El mensaje universal de los escritos de Nichiren Daishonin


A continuación, presentamos un extracto de la entrevista realizada recientemente por el Seikyo Shimbun a Carlos Rubio, supervisor de la edición en castellano del Gosho.

En algunas ocasiones, usted ha comentado que los escritos de Nichiren Daishonin podrían ejercer una influencia importante en la sociedad contemporánea. ¿Podría desarrollar este argumento?

Tuve la suerte de trabajar varios años de forma continua, entre el 2004 y el 2012, en la edición española de Los escritos de Nichiren Daishonin y de El Sutra del loto. Antes, durante mis años como profesor en la Universidad de Tokio, también había colaborado con la Soka Gakkai como traductor del inglés al español de diversos escritos. Esta experiencia intelectual y humana fue para mí un verdadero tesoro caído del cielo, por el cual siempre estaré profundamente agradecido.

Valoro las dos cualidades esenciales que debe poseer una religión global: la universalidad del mensaje religioso y la independencia del transmisor de dicho mensaje con respecto al poder político del momento. Ambas cualidades las poseen Los escritos de Nichiren Daishonin.

Son las mismas cualidades, en efecto, que poseen los Evangelios (el Nuevo Testamento de la Biblia) y el Corán. Jesucristo, con su mensaje universal del amor, fue un hombre que sufrió la persecución y la muerte por sus ideas; Mahoma, con su mensaje de paz, también conoció el exilio y la persecución en su tiempo.

En el caso de Nichiren, su mensaje de universalidad simbolizada por el principio del logro de la budeidad de todos los seres vivos está reforzado por la valiente independencia vital e ideológica del propio Daishonin. Quizás lo más admirable sea cómo, en el contexto de una sociedad tan jerarquizada como la de su tiempo, manifestó una confianza mesiánica en su misión e independencia de toda autoridad: «Aunque, por haber nacido en los dominios del gobernante, muestre que lo obedezco en mi forma de actuar, jamás lo obedeceré en mi fuero interno».[1]

Por estas dos razones principales, creo que en el tercer milenio Los escritos de Nichiren Daishonin, con su mensaje de salvación, pueden ejercer una influencia comparable a las que tuvieron la Biblia y el Corán en los dos milenios precedentes.

Valoro las dos cualidades esenciales que debe poseer una religión global: la universalidad del mensaje religioso y la independencia del transmisor de dicho mensaje con respecto al poder político del momento. Ambas cualidades las poseen Los escritos de Nichiren Daishonin.

En la sociedad actual, al tiempo que crecen las posibilidades de comunicación entre las personas gracias al desarrollo de la tecnología, aparecen distintos tipos de conflictos y divisiones. Se diría que el papel de una religión global es cada vez más importante.

En mi humilde opinión, hay otras dos cualidades que debe poseer una religión global en el mundo de hoy. Una es la multiculturalidad.

He leído que el budismo Nichiren se practica en más de 192 países y territorios del mundo, cada uno con su propia y rica tradición cultural. Pues bien, estoy seguro de que, con el paso de los años y con la movilidad social entre estas comunidades unidas por las mismas creencias, esta presencia dotará al budismo Nichiren de la multiculturalidad que hará de ella una verdadera religión global.

Otra condición que me parece que debe poseer una religión global en el mundo de hoy es que su mensaje sea de paz, tolerancia y diálogo.

El mundo de la internacionalización cultural, tecnológica, social y económica de este siglo XXI camina con paso firme hacia una sociedad plural y globalizada, que no podrá aceptar mensajes religiosos que no se basen en esos tres valores: paz, tolerancia y diálogo. Creo sinceramente que, por tradición y naturaleza, el budismo tiene mucho que ofrecer y enseñar en esta triple faceta.

[…] una sociedad plural y globalizada […] no podrá aceptar mensajes religiosos que no se basen en esos tres valores: paz, tolerancia y diálogo. Creo sinceramente que, por tradición y naturaleza, el budismo tiene mucho que ofrecer y enseñar en esta triple faceta.

Recibimos el 800.º aniversario del natalicio de Nichiren Daishonin en medio de la crisis que afronta la humanidad como consecuencia de la pandemia y el cambio climático. Nichiren amonestó al soberano en la época de Kamakura, cuando azotaban las epidemias y los desastres naturales, presentando la tesis Sobre el establecimiento de la enseñanza correcta para asegurar la paz en la tierra. ¿Qué cree que podemos aprender del pensamiento de Nichiren Daishonin reflejado en este escrito, o de su acción para transformar la sociedad, con el fin de superar las adversidades que aparecen de forma diversa en esta época y con esta crisis?  

Nichiren, en Sobre el establecimiento de la enseñanza correcta para asegurar la paz en la tierra, escribe:

En los últimos años, ha habido raras perturbaciones en los cielos, acontecimientos extraños sobre la tierra, pestes y hambrunas en cada rincón del imperio, que se extienden al resto del país. A lo largo de los caminos yacen bueyes y caballos muertos, y en las avenidas se apilan los huesos de los difuntos. La muerte se ha llevado a más de la mitad de los habitantes, y cuesta hallar a alguien que no deplore la situación.[2]

¡Con qué justicia se pueden extrapolar estas líneas, escritas hace 750 años, a los tiempos actuales!

Nichiren vivía en los tiempos en que solamente la religión ofrecía a los creyentes una explicación a la acumulación de catástrofes naturales y sociales.

En este contexto, Nichiren atribuía las calamidades naturales y los desastres humanos, como las dos tentativas de invasión mongola, al lamentable hecho de que la sociedad y los gobernantes de su tiempo seguían enseñanzas equivocadas.

Me gusta pensar que, si viviera en estos tiempos difíciles, Nichiren sería partidario de una verdadera «revolución de la compasión». Estoy seguro de que él, con su audacia característica, alzaría la voz contra nuestra forma de vida divorciada de la naturaleza, contra la disolución de los lazos familiares, contra la agresión al medio ambiente, contra el materialismo inhumano de muchas de nuestras vidas, y, en quinto lugar, contra la sociedad de disparidades y de incomunicación en que vivimos.

Creo que, ante la actual crisis, podemos alzar igualmente nuestras voces y, en nuestras vidas, ser ejemplos vivos del poder transformador del budismo Nichiren, y llevar a cabo la revolución de la compasión en nuestros corazones y entre las personas que nos rodean.

Nichiren demostró, como sabemos, que era un hombre de diálogo, un amante de la palabra, siempre dispuesto a conversar. La disposición dialogante de Nichiren es una consecuencia del espíritu pacifista del budismo.

Si transitamos por el puente del diálogo armados en nuestros corazones con la compasión, como nos enseñó Nichiren, los cambios sociales serán posibles.

Nichiren demostró, como sabemos, que era un hombre de diálogo, un amante de la palabra, siempre dispuesto a conversar. La disposición dialogante de Nichiren es una consecuencia del espíritu pacifista del budismo.

En una ocasión usted mencionó, como ejemplo de la universalidad de la filosofía de Nichiren Daishonin, la convicción en la igualdad del género que encontramos en sus escritos.

A pesar de la retórica a favor de la igualdad, en muchas sociedades del mundo actual persiste una flagrante desigualdad de géneros. En este sentido, la actitud de Nichiren, que muestra respeto hacia las mujeres, es de una sorprendente modernidad, universalidad y atractivo.

El budismo tradicional sostenía que las mujeres no podían lograr la budeidad a menos que renacieran en forma masculina en alguna existencia futura. El Sutra del loto, sin embargo, va a contradecir esta opinión: en su capítulo 12 se declara la budeidad alcanzada por la hija del Rey Dragón, la niña dragona.

Nichiren se hace eco de esta noción. Así, en el escrito La apertura de los ojos (II) afirma:

Que la hija del Rey Dragón haya manifestado la Budeidad no sólo representa el logro de este ser individual: al mismo tiempo, implica que todas las mujeres alcanzarán el estado de Buda. […] Cuando la niña dragona manifestó la Budeidad, lo que hizo fue abrir el camino para que todas las mujeres de los tiempos futuros pudieran hacerlo.[3]

En otro escrito, La unión entre marido y mujer, declara: «Sólo en el Sutra del loto leemos que la mujer que abraza este sutra supera a las demás mujeres y prevalece, incluso, sobre todos los hombres».[4]

La paciencia y sencillez con que, en sus cartas dirigidas a mujeres, Nichiren las orienta es también digna de ser destacada.

La importancia de su mensaje igualitarista radica en ser una invitación, relevante para hoy, a que emprendamos la revolución de la compasión hacia todas las personas, sin consideración de género, raza, edad, creencia o posición económica o social.

A pesar de la retórica a favor de la igualdad, en muchas sociedades del mundo actual persiste una flagrante desigualdad de géneros. En este sentido, la actitud de Nichiren, que muestra respeto hacia las mujeres, es de una sorprendente modernidad.

En España, con la llegada de la democracia el catolicismo dejó de ser religión de Estado, pero su cultura y costumbres están muy presentes en la sociedad. ¿Con qué aspectos del budismo Nichiren Daishonin cree usted que pueden identificarse los españoles?

Antiguamente, cuando yo era niño, en los mapas de las religiones del mundo había colores para señalar la religión de las diferentes áreas del planeta. Por ejemplo, el sur de Europa occidental, algunos países del centro de Europa y los países de Latinoamérica estaban marcados con color azul por ser dominio del catolicismo; los países del norte de Europa tenían color violeta por ser países protestantes. La Unión Soviética y los países entonces comunistas tenían un color naranja porque eran ateos, mientras que el conjunto de los países islámicos presentaba otro color. En Asia, Japón estaba marcado en otro color porque era budista, mientras que Estados Unidos estaba marcado con bandas de dos colores: azul y morado.

Hoy día, sin embargo, tal simplificación sería inaceptable.

Los flujos migratorios, la globalización y la multiculturalidad han dado lugar a comunidades religiosas que florecen dentro de países de religiones tradicionalmente dominantes. Es el caso de las comunidades budistas que prosperan en países como España y en América Latina.

El contexto histórico y cultural de España ha sido cristiano-católico desde hace más de mil quinientos años, con la salvedad del periodo de la España musulmana. Minoritariamente, también ha habido comunidades judías y algunas protestantes.

Hasta hace solo cincuenta años, el budismo se consideraba una religión exótica y ajena a la cultura española. En la sociedad actual, en que probablemente menos del diez por ciento de la población practica el catolicismo activo, ya no es así.

Los miembros de la Soka Gakkai de España se esfuerzan en difundir la filosofía de la dignidad de la vida en la sociedad (abril de 2018, Centro Cultural Soka) | Foto: Teresa Arilla (detalle)

Me parece que el budismo Nichiren puede ser atractivo para los españoles por tres razones concretas: primero, por la personalidad fascinante de Nichiren, en especial, por su mente lúcida y actitud insobornable frente al poder; segundo, por la interiorización de los símbolos y de los conceptos que propone Nichiren, es decir, por el énfasis en la vivencia dentro del corazón, no en el formulismo externo o en simples palabras.

La frase que leemos en sus escritos es una demostración de esto: «Ni la tierra pura ni el infierno existen fuera de nosotros mismos; ambos se encuentran en nuestro corazón».[5]

En tercer lugar, está la teoría de la realidad del budismo Nichiren. Me refiero a la doctrina de los «tres mil aspectos contenidos en cada instante vital».[6] Esta teoría, tal vez consecuencia de la interpenetración de todas las formas de vida fenoménica que nos rodean, es cada vez más atractiva para muchas personas de entornos tradicionalmente cristianos.

[…] la Soka Gakkai, un organismo laico e independiente, cumple una misión muy importante. Para esas personas, el trabajo de la Soka Gakkai es una inspiración y una esperanza. Y esperanza es lo que necesita el mundo en estos tiempos.

Por último, ¿podría transmitirnos sus expectativas hacia la Soka Gakkai?

Siempre he pensado que la credibilidad de una religión depende de su independencia de toda autoridad, del poder político y de los grandes intereses financieros que, con demasiada frecuencia, no tienen en cuenta los temas apremiantes y cotidianos de la mayor parte de la población y la necesidad de abordar los desafíos que afronta la humanidad, como la agresión al medio ambiente, la amenaza nuclear, la eliminación del hambre en el mundo, el trabajo infantil, el maltrato a la mujer en muchos países del mundo, o la actual crisis sanitaria.

En este sentido, la Soka Gakkai, un organismo laico e independiente, cumple una misión muy importante. Para esas personas, el trabajo de la Soka Gakkai es una inspiración y una esperanza. Y esperanza es lo que necesita el mundo en estos tiempos de pandemia e inseguridad, en este nuevo estado de mappō[7] en que vive la humanidad. 

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Carlos Rubio López de la Llave nació en Toledo (España) en 1951. Doctor en Lingüística Aplicada por la Universidad de California (Berkeley) en 1976, fue profesor en la Universidad de Tokio entre 1985 y 1990. Como lexicógrafo, destaca como coautor del Nuevo Diccionario Español-Japonés Puerta (Editorial Kenkyusha) y del diccionario Japonés-Español Crown (Editorial Sanseido). Desde su regreso a España en 1990, ha enseñado lengua y literatura japonesa en la Universidad Complutense de Madrid. Con más de treinta libros traducidos del japonés al español, individualmente o en colaboración, y varios de divulgación, como El Japón de Haruki Murakami, Claves y textos de la literatura japonesa y Los mitos de Japón (Alianza), se ha convertido en un destacado especialista de la cultura y la literatura de Japón, mereciendo ser distinguido en 2014 con la Orden del Sol Naciente que concede la Casa Imperial Japonesa, y el premio del ministro de Asuntos Exteriores de Japón por su dedicación a entablar una relación colaboradora y amistosa entre España y Japón. Desde su jubilación en la universidad, colabora habitualmente con Casa Asia y Fundación Japón impartiendo seminarios y conferencias sobre literatura y sociedad de Japón.

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(Extracto del artículo publicado el 16 de febrero pasado en el Seikyo Shimbun).

El volumen de Los escritos de Nichiren Daishonin reúne 172 de ellos, la mayoría de los cuales permanecían inéditos en castellano hasta su publicación por la Soka Gakkai en 2008. En esta notable labor editorial, según expresa Daisaku Ikeda en el prefacio, hay «un significado trascendental, no sólo por el valor que aporta al budismo, sino también por la contribución que hará a la humanidad […], poniendo a su alcance el vasto universo que palpita en el budismo de Nichiren Daishonin» (pág. XIII). Los análisis y reflexiones en él contenidas tienen, en sus palabras, «una finalidad esencial: revelar a las personas su propia misión como bodisatvas, enfocada en la felicidad propia y ajena, y señalar la práctica adecuada para lograr este fin» (pág. XVI).
(Ir al lugar donde se mencionan por primera vez en el texto principal).


[1]La selección del tiempo, en END, pág. 607.

[2]END, pág. 6.

[3]Ib., pág. 284.

[4]Ib., pág. 486.

[5]El infierno es la Tierra de la Luz Tranquila, en END, pág. 478.

[6]Tres mil estados contenidos en cada instante vital: (en jap.: ichinen sanzen). Doctrina desarrollada por el gran maestro T’ien-t’ai de China, que se basa en el Sutra del loto. «Los tres mil aspectos» indican los aspectos y fases variables que adopta la vida a cada momento. A cada instante, la vida manifiesta alguno de los diez estados. Cada uno de estos diez estados posee en sí mismo el potencial de los diez, lo cual da un total de cien estados posibles. Cada uno de estos cien estados posee los diez factores y opera dentro de cada uno de los tres planos de la existencia, totalizando tres mil aspectos. En otras palabras, todos los fenómenos están contenidos en cada instante vital, y cada instante vital impregna los tres mil estados de la existencia; es decir, la totalidad del mundo fenoménico.

[7]Término japonés traducido como «Último Día de la Ley».

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