva era de avance dinámico que nos hemos propuesto iniciar este año comienza con la determinación de una persona, cuando cada uno de nosotros da un paso adelante con esta actitud.

De ahí que hayamos decidido que la campaña dirigida a lograr nuestra meta para 2022 –la de invitar a diez mil personas a las actividades de la SGEs a lo largo de este año–[6] tome el nombre «El uno es madre de diez mil», del proverbio que Nichiren Daishonin cita en su escrito Conversación entre un venerable y un hombre no iluminado.[7]

Este extenso tratado está redactado en su mayor parte en forma de diálogo entre una persona que pregunta y otra que responde. El «venerable» al que alude el título es el devoto del Sutra del loto, Nichiren Daishonin, mientras que «el hombre no iluminado» representa a la población del Último Día de la Ley, nombre que en budismo alude a la época actual. En este diálogo figurado, el hombre no iluminado llega a comprender la naturaleza transitoria de la vida y, despertando su espíritu de búsqueda, en un período de confusión social en el que florecían enseñanzas distorsionadas, el «venerable» le revela la naturaleza de Buda inherente a todos los seres y el cómo manifestarla.

En otro de sus escritos, Nichiren Daishonin notó:

Si averiguamos el origen del monte Sumeru,[8] encontramos que comenzó siendo una simple partícula de polvo; del mismo modo, el gran océano se inició con una sola gota de agua. Uno más uno se convierte en dos; dos se hacen tres, y así, sucesivamente, hasta formar diez, cien, mil, diez mil, cien mil o un asamkhya.[9] Sin embargo, el uno es la madre del todo.[10]

Esta idea, que recorre el budismo desde sus orígenes hasta nuestros días, fue revitalizada por el Daishonin en el siglo XIII y por los tres presidentes fundadores de la Soka Gakkai en la época actual.

Aprendiendo sobre la Campaña de Febrero liderada por Ikeda Sensei y del modelo de diálogo de corazón a corazón que recorre la enseñanza del Daishonin, podemos entender que, cuando hablamos de «diez mil» invitados, el punto de partida es el desafío de uno mismo en cada diálogo que emprendemos.

En una familia, cuando una persona se pone de pie en la fe, todos los demás integrantes –practiquen o no el budismo Nichiren– son iluminados por la luz de la Ley Mística, sin excepción. En una comunidad, el kosen-rufu se expande cuando un individuo toma la iniciativa de dialogar sobre el budismo con quienes conoce.

Además, cuando somos capaces de compartir el budismo con una persona, algo que a veces requiere valor, se abre el camino para hacerlo con otras personas. Es otra de las cosas que pudieron experimentar los miembros de la Soka Gakkai en Kamata:

En una ocasión, una miembro del Departamento de Mujeres que acababa de iniciar su práctica se armó de valor y decidió visitar a una amiga para compartir con ella su nueva filosofía de vida, y yo la acompañé. De camino, estaba tan nerviosa que le temblaban las rodillas. Como una manera de relajarla, le propuse: «¿Por qué no cantamos una canción de Gakkai?». Al hacerlo, su voz empezó siendo tenue y trémula, pero a medida que entonábamos las estrofas de la «Canción de los camaradas» fue cobrando vigor y seguridad. Aunque ese día no logró animar a su amiga a sumarse a la Soka Gakkai, se sintió tan alentada por la experiencia que luego logró introducir a muchas personas al budismo del Daishonin.[11]
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El kosen-rufu comienza por la revolución humana de una sola persona. Una persona que ha decidido ponerse en acción inspira a otra a hacer lo mismo. Esa segunda persona inspira a una tercera. La valentía genera valentía. Esta infinita cadena de renovada determinación que se transmite de una persona a otra es la fórmula invariable para desarrollar nuestro movimiento.[12]

Una persona que ha decidido ponerse en acción inspira a otra a hacer lo mismo. Esa segunda persona inspira a una tercera. La valentía genera valentía. Esta […] es la fórmula invariable para desarrollar nuestro movimiento.

En la reunión de la sede central para responsables de la Soka Gakkai celebrada el 18 de noviembre pasado, hablando sobre el avance dinámico que nos anima a impulsar el lema de este año, el presidente Minoru Harada citó unas palabras de Ikeda Sensei para constatar que «Desafiarse para mejorar en algo no necesariamente significa hacer algo extraordinario. […] El secreto para dar un gran paso está en tener bases firmes».[13] Y continuó detallando que la base o bases firmes de las actividades para el kosen-rufu son las reuniones de diálogo, el estudio del budismo y el aliento a través de encuentros personales. Darlo todo en estos escenarios, para que el resultado sea rico y satisfactorio, constituye la tradición de la Soka Gakkai desde los tiempos de Makiguchi y Toda.

El presidente Harada ha señalado también que, cuando nos esforzamos en la orientación «de uno a uno», nuestras reuniones de mayor formato también se tornan más significativas; y ha propuesto que, primero hacia el 16 de marzo, nos focalicemos en alentar personalmente a los compañeros y en descubrir y ayudar a crecer a nuevas personas de valor.[14]

En el momento de escribir estas líneas, nos encontramos en plena 6.ª ola de la pandemia en España. Poniendo en valor el acervo de sabiduría y creatividad que hemos acumulado en estos últimos dos años, podemos seguir aprovechando los recursos que nos permiten alentar a cada persona también a través de encuentros virtuales.

En el ensayo que abre este número, Ikeda Sensei exclama:

¡Marchemos del «Año de la esperanza y de la victoria» hacia el «Año de los jóvenes y del avance dinámico», dando paso de un invierno de serena resistencia y crecimiento interior a una primavera profusamente florecida de amistad y beneficios![15]

¡Avancemos a pasos agigantados, con la alegría de la lucha conjunta y el liderazgo de nuestros jóvenes Bodisatvas de la Tierra! Con la fuerza vital de la fresca juventud, ¡alentémoslos y avancemos dinámicamente junto a ellos!


[1]IKEDA, Daisaku: «La Campaña de Febrero de la nueva época. Parte 1 de 2», Seikyo Shimbun, 7/2/2012.

[2]Recién nombrado asesor del distrito general Kamata, el joven Ikeda inició una dinámica campaña de propagación. Junto con los miembros de la Soka Gakkai locales, batió las marcas previas, que eran de unos cien ingresos mensuales por distrito general, y logró que doscientas una nuevas familias se sumaran ese mes a la práctica del budismo Nichiren en la organización en Kamata.

[3]Véase tb., en este número, la sección «Especial».

[4]SL, cap. 10, pág. 160.

[5]IKEDA, Daisaku: «Sobre la Campaña de Febrero», Seikyo Shimbun, 8/2/2012.

[6]Esta visión fue compartida durante la introducción de la ceremonia de Gongyo de Año Nuevo de 2022 de la SGEs.

[7]En END, pág. 136.

[8]En la cosmología india, el monte Sumeru es una elevación monumental que se erige en el centro del mundo.

[9]El asamkhya es una antigua unidad numérica de la India empleada para denotar valores extremadamente elevados.

[10]Los beneficios del Sutra del loto, en END, pág. 700.

[11]IKEDA, Daisaku: «La Campaña de Febrero de la nueva época. Parte 2 de 2», Seikyo Shimbun, 8/2/2012.

[12]Ib.

[13]IKEDA, Daisaku: «Desafíense y crezcan», entrega 12.ª de la serie «Diálogo para el futuro: Recorrer junto con ustedes el camino de la victoria», Mirai Journal, 1/4/2013.

[14]Extracto del discurso de Minoru Harada en una reunión con responsables de región de la Soka Gakkai de Japón celebrada en diciembre pasado.

[15]Véase, en este número, la sección «Punto de partida».

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