De pie y de paz


Extrayendo el máximo valor de los encuentros de jóvenes de La nueva revolución humana, este mes dialoguemos con alegría y convicción sobre el capítulo «Vuelo audaz» del volumen 30.

En este capítulo leemos sobre la quinta visita de Shin’ichi Yamamoto a China, donde continuó tendiendo puentes de paz y esperanza y profundizando lazos con personalidades del mundo cultural, educativo y artístico.

Cuando volvió a Japón, comenzó a participar de forma más activa en las actividades de la Soka Gakkai: se encontró con innumerables miembros de la organización en cada lugar que visitaba, y no escatimó ningún esfuerzo en alentar a cada uno.

En sus palabras a los miembros, transmitía todo su agradecimiento por los esfuerzos realizados en pos del kosen-rufu, apelando al espíritu de lucha de no dejarse vencer por muy fuertes que soplen los vientos de las dificultades.

Estas acciones de Shin’ichi conllevaban un aumento de las hostilidades de los sacerdotes de la Nichiren Shoshu. Pero también despertaban el deseo de los discípulos de recibir más aliento del maestro, por lo que le comenzaron a llegar solicitudes de que se reanudara la publicación de las entregas de La revolución humana en el Seikyo Shimbun, diario de la Soka Gakkai. El periódico también había vuelto a publicar noticias de las actividades en las que Shin’ichi participaba.

En un diálogo con el equipo editor del Seikyo Shimbun, el editor responsable de la publicación de la serie La revolución humana manifestó su preocupación de que quizá volver a publicar la novela provocaría un enfado aun mayor entre los sacerdotes contrarios a la Soka Gakkai.

Ante esto, Shin’ichi comentó:

Soy consciente de eso. Pero lo que importa ahora no soy yo; necesitamos proteger a nuestros miembros. Han sufrido mucho debido al trato cruel a manos de sacerdotes corruptos y sus partidarios y, a pesar de eso, resistieron y continuaron trabajando en bien del kosen-rufu y la Soka Gakkai con una devoción firme y sincera.

Mi responsabilidad es proteger a estos hijos del Buda. Debo infundirles de alguna manera valentía, esperanza y convicción para que puedan avanzar por el camino de su misión con confianza y orgullo. Para eso estoy aquí.

Por eso necesito comenzar a escribir una vez más La revolución humana. Ese será mi desafío. Espero comprendas mi situación…[1]

Este espíritu de infundir valentía, esperanza y convicción que Shin’ichi imprimió en las entregas de La revolución humana es lo que, entre otras cosas, nos inspira a seguir profundizando en La nueva revolución humana mes tras mes en nuestros encuentros de jóvenes.

Este capítulo del volumen 30 adquiere un especial valor por la contraofensiva de Sensei por el kosen-rufu para enfrentar el yugo que los sacerdotes querían imponer a la relación de maestro y discípulo. Es también una guía, para cualquier momento y época, sobre cómo ante las adversidades que tratan de detenernos es necesario actuar con sabiduría y precaución, y hacer surgir el coraje en el momento y de forma oportuna.

¡Hagamos propio el espíritu de lucha de Shin’ichi, rebosantes del sentido de misión, y avancemos hasta la victoria final!


[1]IKEDA, Daisaku: La nueva revolución humana, vol. 30, parte 1, Rivas-Vaciamadrid: Ediciones Civilización Global, 2021, pág. 195.

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