Nuestra lucha conjunta como Bodisatvas de la Tierra (2/3)


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Pero los grandes bodisatvas numerosos como las partículas de polvo de mil mundos que surgieron de la tierra, en primer lugar, llevan viviendo en este mundo saha[9] un tiempo incalculable; en segundo lugar, han sido discípulos del buda Shakyamuni desde el remotísimo pasado, cuando ansiaron y lograron la iluminación por primera vez; y, tercero, ellos fueron las primeras personas del mundo saha en recibir del Buda la semilla de la budeidad. Por lo tanto, desde el punto de vista de los lazos kármicos del pasado que los unen al mundo saha, superan a todos los otros grandes bodisatvas.[10]

LA MISIÓN DE PROPAGAR LA LEY MÍSTICA EN EL ÚLTIMO DÍA

En este escrito, el Daishonin explica que la Ley Mística –expresada como «los cinco caracteres de Myoho-renge-kyo»[11] es la enseñanza esencial para la iluminación de todas las personas del Último Día de la Ley, y que los encargados de propagarla en este mundo saha colmado de sufrimientos no son otros que los Bodisatvas de la Tierra.

El capítulo «Poderes sobrenaturales de El Que Así Llega» (21.°) del Sutra del loto, donde se describe la gran ceremonia en que Shakyamuni confía dicha tarea a los Bodisatvas de la Tierra, empieza con estas palabras: «En ese momento, los bodisatvas mahasattvas[12]  que habían surgido de la tierra, numerosos como las partículas de polvo de mil mundos…».[13]

Esos «grandes bodisatvas numerosos como las partículas de polvo de mil mundos» que menciona el Daishonin en su carta son los incontables Bodisatvas de la Tierra liderados por Prácticas Superiores.[14] Y el Daishonin los define a través de tres cualidades.

Primero, adoptan como hogar este atribulado mundo saha. Desde el pasado distante, han venido obrando con el juramento de que este mundo es su lugar de destino y el escenario en el cual habrán de cumplir su misión.

Segundo, son los discípulos directos del Buda desde su iluminación en el remoto pasado. Han venido trabajando con él constantemente, en lo que podría considerarse una eterna travesía de lucha conjunta de maestro y discípulo.

Tercero, estos bodisatvas se fueron los primeros entre los seres del mundo saha en recibir del Buda las semillas de la budeidad en el pasado remoto. A su vez, ahora siembran las semillas de la budeidad[15] en los corazones de las personas del Último Día de la Ley. Liderar resueltamente la tarea de propagar la Ley Mística, sin dejarse intimidar por ningún obstáculo, es el emblema que distingue a los Bodisatvas de la Tierra.

EL MUNDO SAHA ES EL LUGAR DONDE CUMPLIMOS NUESTRA MISIÓN

Esta es la espléndida naturaleza de los «verdaderos discípulos» que el Buda había «mantenido oculto […] en las profundidades de la tierra».[16] Los Bodisatvas de la Tierra mantienen con el Buda un firme lazo que data del remoto pasado. Son bodisatvas unidos por una misión y un vínculo de profunda naturaleza kármica, que han elegido nacer en el Último Día de la Ley. El Daishonin los describe como «grandes bodisatvas […] que habían sido discípulos de Shakyamuni El Que Así Llega desde [que él alcanzó la budeidad por primera vez] hace kalpas numerosos como las partículas de polvo de incontables grandes sistemas planetarios». Y que «no olvidaron jamás al Buda, ni por un momento».[17]

En el Sutra del loto, los habitantes del mundo saha son vistos como personas de capacidad inferior para comprender la Ley, y descritos como seres que «se entregan a la corrupción y al mal, plagadas de una extrema arrogancia, dotadas de méritos superficiales, irascibles, impuras, aduladoras, engañosas, y dueñas de un corazón insincero».[18]

Sin embargo, es en este mundo de intensa complejidad donde los Bodisatvas de la Tierra aparecen basados en su juramento de dar a conocer la Ley Mística.

UN EXQUISITO JARDÍN DE «FLORES HUMANAS»

Los Bodisatvas de la Tierra poseen una firme determinación y no albergan temores. Son pacientes y perseverantes, y no se dejan vencer por ninguna adversidad. Generan una corriente de diálogo valeroso, sin dejarse intimidar por nadie. Tal como el loto crece en un estanque fangoso y ofrece flores de exquisita pureza, ellos practican con constancia el camino del bodisatva en medio del cieno y el barro de este mundo conflictivo.

Así, exactamente, es como han propagado la Ley Mística nuestros miembros. La Soka Gakkai es un cónclave de Bodisatvas de la Tierra que se han puesto en acción adoptando el mundo saha como escenario de su lucha. Han surgido en cada rincón del orbe.

Toda Sensei estaba convencido de que había llegado el momento propicio para la aparición de los Bodisatvas de la Tierra y para que ellos comenzaran a trabajar por el logro sustancial del kosen-rufu.[19] Con cálida familiaridad, decía a los miembros: «¡Mis queridos compañeros Bodisatvas de la Tierra, aceptemos el reto!».

En referencia al magnífico espectáculo de incontables Bodisatvas de la Tierra que emergen en la asamblea del Sutra del loto, el Daishonin escribe que «llegó una congregación de bodhisattvas de este mundo y de otras regiones, incontables como cúmulos de nubes o constelaciones».[20] En otras palabras, parecían radiantes constelaciones colmando el cielo nocturno, con cada estrella resplandeciendo con brillo propio.

En el Sutra del loto hallamos otra hermosa metáfora: las «flores humanas».[21] Así como una miríada de flores se abren en exuberante profusión cuando reciben la lluvia dadora de vida, nosotros también podemos florecer sin límites cuando nos nutre la «lluvia del Dharma», que es la enseñanza del Buda.[22] Podemos expresar plenamente nuestras cualidades únicas y diversas, como las flores del «cerezo, ciruelo, albaricoquero y melocotonero»[23] y también dar abundantes frutos de paz, cultura y educación en la sociedad.

Hoy, como el sol y las estrellas, nuestros miembros están proyectando una luz de esperanza en sus comunidades y en el mundo. Están brillando como bellas «flores humanas» y nobles Bodisatvas de la Tierra en cada continente de nuestro planeta. Esto representa un verdadero motivo de celebración y una proeza inédita en la historia del budismo.

VENCER EL EGOÍSMO

Uno de los temas que el respetado historiador británico Arnold J. Toynbee (1889-1975) y yo tratamos en nuestro diálogo fue la forma en que los seres humanos pueden vencer el egoísmo. Mi interlocutor comentó que el ejercicio del «altruismo, a diferencia del egoísmo, es un tour de force».[24] En otras palabras, requiere gran esfuerzo, fortaleza e inteligencia. Estoy completamente de acuerdo con su planteamiento.

Yo le hablé del estado de vida del bodisatva, que todos poseemos de manera inherente, diciendo que «es un estado de altruismo, pues representa el goce de ayudar a los demás».[25]

El Daishonin observa: «Si uno enciende un farol para dar luz a otros, también alumbra su propio camino».[26] Cuando hacemos algo por otros, también nosotros obtenemos provecho; así, iluminamos nuestro porvenir y el de los demás. Beneficiar a otras personas nos beneficia a nosotros mismos. Cuando oramos y actuamos como practicantes del budismo Nichiren por la felicidad de los demás, expandimos nuestro estado de vida y hacemos nuestra revolución humana junto con ellos.

Así pues, la práctica del bodisatva es el origen de una alegría indescriptible. Y genera una reacción en cadena de júbilo. Como señala el Daishonin: «“Alegría” significa el regocijo que experimenta uno a la par de los demás. […] Tanto uno como los demás se regocijarán juntos, al experimentar su propia sabiduría y amor compasivo».[27] En ello encontramos la práctica esencial del Sutra del loto y del budismo Mahayana.

En 1951, el año en que asumió la segunda presidencia de la organización, el maestro Toda escribió: «Habiendo dado con el momento auspicioso [el momento del kosen-rufu], los miembros de la Soka Gakkai hemos hecho un gran juramento de devoción altruista y nos hemos puesto de pie con la poderosa convicción de emprender un esfuerzo histórico para dar a conocer la Ley Mística. ¡Qué afortunados somos de avanzar por este camino que conduce a la budeidad y nos permite disfrutar la alegría de vivir![28] De hecho, la Soka Gakkai apareció en consonancia con el gran juramento de los Bodisatvas de la Tierra. Es un ámbito de budas que han perseverado en la práctica esencial del budismo Mahayana, cuyo propósito es la felicidad propia y de los demás.

(Continuar leyendo la parte 3/3).


[9]Mundo saha: El mundo en que vivimos los seres humanos, colmado de sufrimientos. La expresión a menudo se traduce como «mundo donde se resiste». En sánscrito, saha denota la tierra, y deriva de una raíz que significa «soportar» o «resistir». Por tal razón, en las versiones en chino de las escrituras budistas, saha se traduce como «resistencia» o «tolerancia». En este contexto, «mundo saha» significa el lugar donde los seres humanos se exponen a padecer sufrimientos.

[10]Sobre las cinco guías para la propagación, en WND-2, pág. 550. Esta carta, fechada el 10 de marzo de 1275, fue dirigida a dos discípulos, Soya Kyoshin y Ota Jomyo. En ella, el Daishonin discurre sobre la transmisión del budismo desde la India hacia China y Japón. Aplica el criterio de las «cinco guías para la propagación» a fin de mostrar que la Ley o enseñanza suprema que debe difundirse en el Último Día es la Ley Mística (los cinco caracteres de Myoho-renge-kyo), que el Buda encomendó a los Bodisatvas de la Tierra en el Sutra del loto.

[11]Myoho-renge-kyo se escribe con cinco ideogramas chinos, mientras que Nam-myoho-renge-kyo se escribe con siete (namu o nam se compone de dos caracteres). El Daishonin a menudo usa Myoho-renge-kyo como sinónimo de Nam-myoho-renge-kyo en sus escritos. Esta cita se encuentra en Sobre las cinco guías para la propagación, en WND-2, pág. 549.

[12]Mahasattva: «Gran ser»; otra denominación de los bodisatvas.

[13]Véase SL, cap. 21, pág. 269

[14]Bodisatva Prácticas Superiores: Líder de los Bodisatvas de la Tierra, que, convocados por el Buda, se presentan en número incalculable mientras Shakyamuni predica del Sutra del loto, en el capítulo «Surgir de la tierra» (15.°), y a quienes este encomienda la propagación de la Ley Mística en el Último Día de la Ley. También es uno de los cuatro grandes bodisatvas, junto con Prácticas Ilimitadas, Prácticas Consolidadas y Prácticas Puras.

[15]Sembrar las semillas de la budeidad: Primera de las tres fases del proceso que lleva a cabo un buda para conducir a la gente hacia la budeidad, que se asemejan al desarrollo y el crecimiento de una planta. En la fase de la siembra, el Buda implanta la semilla de la iluminación en el corazón del pueblo. El budismo Nichiren es el budismo de la siembra: se enfoca en la práctica de sembrar, exponiendo el principio fundamental que constituye la semilla de la iluminación o budeidad, haciendo que las personas adopten la fe en ella y nutriendo dicha simiente.

[16]Respuesta a Niiama, en END, pág. 490.

[17]Sobre las oraciones ofrecidas al mandala de la Ley Mística, en END, pág. 436.

[18]SL, cap. 13, pág. 190..

[19]Logro sustancial del kosen-rufu: Término que denota la propagación en la sociedad de la enseñanza de Nam-myoho-renge-kyo de las tres grandes leyes secretas, expuesta por Nichiren Daishonin. En otras palabras, significa establecer en el mundo real la felicidad, la paz y la seguridad, basadas en la Ley Mística, mediante el cumplimiento de la misión personal de cada individuo como Bodisatva de la Tierra.

[20]Sobre la oración, en END, pág. 358

[21]SL, cap. 5, pág. 105.

[22]Véase ib., pág. 104.

[23]Véase OTT, pág. 200

[24]TOYNBEE, Arnold y Daisaku IKEDA: Elige la vida, Buenos Aires: Emecé Editores, 2002, pág. 332

[25]Ib., pág. 304.

[26]Sobre las tres virtudes de los alimentos, en WND-2, pág. 1060.

[27]OTT, pág. 146.

[28]TODA, Josei: Toda Josei Zenshu (Obras completas de Josei Toda), vol. 3, Tokio: Seikyo Shimbunsha, 1991), pág. 128.

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