La fe es la brújula para alcanzar la victoria en la vida (1/3)


¡Naveguemos con coraje y alegría hacia la felicidad!


Nueva entrega de la serie de disertaciones de Daisaku Ikeda Iluminando el mundo con el budismo del sol.

Mi primer encuentro con Josei Toda tuvo lugar en agosto de 1947. En esa reunión de diálogo decisiva, que señaló el inicio de nuestra relación de maestro y discípulo, él disertó sobre el tratado de Nichiren Daishonin Sobre el establecimiento de la enseñanza correcta para asegurar la paz en la tierra. Yo tenía solo diecinueve años. Le pregunté: «¿Cuál es la forma correcta de vivir?», y él contestó sin dudar que el budismo Nichiren permite a cualquier persona superar los sufrimientos fundamentales del nacimiento, el envejecimiento, la enfermedad y la muerte, y construir la mejor vida posible.

Habían pasado solo dos años desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Todos luchábamos por sobrevivir, día a día. Recuerdo haber leído en un periódico que el 90 % de las familias japonesas no alcanzaba a cubrir las necesidades básicas con sus ingresos. En esa época de tremenda convulsión, el maestro Toda inició por sí solo la gran contienda del kosen-rufu para disipar la oscuridad del sufrimiento que envolvía a la humanidad.

EL BUDISMO BRINDA ESPERANZA PARA SOBREVIVIR EN ÉPOCAS TURBULENTAS

Hay un pedazo de papel que guardo como un tesoro: es el certificado de finalización de estudios que Toda Sensei me entregó al término de una de sus series de disertaciones. Recuerdo hasta hoy su mirada afectuosa y la seguridad de su voz en el momento de entregármelo. Lo acepté embargado de orgullo y de gratitud, dado que ese papel certificaba que había recibido instrucción de mi maestro sobre el budismo Nichiren, la suprema filosofía para la paz mundial y la felicidad eterna.

El Daishonin escribe: «[S]i la Ley que uno adopta es suprema, la persona que cree en ella también debe descollar sobre todos los demás».[1]

¿Cuáles son las creencias y la filosofía que guían nuestras acciones? Si no hacemos anclaje en firmes principios rectores, las turbulentas corrientes de la vida y la sociedad nos arrastrarán fácilmente. Quienes abrazan una filosofía profunda, que concuerda con la ley subyacente al universo, son personas que pueden «descollar sobre todos los demás», como expresa el Daishonin, y, en definitiva, coronar su vida de victoria insuperable.

LA ALEGRÍA DE ESTUDIAR LA SUPREMA FILOSOFÍA DE LA VIDA

Este otoño, se llevará a cabo en Japón el ansiado examen de nivel introductorio del Departamento de Estudio.[2] Los postulantes seguramente hallarán muchos términos y conceptos budistas que les resultarán novedosos, como los de transformar el karma, disminuir los efectos del karma adverso[3] y adoptar voluntariamente el karma apropiado.[4] El budismo Nichiren es la suprema filosofía de la vida; es la luz de sabiduría que alumbra los tiempos más turbulentos y problemáticos. Cuanto más lo estudiamos, más abrimos las puertas hacia una vida de felicidad y de victoria. El estudio budista expande y enriquece nuestro estado de vida interior.

Los escritos de Nichiren Daishonin son una fuente de inspiración y coraje. Nos hacen tomar conciencia de la dignidad absoluta de nuestra vida y nos permiten superar cualquier adversidad. El estudio budista es la fuerza motriz de la construcción de un sólido núcleo de sabiduría y de la creación de valor sin restricciones. Estudiar los principios supremos de la vida nos brinda alegría y tendrá sin falta una repercusión profunda en nuestra existencia. Tanto quienes aprenden como quienes enseñan se convierten en expertos en filosofía humana, cuya existencia irradia orgullo y triunfo. El maestro Toda solía alentar a los miembros de la Soka Gakkai diciendo que quienes practican el budismo Nichiren son campeones de la fe y la vida.

Estudiemos el budismo, nuestra brújula en la vida, de manera distendida y abierta, como si estuviésemos conversando a la sombra de un árbol, acariciados por una agradable brisa. Comencemos con un pasaje de Un navío para cruzar el mar del sufrimiento.

(Continuar leyendo la parte 2/3).


[1] Preguntas y respuestas referidas a abrazar el «Sutra del loto», en END, pág. 65.

[2] El examen mencionado se realizó el 6 de noviembre de 2022, después de un largo período durante el cual no se pudo convocar, a causa de la crisis sanitaria principalmente.

[3] Disminuir los efectos del karma adverso: a veces formulado como «disminuir la retribución del karma», este término, cuya traducción literal del japonés es «transformar lo pesado y recibirlo en forma ligera», se menciona en el Sutra del nirvana. «Pesado» se refiere al karma negativo acumulado en el transcurso de incontables existencias pasadas. Como beneficio derivado de proteger la enseñanza budista correcta, podemos experimentar una retribución kármica relativamente atenuada, pudiendo así expiar en el transcurso de una vida un karma muy oneroso cuyos efectos, normalmente, no solo afectarían esta, sino numerosas existencias futuras.

[4] Adoptar voluntariamente el karma apropiado: Esto alude a los bodisatvas que, aunque están calificados para recibir las recompensas puras de la práctica budista, renuncian a ellas y juran, en cambio, renacer en una tierra impura para salvar a los seres vivos. Aquellos propagan la Ley Mística mientras sobrellevan los mismos sufrimientos que la gente que nace en este mundo perverso a causa de su karma. El término deriva de la interpretación de Miao-lo sobre pasajes relevantes del capítulo «El maestro de la Ley» (10.°) del Sutra del loto: «Rey de la Medicina, debes comprender que estas personas voluntariamente renuncian a las recompensas que les corresponderían por sus acciones puras y, compadecidas ante los seres vivos, nacen en el mundo malvado después de mi extinción para exponer ampliamente este sutra» (SL, cap. 10, pág. 160).

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