En vuelo · Por el Departamento de Estudiantes de la SGEs


Flora Saki Giordani · Sevilla


TENGO 24 AÑOS  y soy la segunda generación de mi familia en practicar este budismo. Llegué a España de Erasmus, hace cuatro años, para terminar el Grado Superior en Clave y Teclados Históricos. Aquí entré en contacto con el Departamento de Musicología y decidí quedarme en Sevilla para empezar esta segunda carrera.

En estos años he tenido el gran beneficio de poder descubrir mi vocación y cultivar mis talentos, algo que me causa siempre gran gratitud hacia la práctica y la Ley Mística. Durante el periodo de cuarentena, ya muy complicado de por sí, ha sido difícil recordar cada día esta pasión que me anima, ya que las clases a distancia han creado innumerables problemas y desafíos.

He aprendido a ir ante el Gohonzon así como estaba, con el desánimo y la incertidumbre. Entonando daimoku para buscar, dentro de mí misma y no en las circunstancias exteriores, la motivación y la alegría para seguir en mi día a día con los esfuerzos necesarios para lograr mis objetivos.

El ritmo constante de actividades con mis compañeros de fe, las palabras de Daisaku Ikeda y el quedar con mis padres para hacer gongyo al mismo tiempo –ya que siguen en Italia– han sido el mejor aliento durante este periodo tan peculiar y desafiante. |

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