La herencia de la Ley suprema de la vida (3/3)


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El oro no puede ser quemado por el fuego ni corroído o arrastrado por las aguas, pero el hierro es vulnerable a ambos. El sabio es como el oro; el necio, como el hierro. Usted es como el oro puro, porque cree en el «oro» del Sutra del loto. […] Han de ser lazos kármicos del distante pasado los que lo destinaron a convertirse en mi discípulo en un momento como este. Shakyamuni y Muchos Tesoros[14] sin duda comprendieron esta verdad. No hay forma de que el sutra esté diciendo falsedades cuando expresa: «Las personas que habían conocido la Ley vivieron en distintas tierras de Buda, aquí y allá, y renacieron constantemente en compañía de sus maestros[15]».[16]

«USTED ES COMO EL ORO PURO»

Al adoptar como maestro al Daishonin, en momentos en que este era objeto de duras persecuciones, Sairen-bo había elegido un camino difícil.

Por eso Nichiren Daishonin reconoce esta integridad con gran consideración: «[U]sted ha seguido a Nichiren, aun cuando ello le trajo aparejados sufrimientos. Me aflige profundamente pensar en su angustia».[17]

En respuesta al aliento generoso de su mentor, Sairen-bo mantuvo siempre la fe como un discípulo leal y tenaz. Así pues, el Daishonin lo elogia declarando: «Usted es como el oro puro».

EL MENTOR Y LOS DISCÍPULOS NACEN JUNTOS

La relación de maestro y discípulo es un lazo espiritual que se sustenta en la determinación del discípulo. Es un vínculo que enriquece y aporta profundidad a la vida de las personas en todo sentido. Es algo en lo cual se han mostrado de acuerdo muchos líderes del mundo con quienes he podido dialogar a lo largo de los años.

El señor Toda comentaba: «El Daishonin afirma que el maestro y los discípulos siempre nacen juntos, invariablemente. En vista de ello, el agradecimiento que siento por ustedes es infinito. Hemos nacido juntos en este mundo en virtud de una promesa que hicimos en el pasado».[18]

En el budismo, recorrer el camino de maestro y discípulo es un compromiso solemne y profundo, perenne y eterno.

LA RELACIÓN DE MAESTRO Y DISCÍPULO ES ETERNA

Para mostrar con un ejemplo la relación kármica entre el mentor y sus sucesores, el Daishonin cita a su fiel discípulo Sairen-bo un pasaje del Sutra del loto: «[L]as personas que habían conocido la Ley vivieron en distintas tierras de Buda, aquí y allá, y renacieron constantemente en compañía de sus maestros».[19]

La frase pone de relieve un sublime fundamento que expone el Sutra del loto: la relación de maestro y discípulo no se limita a esta vida; uno y otro nacen siempre juntos, en existencia tras existencia, y ambos actúan sin descanso para guiar a los seres a la felicidad. Juntos, se desafían para transformar el lugar en que se encuentran, hacer de él una tierra de Buda y ayudar a todos a cambiar su karma. Esta es la promesa y el juramento que los une desde el infinito pasado.

La relación de inseparabilidad entre el maestro y los discípulos, basada en la Ley Mística, trasciende los límites de la vida y la muerte y es eterna; pervive a través del pasado, presente y futuro. El señor Toda se refería al mismo pasaje del Sutra del loto cuando hablaba del vínculo con su mentor, Tsunesaburo Makiguchi. Hoy, los miembros de la SGI están estudiando y manteniendo en todo el mundo este noble espíritu de maestro y discípulo.

UNA RELACIÓN MÍSTICA, DONDE SE COMPARTEN DICHAS Y PESARES

El día que asumió la segunda presidencia de la Soka Gakkai, el 3 de mayo de 1951, el señor Toda me dedicó este poema: «Ahora / y también mañana, / compartiendo juntos / dichas y pesares / ¡qué místico es nuestro lazo!».

Ya han pasado seis décadas desde que [el 3 de mayo de 1960] asumí la presidencia de la Soka Gakkai como sucesor directo del señor Toda.

Todos ustedes, los miembros del Departamento Futuro que han surgido en esta época, son jóvenes de profunda misión, a quienes me unen profundos lazos y en cuyas manos lo dejo todo.

Cada Bodisatva de la Tierra elige el momento apropiado en el cual nacer para poner de manifiesto la grandeza de la Ley Mística.

Conscientes del vínculo de mentor y discípulo, sus predecesores en la fe han vivido guiados por un poderoso sentido de propósito. Como resultado de ello, ninguna dificultad los ha vencido en la vida. Habiendo superado toda clase de obstáculos kármicos, desde enfermedades hasta problemas económicos, han edificado una existencia de supremo valor y han abierto caminos que hoy se traducen en el magnífico desarrollo actual del kosen-rufu.

Mis jóvenes amigos, ahora, en este brillante escenario, ocupen sus puestos con arrojo. La determinación con que se pongan en acción engrandecerá nuestra red de esperanza que ilumina el porvenir de la humanidad y la expandirá mucho más en todo el mundo.

VALORAR A CADA INDIVIDUO

El budismo Nichiren es una religión viva y transformadora. Porque creemos en el potencial de la persona que tenemos delante, podemos apreciarla y reconocer su valor. La Soka Gakkai, por ese motivo, es un ámbito de aliento y de confianza. Todo lo que hacemos con este espíritu refuerza y profundiza los lazos entre ciudadanos globales. El verdadero mérito del budismo Nichiren como filosofía religiosa humanística brilla más que nunca en momentos de confusión y de desconcierto social.

El movimiento de la Soka, generador de esperanza infalible, seguirá enriqueciendo el siglo XXI para hacer de él un siglo de la vida. Y ustedes, mis jóvenes amigos, desempeñarán una labor vital y admirable en la creación de una era del pueblo en la cual resuenen los acordes triunfales del humanismo.

(Traducción del artículo publicado en la edición de julio de 2020 de Daibyakurenge).


[14]Muchos Tesoros: Buda descrito en el Sutra del loto. Aparece, sentado en su Torre de los Tesoros, para testificar la veracidad de las enseñanzas que expone Shakyamuni en el sutra.

[15]SL, cap. 7, pág. 140.

[16]END, pág. 227.

[17]Ib.

[18]TODA, Josei: Toda Josei Zenshu (Obras completas de Josei Toda), vol. 7, Tokio: Seikyo Shimbunsha, 1987, pág. 472.

[19]SL, cap. 7, pág. 140.

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