Conversamos con Inés Mazarrasa, directora de la Fundación Pluralismo y Convivencia, sobre la misión de esta fundación pública y sobre la contribución del budismo a su logro.
Revista CG: Muchas gracias por aceptar nuestra invitación a dialogar. En nuestra revista se publican con frecuencia artículos alusivos a la Fundación Pluralismo y Convivencia y, en los últimos años, a su labor al frente de la misma. Celebramos poder dedicar un espacio más amplio a abordarla de su mano.
A través de los preparativos de esta entrevista hemos confirmado algo que intuíamos: que el inicio de su etapa como directora, en enero de 2019, coincide con un incremento en la divulgación de los objetivos y las actividades de la Fundación Pluralismo y Convivencia, no ya solo mediante publicaciones más o menos técnicas, sino también en las redes sociales.[1] Tomando esto en consideración, nos parece que –mejor que tratar de esbozarla nosotros– puede resultar más estimulante pedirle, para empezar, una breve presentación de la Fundación, dirigida especialmente a aquellas personas que están menos familiarizadas con ella.
Inés Mazarrasa: Antes de nada, muchas gracias a Civilización Global por esta entrevista y la oportunidad de acercar a toda la comunidad Soka Gakkai nuestro trabajo en la Fundación. Pluralismo y Convivencia es una fundación pública, actualmente vinculada al Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, que es el ministerio que tiene asignada la competencia en materia de libertad religiosa. El objetivo de la Fundación, que se creó en 2004, es ayudar o complementar la tarea del ministerio en la promoción de las condiciones necesarias para el ejercicio del derecho de libertad religiosa en España. ¿Qué significa esto? Quiere decir que nuestra Constitución y nuestro ordenamiento jurídico garantizan el derecho a la libertad religiosa y de culto como un derecho fundamental, recogido en el artículo 16 de la Constitución y desarrollado por la Ley Orgánica de Libertad Religiosa de 1980; y que, para que ese derecho se haga efectivo y pueda ser disfrutado en igualdad de condiciones por todas las personas, es necesario crear o fomentar un entorno favorable, es decir, generar las condiciones que posibilitan que cada cual pueda vivir según sus creencias sin discriminación por ello. Esa es precisamente nuestra misión. Para conseguirlo, hay cuatro elementos principales sobre los que articulamos nuestro trabajo.
En primer lugar, está el apoyo a programas y proyectos tanto de las entidades religiosas, con las que mantenemos relaciones de colaboración estrecha, como de la sociedad civil, orientados a la promoción de las condiciones que favorecen el ejercicio efectivo de la libertad religiosa.
Seguidamente, impulsamos mejoras en la gestión pública de la diversidad de creencias y convicciones a través del asesoramiento, la formación y la elaboración de recursos especializados orientados a las administraciones públicas en todos sus niveles, con el objetivo de que en los servicios y en las políticas públicas se tome en consideración esta realidad.
En tercer lugar, analizamos las causas que limitan o condicionan el ejercicio efectivo de este derecho para contribuir con evidencias a la toma de decisiones. Para ello, trabajamos con expertos, académicos e investigadores y nos apoyamos en el conocimiento de las propias confesiones.
Por último, nos dirigimos a la población general –a veces, poco conocedora de la diversidad religiosa de nuestro país–, para la que realizamos acciones de divulgación y sensibilización con el fin de derribar la imagen estereotipada predominante sobre las religiones y crear una opinión pública informada y tolerante con la pluralidad religiosa.
En definitiva, toda la actividad de la Fundación, tanto la concesión de ayudas a los proyectos de las confesiones, como las actividades referidas a la investigación y divulgación de conocimiento sobre el hecho religioso, de sensibilización o de gestión pública de la diversidad religiosa, está dirigida a la promoción de las condiciones necesarias para garantizar que todas las personas pueden ejercer su derecho de libertad religiosa en España.
En definitiva, toda la actividad de la Fundación […] está dirigida a la promoción de las condiciones necesarias para garantizar que todas las personas pueden ejercer su derecho de libertad religiosa en España.
Revista CG: Se trata de una labor, sin duda, importante y necesaria…
El primer año de su etapa como directora coincidió con el 15.º aniversario de la Fundación. Este se conmemoró a través de la excelente iniciativa «Conversaciones 15 años», publicadas por entregas a partir del 15 de octubre de 2019.[2] Como sabe, el budismo obtuvo la declaración de notorio arraigo en España en octubre de 2007, tres años después de la creación de la Fundación; y este reconocimiento determinó un aumento de la visibilidad de esta confesión en la sociedad y, específicamente, en la actividad de la Fundación.
Dos eventos representativos del inicio de esa nueva etapa fueron «El budismo en Europa y España», acto con el que se celebró el 20.º aniversario de la Unión Budista de España en 2012,[3] y la presentación en 2013 del libro El budismo en España, de Francisco Díez de Velasco,[4] que contaron con la presencia del entonces director de la Fundación Pluralismo y Convivencia, José Manuel López Rodrigo, en ambos paneles.[5] Nuestra percepción es que, a partir de entonces, el trabajo conjunto no ha hecho sino reforzarse, pero nos gustaría conocer sus apreciaciones al respecto. ¿Se ha contribuido desde el budismo al avance hacia las metas de la Fundación? ¿Qué aspectos de la colaboración destacaría?
Inés Mazarrasa: El budismo, junto a las demás confesiones de notorio arraigo, está representado en el patronato de la Fundación, que es el máximo órgano de decisión de la entidad, en el que se toman decisiones en relación con toda la actuación de la Fundación. Por lo tanto, la Unión Budista de España (UBE-FEBE) ocupa un lugar muy relevante a la hora de orientar las líneas de trabajo concretas que priorizamos cada año.
Además, al ser el budismo la única religión no abrahámica con reconocimiento de notorio arraigo en España, y teniendo en cuenta la amplia heterogeneidad de tradiciones y estructuras asociativas que incluye, en mi opinión aporta una perspectiva diferenciada dentro de las llamadas religiones minoritarias.
La Unión Budista de España ocupa un lugar muy relevante a la hora de orientar las líneas de trabajo concretas que priorizamos cada año. Además, al ser el budismo la única religión no abrahámica con reconocimiento de notorio arraigo en España, […] aporta una perspectiva diferenciada.
Por otro lado, en el desarrollo de nuestras actividades, siempre hemos contado con la generosa colaboración de la UBE-FEBE. Por ejemplo, en las distintas investigaciones que hemos realizado en estos años, ya sea en relación con el impacto de la pandemia en las entidades religiosas, o con la libertad de creencias en el ámbito del trabajo o, más recientemente, en el estudio sobre la acción social de las distintas confesiones, la UBE-FEBE ha participado muy activamente aportando su punto de vista y experiencia, lo que contribuye a dar una visión más amplia y completa del hecho religioso en nuestro país.
Es más, gracias a estas aportaciones y a los comentarios recibidos, hemos podido ver que algunos de nuestros enfoques o planteamientos metodológicos en estas investigaciones adolecían de una idea de lo religioso muy basada en las tradiciones abrahámicas, y hemos podido corregir así algunos aspectos, aunque seguro que podemos seguir mejorando, claro.
Otro ámbito de colaboración que ha contribuido a avanzar en un mayor conocimiento no solo del budismo, sino del derecho de libertad religiosa en general, es la participación de distintos miembros de la comunidad en las actividades que realizamos dirigidas al público en general. Estoy pensando, por ejemplo, en el encuentro que hicimos el año pasado sobre mujeres, liderazgo y entidades religiosas con motivo del 8 de marzo, con la participación de una representante de la comunidad budista,[6] o la participación de jóvenes budistas en el documental Cambia el marco, en el que representantes de diferentes creencias compartieron durante varios meses sus experiencias y vivencias como jóvenes y creyentes.[7]
Revista CG: De hecho, volviendo a la iniciativa «Conversaciones 15 años», las doce sesiones de trabajo que la conformaron no solo dieron a conocer aspectos clave del origen de la Fundación y de su actividad durante esos tres primeros lustros, sino que alumbraron también –utilizando palabras extraídas de uno de los textos de presentación– los «compromisos para la nueva etapa». Y probablemente no haya mejor forma de trabajar en bien del futuro que hacerlo conjuntamente con quienes lo protagonizarán, la juventud. Interpretamos a la luz de esto que otra de las características de la actividad de la Fundación en el último lustro haya sido la participación activa y visible de jóvenes en proyectos como el que acaba de mencionar –Cambia el marco, entre octubre de 2018 y noviembre de 2019– o, por citar un ejemplo reciente, la jornada de trabajo «¿Qué podemos hacer para lograr una sociedad más tolerante con la diversidad de creencias y convicciones?». Nos encantaría conocer su valoración de estas experiencias, a cuya difusión, por cierto, nos hemos esforzado en contribuir desde esta revista.[8]
Inés Mazarrasa: Efectivamente, en los últimos años, una apuesta clara de la Fundación es trabajar más con los y las jóvenes de nuestro país, implicándoles en nuestras acciones, no solo como receptores de estas, sino también como creadores e impulsores de nuestras actividades. Esto surge de la necesidad que vemos de generar un imaginario colectivo que refuerce la tolerancia, el respeto y el aprecio a la diversidad en general y religiosa en particular, que permita superar prejuicios, estereotipos o distorsiones acerca de las creencias y de las personas creyentes, y que afectan a la calidad de nuestra convivencia. Entendemos que debemos hacerlo buscando nuevas formas de incidencia, nuevos marcos desde los que conocer y apreciar la diversidad religiosa, haciendo partícipes de la experiencia a los más jóvenes y utilizando sus voces para construir esas nuevas formas de contar y de reivindicar la libertad de cada cual de creer o no creer y de vivir de acuerdo con sus creencias. Eso es lo que hicimos con el documental Cambia el marco y lo que estamos haciendo ahora implicándoles en el diseño de una campaña de sensibilización en las que ellos y ellas serán los protagonistas. La participación de jóvenes de la comunidad budista está siendo ejemplar, por su entusiasmo, por su lucidez, su creatividad y por su generosidad a la hora de plantear propuestas y darles difusión. Aprovecho para darles las gracias y animarlos a seguir acompañándonos en este camino.
La participación de jóvenes de la comunidad budista [en actividades organizanizadas por la Fundación] está siendo ejemplar.
Revista CG: Para terminar, nos gustaría preguntarle por un evento muy reciente. Nos referimos a los IX Encuentros Estatales de Fe y Espiritualidad organizados por la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales, Intersexuales y más (FELGTBI+), en los que formó parte de una mesa en la que también estuvo Enrique Caputo, director general de la Soka Gakkai de España, el 27 de mayo. Dedicamos a esta actividad una noticia en esta misma edición,[9] pero, dada la oportunidad que nos brinda esta conversación, ¿podría compartir sus consideraciones sobre lo tratado durante la sesión?
Inés Mazarrasa: Este es un ejemplo de lo que comentaba al principio en relación con el trabajo de la Fundación en apoyo a proyectos orientados a la promoción de las condiciones que favorecen el ejercicio efectivo de la libertad religiosa. Se trata de una temática que hasta ahora no hemos trabajado desde la Fundación, pero cuando recibimos la solicitud en el marco de nuestra convocatoria anual de subvenciones, se valoró positivamente por la aportación que la iniciativa supone en cuanto a generar espacios de diálogo que promuevan la compatibilidad entre la diversidad LGTBI+ y la religiosidad.
A pesar de la extendida impresión de incompatibilidad entre estos dos derechos, la realidad es que la situación vital de muchas personas, sus necesidades, experiencias y vulnerabilidades específicas se encuentran en la intersección de ambos derechos humanos. Abrir ese diálogo y compartir, como fue el caso el día 27 de mayo, la perspectiva de la Soka Gakkai y del movimiento Revuelta de Mujeres en la Iglesia contribuye a borrar esas aparentes líneas divisorias. En mi opinión, ahí radica la importancia de este encuentro: en visibilizar este hecho, esa «doble salida del armario», como mencionó alguna de las personas asistentes, y en fomentar un acercamiento que rompa barreras y prejuicios que también existen en la comunidad LGTBI+.
[1] ↑ En enero de 2019 se estrenaron las cuentas de Facebook, Twitter e Instagram de la Fundación Pluralismo y Convivencia. Los primeros vídeos disponibles en su canal de YouTube datan del mismo año.
[2] ↑ El Consejo de Ministros autorizó al Ministerio de Justicia la constitución de la Fundación Pluralismo y Convivencia en su reunión del 15 de octubre de 2004. El total de veinte vídeos creados a partir de las «Conversaciones 15 años» están disponibles en el canal de YouTube de la Fundación.
[3] ↑ En el momento de la celebración del evento mencionado, noviembre de 2012, la Unión Budista de España todavía se llamaba «Federación de Comunidades Budistas de España».
[4] ↑ Francisco Díez de Velasco ha sido objeto de una entrevista anterior en esta serie, en la revista CG, n.º 216, abril 2023, sección «Especial».
[5] ↑ Los dos eventos citados tuvieron lugar en el Centro Cultural Soka, sede de la SGEs y de Ediciones Civilización Global, por entonces recientemente inaugurada.
[6] ↑ Representó a la comunidad budista Inés Vázquez, miembro de la Soka Gakkai. Véase la revista CG, n.º 204, abril 2022, sección «Actualidad».
[7] ↑ Véase la revista CG, n.º 177, enero 2020, sección «Actualidad».
[8] ↑ Véase, p. ej., la revista CG, n.º 215, marzo 2023, sección juvenil.
[9] ↑ Véase este número, sección «Actualidad».