Diletta Dollfus · Mallorca
Soy italiana y tengo un restaurante en Mallorca desde hace unos años. Mudarme a la isla no fue fácil: el cambio de vida y los duros ritmos de trabajo me crearon mucho sufrimiento y angustia al principio. Aunque conozco la práctica desde hace muchos años, es en este momento tan complejo cuando valoro más que nunca el apoyo de mis compañeros de grupo.
Uno de mis mayores retos siempre fue el estudio. Cuando asumí mi primera responsabilidad en la Soka Gakkai, empecé a desafiarme en muchos aspectos –entre ellos el estudio–, pero no fue hasta este año que tomé con seriedad la lectura de La nueva revolución humana mes a mes. Decidí afrontar este desafío sin caer en la desconfianza y… ¡qué maravillosa sorpresa! Desde que empecé a leer, casi no puedo parar: cada palabra es como un trueno de esperanza y de victoria.
Aprender cómo nuestros tres presidentes han luchado enfrentando cada reto para transmitir la Ley y realizar el kosen-rufu en el mundo me ha llenado de nueva energía, y he comenzado a pensar en la enorme oportunidad que tengo de hacer algo importante transmitiendo el budismo del Daishonin con el noble ejemplo de Shin’ichi Yamamoto.
Con esta nueva postura, he podido dejar la bebida, que siempre fue un obstáculo en mi vida, y así poder hacer mi revolución humana con la mente centrada y avanzar con coraje. He determinado no volver a caer en el agujero negro y transformar las circunstancias negativas en una oportunidad para mejorarme a mí misma y mi entorno.
En este momento, me siento más fuerte y segura en el trabajo y en mis relaciones sociales. A través de las palabras de Ikeda, he aprendido la importancia del diálogo como motor de respeto y de paz, y por esta razón quiero dedicarme profundamente a las actividades de la Soka Gakkai.
