Perseverar en el diálogo


En esta sección ofrecemos recursos para las reuniones de diálogo de la SGEs. Estos son: una cita que alumbra la trascendencia de los esfuerzos que cristalizan en estos encuentros («Globalmente»), la presentación de uno de los grupos que los sostienen («Localmente»), un pasaje de los escritos de Nichiren Daishonin comentado por Daisaku Ikeda («Avanzando con el Gosho»), una «Perspectiva» y algunas «Palabras clave».

GLOBALMENTE

«No hay nada más poderoso que la sinceridad.
Aunque parezca que sus sinceros esfuerzos no den fruto,
con el tiempo ganarán la confianza de las personas y finalmente triunfarán y
acumularán en el camino beneficios y buena fortuna.
Una persona de fe es alguien con la mayor sinceridad.
Basándonos en el principio budista de los “tres mil aspectos contenidos en cada instante vital”,
nuestro corazón sin falta llegará a los demás.
Es por ello que debemos volcar nuestro corazón en cada palabra que decimos,
en cada palabra que escribimos y en cada llamada que hacemos por teléfono.
Desde ahí, se abrirá el camino.
“¡Cultivaré amistades allí donde me encuentre!
¡No permitiré que el sufrimiento se acerque a mi ciudad!
¡Difundiré la esperanza por todo mi vecindario!”.
La base para lograr el kosen-rufu en la realidad
se construye a través de esfuerzos denodados
por entablar diálogos con tal determinación.
Dicho empeño contribuirá directamente
al desarrollo de nuestras comunidades locales. […]
Alentar a la persona que tenemos delante […]:
esto es algo que cualquiera puede hacer».[1]

LOCALMENTE

Grupo Río de Esperanza

Las experiencias compartidas durante la Asamblea Conmemorativa del 16 de Junio de este grupo de diálogo madrileño cubrieron las tres décadas en ella celebradas, y a la relatada por una asistente al evento de 1991 en Trets le siguieron las de tres personas que habían recibido el Gohonzon pocos días antes, el 30 de mayo, en el Centro Cultural Soka.

(Envío de imágenes a: prensa@ediciones-civilizacionglobal.com)

AVANZANDO CON EL GOSHO

Si accidentalmente se cruza con alguien a quien habría preferido no tener que ver, de todas formas responda al encuentro. Y sonría, aunque no encuentre motivos para hacerlo.

(Traducción tentativa de un nuevo fragmento del Gosho a incluirse en la futura edición revisada).

«Quizá no nos agraden algunas de las personas con quienes debemos relacionarnos, pero el Daishonin nos enseña a actuar con sabiduría, a ser abiertos y tolerantes, y a saludarlas con una sonrisa.

En un período corrupto, marcado por el odio y la envidia, el Daishonin sostuvo que [en el transcurso de la propagación de sus enseñanzas] había entablado vínculos con más personas que la mayoría de sus congéneres. Tenía plena conciencia de las dificultades que sus discípulos afrontaban en la sociedad. Por eso, los alentaba a ser agradables y cordiales en sus relaciones, a fin de ayudar a la gente a establecer vínculos con la correcta enseñanza budista, por difícil que esto pudiera resultarles. Aquí hallamos la esencia de una filosofía humana verdaderamente profunda y generosa.

En esta época perversa del Último Día de la Ley, la única manera de guiar a otras personas a la felicidad es perseverar con una actitud “amable y paciente”,[2] como enseña el Sutra del loto, dialogando sobre nuestras convicciones con postura sincera y tolerante».[3]

PERSPECTIVA

En otro escrito reciente, Ikeda Sensei ha tratado un tema que está relacionado con el que aborda en el comentario reproducido sobre estas líneas:

Nichiren Daishonin valoraba profundamente cada lugar con el que tenía un vínculo, y se preocupaba por las personas de allí, apoyándolas cálidamente.
.
En una carta dirigida a una discípula de su provincia natal de Awa (en lo que hoy es la prefectura de Chiba), recuerda con afecto a los conocidos de esa zona. Escribe: «Jamás menosprecio a las personas de mi provincia y nunca dejo de preocuparme por lo que les sucede, aunque me hayan causado dolor o me hayan tratado con crueldad».[4]
.
Los maestros y discípulos de la Soka, herederos de este espíritu omnicomprensivo del Daishonin, e imbuidos de un profundo amor a la comunidad donde viven, han tomado estos lugares como puntos de partida en sus esfuerzos sinceros y perseverantes para hacer realidad el ideal del Daishonin de «establecer la enseñanza correcta para asegurar la paz en la tierra».
.
Entonando con firmeza Nam-myoho-renge-kyo y dialogando con el profundo deseo de que los demás sean felices y de que el mundo sea un espacio de paz para todos, estamos creando refugios seguros de esperanza, renovación y buena fortuna.[5]

PALABRAS CLAVE

Sinceridad · Diálogo · Comunidad local · Paciencia · Profundo deseo


[1]IKEDA, Daisaku: «La sinceridad es la fuerza que nos conduce hacia la victoria final», Seikyo Shimbun, 30/5/2021.

[2]SL, cap. 10, pág. 164.

[3]Véase, en este número, la sección «Punto de partida», págs. 4-6.

[4]Carta a Konichi-bo, en END, pág. 693.

[5]IKEDA, Daisaku: «¡Hagamos resonar el alegre canto de los Bodisatvas de la Tierra!», Daibyakurenge, mayo 2021.

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