EL VOLUMEN 11 de La nueva revolución humana comienza narrando la lucha de los miembros de Brasil. En 1974, el presidente Shin’ichi Yamamoto tenía programado visitar ese país, donde se realizaría un festival cultural. Pero su visita tuvo que ser cancelada por la denegación del visado por parte del gobierno brasileño.
Justo en el momento en que informan por teléfono al responsable de la sede central de Sudamérica, Yasuhiro Saiki, sobre la cancelación del viaje, Shin’ichi se dirige a él con las siguientes palabras:
Sé que esto es difícil para usted y puedo imaginarme cuán impotente debe sentirse, pero todo es parte de las funciones de la sabiduría del Buda. Sin duda, tiene un profundo significado. Hay veces en que una victoria presente siembra, en realidad, la semilla de un fracaso o una derrota futura; también, a veces, una derrota presente crea la causa para una victoria perdurable. Ahora es el momento de que los miembros brasileños se levanten y utilicen este desafío como punto de partida para un extraordinario avance que lleve a un nuevo crecimiento y a un desarrollo enorme. Y esto solo podrá lograrlo su firme decisión basada en la fe.
A la larga, los que han sufrido, los que han soportado las dificultades más grandes, terminan siendo los más fuertes. Este es un principio fundamental del budismo. Aunque no puedo visitarlos ahora, definitivamente estaré allí para alentarlos llegado el momento.[1]
Hay veces en que una victoria presente siembra, en realidad, la semilla de un fracaso o una derrota futura; también, a veces, una derrota presente crea la causa para una victoria perdurable. […] A la larga, los que han sufrido, los que han soportado las dificultades más grandes, terminan siendo los más fuertes. Este es un principio fundamental del budismo.
Shin’ichi pone todo su corazón para tranquilizarlo y hacer surgir una fuerte determinación que más tarde pudiera materializar una gran victoria.
Cuando Setsuko, esposa de Yasuhiro, supo la noticia, se dijo a sí misma: «¡No seré derrotada! ¡No abandonaré! […] Ya que en esta oportunidad el gobierno no le dio el visado, haremos que la próxima vez sea invitado por el presidente de Brasil».[2]
Y efectivamente, esta postura fue un punto crucial para la futura gran victoria de la organización. Finalmente, en 1984, tras 18 años desde su última visita, Shin’ichi pudo asistir al Gran Festival Cultural de la SGI de Brasil dando una prueba concreta tanto de sus palabras como de la victoria de la lucha basada en la unión de maestro y discípulo.
Es con esta postura que queremos embarcarnos hacia el 29 de noviembre, fecha en la que celebraremos el 90.º aniversario junto con la Soka Gakkai de Portugal en el festival Protagonistas de la Alegría, con el que mostraremos «la belleza y la fortaleza de la unión que surge de la amistad y la confianza»,[3] bajo el lema «Olas de amistad, corrientes de paz».
Una vez más, con el aliento de La nueva revolución humana como guía, decidamos empezar este año tan significativo con la postura de que hoy sembramos la semilla de nuestra victoria futura. |
[1] IKEDA, Daisaku: La nueva revolución humana, vols. 11 y 12, Rivas-Vaciamadrid: Ediciones Civilización Global, 2018, pág. 45.
[2] Ib., pág. 46.
[3] Civilización Global, n.º 172, pág. 3.