Una invitación al diálogo


Este mes celebramos el Día de la Inseparabilidad de Maestro y Discípulo de la Soka Gakkai, el 3 de julio, y recordamos la fecha en que el Daishonin presentó a las autoridades su tratado Sobre el establecimiento de la enseñanza correcta para asegurar la paz en la tierra, el 16 de julio de 1260. Daisaku Ikeda ha aludido a ambos temas en un ensayo reciente perteneciente a una serie que aborda las vidas de distintos discípulos de Nichiren Daishonin, relacionándolos con los hermanos Ikegami.[1]

El 3 de julio de 1945, a las siete de la tarde, mi maestro Josei Toda salió de la cárcel tras dos años de encierro impuesto por las autoridades militares de Japón, quienes lo habían arrestado junto a su maestro Tsunesaburo Makiguchi. Tras la muerte de este último en prisión, Toda Sensei heredó su espíritu y se lanzó, solo, a iniciar un movimiento popular de revolución humana.
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En esa misma fecha y aproximadamente a esa hora del día, doce años más tarde [en 1957], yo también fui detenido en Osaka, acusado de cargos fraguados [en lo que luego se conocería como el Incidente de Osaka].[2] La Soka Gakkai había dado grandes y fructíferos pasos en dirección a «establecer la enseñanza correcta para asegurar la paz en la tierra», el ideal que nos legó Nichiren Daishonin. En respuesta a ello, la naturaleza demoníaca de la autoridad intentaba frenar nuestro avance con esa maniobra.
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Cuando, al cabo de dos semanas de duro interrogatorio, fui liberado, el 17 de julio, Toda Sensei y muchos de mis compañeros organizaron para mí un acto de bienvenida en el Centro Cívico de Nakanoshima. Ese atardecer, este edificio de ladrillo rojo se convirtió en el punto de encuentro de la Marcha de Osaka, donde proclamamos la verdad y la justicia.
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Un gran cartel colgado al frente de la sala contenía la frase de Carta a los hermanos […]: «Si ustedes […] propagan [esta doctrina], sin falta surgirán las funciones demoníacas. Pues si no ocurriera de ese modo, no habría forma de saber que es la enseñanza correcta»[3].[4]

Aquí, «funciones demoníacas» se refiere a las funciones negativas que buscan obstruir la práctica budista, como las que en el caso de los hermanos Ikegami se manifestaron en forma de oposición del padre, quien intentó socavar su fe y generar desunión entre ambos para lograrlo.

De este modo, el ensayo citado ahonda en una enseñanza clave, válida tanto en el siglo XIII como en el XX, en la actualidad o en un momento futuro: que las acciones dedicadas a «establecer la enseñanza correcta para asegurar la paz en la tierra» topan con funciones que buscan impedirlas y que, a tal fin, tratan de dividir y enfrentar entre sí a las personas, aun a aquellas que previamente han podido estar armoniosamente unidas.

De hecho, en su Carta a los hermanos Ikegami, el Daishonin no solo los alaba porque, a pesar de las presiones recibidas, estuvieran manteniendo la fe y la unión y de ese modo prevaleciendo sobre las funciones que trataban de socavarlas, sino que les pide que graben precisamente eso:

Esta declaración no sólo se aplica a mí, sino que constituye una guía para mis seguidores. Con profundo respeto, graben esta enseñanza en lo más hondo de su vida y transmítanla como axioma de fe para las futuras generaciones.[5]

El Daishonin lo presenta como algo tan evidente que no debería requerir demostración; pero su historia y la de sus discípulos y, contemporáneamente, la historia de la relación de maestro y discípulo en la Soka Gakkai son pruebas innegables «para las futuras generaciones».

Además, el Daishonin dedica a Munenaka y Munenaga Ikegami y a sus esposas palabras conmovedoras: «¿Acaso podría haber una historia más espléndida que la de ustedes? […] Aunque en el futuro otros hombres y mujeres lleguen a ser mis discípulos, nunca podrán reemplazarlos a ustedes en mi corazón».[6]

Este mes de julio celebramos también el 70.º aniversario de la fundación de los departamentos juveniles de la Soka Gakkai, que, sin ninguna duda, ocupan un lugar especial en el corazón de Ikeda Sensei. El magnífico crecimiento de los departamentos de Jóvenes, de Estudiantes y Futuro en nuestro país y en el continente se ha reflejado recientemente en la exitosa Asamblea Europea del Juramento, cristalización del espíritu de «vencer en la tempestad».[7] De acuerdo con el principio budista de la simultaneidad de causa y efecto, su futuro será de realización y victoria insondables.

Detalle del mural Diálogos de esperanza, que irá cobrando color progresivamente | Artista: Yoshihiro Nakashima

Y, siendo este mes de julio el que marca el inicio de la segunda mitad del año, con el 15 de octubre como nuevo horizonte de esperanza y victoria para la SGEs, nos proponemos visibilizar e incentivar nuestro avance dando más y más color al mural Diálogos de esperanza (véase, en este número, la página 34), con el espíritu que refleja el capítulo «Los beneficios de responder con alegría» (18.º) del Sutra del loto. Este enseña «los beneficios incalculables que llegan hasta la quincuagésima persona que se regocija al escucharlo»,[8] en una cadena de sucesivos diálogos. Una persona se siente feliz al escuchar la enseñanza del Sutra del loto, que revela en toda su plenitud el potencial infinito y la dignidad suprema de cada vida humana; entonces, esa persona comparte su experiencia con otra, quien a su vez transmite su júbilo a otra más… El sutra asegura que la quincuagésima persona que escucha esa alegría recibe beneficios igualmente inmensos.

Ikeda Sensei escribió:

El solo hecho de hablar con alguien sobre la grandeza de la fe es una forma admirable de transmisión budista. Porque cuando actuamos así, estamos implantando en nuestra vida y en la vida de la otra persona la causa para gozar de enormes beneficios y buena fortuna. Por lo tanto, jamás debemos perder el ánimo ni impacientarnos si nuestros esfuerzos por transmitir la Ley no producen resultados inmediatos.
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Con la misma convicción que el Daishonin, quien siempre se sentía inundado de júbilo,[9] continúen invitando a dialogar a un amigo tras otro, con confianza y alegría. Estas iniciativas tenaces nos permitirán escribir una nueva saga con los «beneficios de la quincuagésima persona».[10]

Este mes, entonces, ¡emprendamos juntos una nueva marcha para concretar –dialogando con alegría con la persona que está frente a nosotros, con otra, y otra…– un año de esperanza y de victoria genuinas!


[1]Ikegami Uemon no Tayu Munenaka e Ikegami Hyo no Sakan Munenaga. Se cree que el mayor, Munenaka, se convirtió al budismo del Daishonin en 1256 y que el menor lo hizo poco tiempo después. Eran hijos de Ikegami Saemon no Tayu Yasumitsu, quien ocupaba un importante cargo en Kamakura y era un leal seguidor de Ryokan, prior del templo Gokuraku-ji perteneciente a la escuela Palabra Verdadera-Preceptos.

[2]Incidente de Osaka: Episodio en el cual Daisaku Ikeda, quien en ese entonces era responsable del grupo directivo del Departamento de Jóvenes, fue arrestado el 3 de julio de 1957 e injustamente acusado de violar la ley electoral en las elecciones de renovación parcial de la Cámara de Senadores de Osaka. El juicio, que duró casi cinco años, terminó con su absolución total y su sobreseimiento de todos los cargos el 25 de enero de 1962.

[3]END, pág. 525.

[4]IKEDA, Daisaku: «Los hermanos Ikegami», Parte 2, Mirai Journal, julio 2020.

[5]END, pág. 525.

[6]Ib., pág. 523-526.

[7]Véase la canción de la Soka Gakkai «A ti, que has hecho un noble juramento».

[8]Véase Enseñanza, práctica y prueba, en END, pág. 501.

[9]Véase, p. ej., END, pág. 256.

[10]IKEDA, Daisaku: «El espíritu de los jóvenes Soka es más brillante aún en julio», Seikyo Shimbun, 8/7/2015.

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